jueves, enero 29, 2009

Políticas Económicas

Políticas económicas

Antenor Yturralde Rivera

Los empresarios ecuatorianos tienen ahora un doble desafío con respecto a sus actividades: uno, el cambio de arancel de muchas importaciones; y dos, las nuevas políticas que estará introduciendo el presidente Obama en la lucha que sostendrá contra la crisis que afecta al mundo.

Cambio.- El mundo ha cambiado y debemos cambiar con él ha dicho Obama; y habrá que mirar con este prisma todas las nuevas regulaciones, no vaya a suceder como en nuestro país que los anunciados cambios son cambios que afectan a sectores o a individuos, sin consideración a que varios son generadores de riqueza.

Estados Unidos cambia de presidente en un momento crítico, cuando la economía afronta una crisis global que pone a prueba las bondades de la alta tecnología, la de los países entrelazados y la desaparición de las fronteras. En adición tiene la guerra en la franja de Gaza, el terrorismo de Osama bin Laden. Todos son conflictos en los cuales Estados Unidos tiene misión que cumplir, bien sea como pacificador, banquero, suministrador de soldados y armamento…

Obama tiene la misión de unir dos razas y dos culturas diferentes ancestralmente en que la una se considera superior a la otra, y ejerce discriminación en su territorio. No creo que la raza considerada inferior desde la época de Lincoln se torne en venganza y quiera hoy sentirse superior. Obama es un ser superior. Sus pocos párrafos, bien concebidos entre el dolor, la alegría y el honor, en el discurso de posesión es muestra que quiere dejar entre líneas la interpretación de sus ideas.

Cuando el Presidente se refiere al cambio, implícitamente habla de ruptura, es decir, de un proceso no lineal, como todo el mundo lo esperaría; y si quiere cumplir con su propósito habrá áreas traumáticas que darán problemas.

Nada ha dicho acerca de América Latina. ¿Por qué? Este será otro desafío en que habrá que luchar contra regímenes de izquierda recalcitrante y grandemente desilusionados por la política financiera mal dirigida, y los capitales de las instituciones financieras de Washington, que tendrán que redireccionarlos para llegar al fin propuesto.

Otro tema: no se refirió, aunque fuese someramente a otro candente, el desempleo que azota particularmente a América Latina.

América Latina ya no es el territorio de las pesadillas de Colón o de los sueños de Lincoln; es una realidad sociocultural y económica que exige una consideración igual que para los otros continentes.

Hoy más que antes Estados Unidos necesita la asociación sólida con América Latina. Tiene que reconstruirse después de la época Bush; sus relaciones y sus dominios internacionales tienen forzosamente que ser revisados bajo parámetros políticamente más justos, que no solamente sean realmente tales, sino que parezcan tales.

El mundo es global e interconectado en un tiempo de nanosegundos. La educación del futuro será en base diferente a la de hoy, y aprenderemos a pensar y decidir en función de visión de futuro.

Nuestro Gobierno actual está empeñado en el cambio (no sabemos de qué); pero el cambio sin equilibrio trae más injusticias. Ejemplo: El actual arancel de aduanas que obligará la sustitución, sin los debidos estímulos para reemplazarlos.

jueves, enero 08, 2009

Puntos suspensivos.....

Cuando llegó la paz en estos días de Navidad parecía como que en el Ecuador se volvía a los tiempos de otros tiempos en que el bullicio y la tranquilidad eran la característica, y no había el insulto ni la procacidad del Presidente hacia los ciudadanos. Sin embargo, no permite que alguien lo mire de soslayo o que le pique cierta parte y rasque. Considera el presidente Correa que tales coincidencias son atrevimientos en su delante, ¡y zas! el señor va a dar al “tarro” por unos cuantos días.

El país tiene problemas muy serios para que al Presidente le preocupe el gesto de algún ciudadano; lo cual no significa que el articulista está de acuerdo con tales actitudes y desvaríos. ¿Conoce el Presidente la Ley del Embudo?

Aquel es el ejemplo de una pequeña crisis, pero estas se van a acentuar en el campo económico y político: a medida que el Gobierno se desgasta surgen nuevas organizaciones que también intentan el cambio de poder, contra la que es el poder presente. El gobierno de Correa se ha desgastado bastante desde su inicio. Sus actitudes antipopulares contra grupos determinados; la inflación, producto de varias variables y del juego político; el fallecimiento de León Febres-Cordero, contra quien Correa había preparado su artillería; la baja publicidad y menor retórica para los grandes “evasores” de impuestos que se los anunció en letras de molde como los chicos malos.

No le vendría mal al economista Correa que se tome unas vacaciones mentales y depure sus objetivos. El cambio se realiza construyendo.

La labor de construir está entera. Hasta ahora solo hay parches. Los megaproblemas no han sido atacados frontalmente, y las autoridades escogidas para el efecto no han tenido, en varios casos, la autoridad y personalidad para resolverlos. Seres desconocidos en política y en materias que eran llamados a actuar, no dieron resultados y tuvieron que ser reemplazados antes de que la torta se agrande.

La estrategia del “principiante” estuvo equivocada. Su falta de experiencia en política nuestra le hizo creer que había que formar cuadros nuevos con gente imberbe en la materia, que con buena voluntad lograrían salir adelante. La verdad sea dicha: hasta ahora el Gobierno no camina como se lo esperaba de acuerdo con las expectativas creadas por el propio Correa en sus discursos de campaña.

En políticas la formación es larga y de lucha constante. No se puede esperar el guante blanco. El futuro que se esperaba ya comenzó hace casi dos años y no se sienten resultados positivos todavía; más vale, las situaciones administrativas y económicas están revueltas, y es de presumir que obligarán a postergar decisiones.

Como tendencia la turbulencia continuará; pero la experiencia indica que estas pueden terminar intempestivamente.

El Presidente ha abierto varios frentes con sus megaofertas. Ya es hora de principiar a cumplir, aunque le será más difícil por la baja del precio del petróleo. (Se prueba que las tendencias cesan repentinamente, sin previo aviso).

Las decisiones por tomar que están por delante de la Presidencia son aún fantasmas y siluetas del sueño político con altos precios del crudo, y el polvorín de la guerra Israel-Palestina.