… Si llegaba a la presidencia del país era porque ya había recorrido en su vida política y contribuido a mejorar y luchado por una nueva sociedad, y lograría, por tanto, ser un buen mandatario. El Ecuador ya denotaba fatiga, y decepción y desengaño con sus dirigentes políticos y sus políticas de gobierno. No había tal. Desde adentro, el destino ecuatoriano marchaba nuevamente a afrontar las olas destructivas de un gobierno que salvará al país de las nubes de políticos imberbes.
No fue así. Los que llegaron solo trajeron ambiciones personales y objetivos de enriquecimiento mediante los cargos y puntos estratégicos seleccionados como rendidores. El tráfico de influencias se estaba utilizando en gran medida; y lo que es más, la vieja escuela estaría tras de los novatos que luego sirven de mascarón de proa.
Para mala fortuna del país las sombras negativas no han desaparecido, y esto hace que se lleven ya casi tres años los nuevos jerarcas y no se consigue que se llegue a un fin que le traiga al país una esperanza. La tolerancia, una virtud que es parte del liderazgo, no existe como política de Estado. Siendo esta debilidad el talón de Aquiles del Mandatario, no será difícil armar las estratagemas cada vez que se quiera que se equivoque. Recuerdo que hace algún tiempo leí una obra de espionaje, en la que se inventó una máquina que a distancia podía hacerle cambiar el temperamento al mandatario para que se equivocara en situaciones de ventaja para los usuarios.
Las últimas noticias hablan del poder que han tenido los inefables miembros del círculo rosa, en torno del poder presidencial. Según relatan las fuentes de la información, son cientos de miles de dólares que se escapan diariamente, noche a noche, de las garras del señor Marx y van a encontrar asilo en los bolsillos de los privilegiados. ¿Es este el cambio que se perseguía, para luego con patriotería gritar que se trabaja por y para el país, mientras a través del subterfugio y la escapatoria, más las operaciones de medianoche, brincan de un bolsillo a otro los miles de dólares que luego hay que completarlos creando impuestos que a su vez se trasladan al sistema monetario, generando el efecto negativo que produce todo déficit?
¿Cómo reaccionará ahora el Mandatario con esta nueva revelación de un hecho anticambio, que tenemos derecho a pensar el largo tiempo que ha estado vigente el sistema de marras?
¿Habrá que esperar uno de esos sábados temperamentales explosivos para conocer el criterio y la reacción del jefe? ¿Podrá acaso el jefe hablar sobre la corruptela de gobiernos anteriores, cuando el actual ha perdido su brillo y su transparencia?
jueves, octubre 22, 2009
El nuevo poder
jueves, octubre 08, 2009
Lanzas y escopetas
jueves, octubre 01, 2009
La turbulencia
La visión ecológica, es decir, la parte de un mercado que crean los empresarios, sigue muy complicada en razón de las políticas y leyes creadas por el Gobierno, y sobre todo por aquellas que se han dejado de crear para el desarrollo del país.
No se puede negar el valor creciente que tengan leyes y reglamentos que se hayan dictado hasta ahora, pero no admite cuestionamiento que muchas de las nuevas disposiciones y leyes son punitivas.
No sabemos cuánto tiempo durará esta política de cambios que no cambian; se está cavando más hondo, pero en el mismo sitio, lo que da por consecuencia una morosa utilización de los escasos y limitados recursos locales y extranjeros con que cuenta el país.
Por la profusión de disposiciones y el ajetreo de los políticos que no han caído en desgracia, se podría presumir que el Presidente tiene una agenda muy cargada, la cual estará llena de temas y compromisos locales, internacionales y, por qué no decirlo, también globales, para la época de globalización que el mundo comienza a desarrollar.
Ya hay cambios globales: en la medicina, en el comercio, en el transporte… que se pueden apreciar sin esfuerzo, y que tienden a proteger la salud, rapidez en la expo-importación, etcétera, factores que tienden a revolucionar los costos de operación de las empresas y negocios. Ahora es fácil comunicarse inmediatamente con cualquier punto del globo, que está solucionada la necesidad de viajar de prisa. Conozco de una empresa cuyo director ejecutivo no ha viajado por negocios una sola vez en lo que va del año, contrario a lo que antes sucedía.
Ya lo escribimos alguna vez: el escenario global de hoy es diferente y diferentes son sus actores. El Ecuador debe comenzar a jugar en las grandes ligas y tener una visión más amplia del comercio exterior, porque nuestro mercado interno es muy limitado para cualquiera de las grandes empresas globales; pero sí que podríamos actuar en las tercerías que ellas –las grandes empresas– están contratando para abaratar sus costos. Muchos productos extranjeros que importa el país constan de partes hechas en otros diferentes: China, India, Corea, etcétera. Es tiempo de visionarios y de armar una estrategia de comercio exterior que concuerde con la visión global (kosoryoku llaman los japoneses a esta capacidad de ver lo invisible y dar forma a lo amorfo. Omahe).