jueves, febrero 08, 2007

Un programa retrasado

Hablaba con tanta desenvoltura y era tan locuaz el presidente Rafael Correa cuando candidato, que se creía que las tenía todas en el bolsillo. Pero... ¡ah!... las presiones del tiempo...Es una lástima lo que ocurrió con la Ministra de Defensa; al final sabremos que las dos hipótesis acerca del accidente son verdaderas: falla técnica y error humano. En la convergencia de ambos puntos termina la teoría. La historia de los accidentes aéreos no termina en una caja negra, siempre su contenido ha sido un cementerio.El doloroso trance del país es aparte. Después de todo el protocolo, lo más duro está por venir: el rescate y desarrollo del país. Ya no está entre nosotros "el dueño del país". Se habrá alejado, como buen estratega político, para dejar libre el estadio para los nuevos gladiadores.Pero ocurre después del 15 de enero, que hasta el momento los proyectos de que habló el presidente Correa durante su campaña están convirtiéndose en humo. La fogosidad de los momentos preelectorales se volverá obsoleta, ahora frente a la realidad. Los viejos adagios de los abuelos tienen vigencia: una cosa es con violín y otra es con guitarra.La gente, nuestra gente, mujeres y hombres, necesitan trabajar, demandan empleos. La sociedad de consumo de hoy afronta demanda y tiene otras necesidades de las de ayer. Así, el primer paquete de medidas debió ser el de estimular el desarrollo económico creando motivaciones para que la inversión económica abarque las áreas productivas del país. El entrevero político que ha armado el propio Presidente, es una fuerza antagónica.La perspectiva indica que será un año político; será periodo de incertidumbre y riesgo, pero será peor si nos rodeamos de ribetes venezolanos. Estamos luchando contra el dogal que se dice significa Estados Unidos, y olvidamos ese pregón del patriota Víctor Emilio Estrada: ¿fuertes o esclavos?¡Equidad! Palabra llena de injusticia social, porque lo que se demanda es desarrollo para que todos podamos trabajar, tener derecho al bienestar y la educación, y que nuestra gente no esté esperanzada al bono de la pobreza con que el Gobierno estigmatiza más a quienes son víctimas de la corrupción.Señor Presidente: se requiere prisa antes de que el volcán erupcione. Por la propia tendencia de los pueblos de América Latina que se van inclinando hacia la izquierda socialista, evite que sus proyectos caigan en la obsolescencia.No conocemos su plan de desarrollo. Todavía no sabemos hacia dónde vamos. El flamante Gobierno aún está a la deriva. Si sigue con palos de ciego, aparecerán los pescadores de río revuelto, y entonces, ¿qué...?Con la energía de un mandatario de talento podrá sacar adelante al Ecuador. La intemperancia convirtió a los mandatarios en un remolino de pasiones políticas. La historia está llena de ejemplos. Debe ser auténtico, porque las demandas del país son auténticas. No se las hemos copiado a nadie, y muchas son lacras que nos han dejado gobiernos pasados.Ponga al día su programa, señor Presidente, que ya está retrasado.

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