jueves, marzo 30, 2006

Prueba de fuerza

El paro indígena tiene varias facetas, consecuencias y derivaciones que, siendo muy serio para el porvenir político y económico del país, es de esperar que los economistas y politólogos del Gobierno lo analicen con la seriedad debida.En el aspecto social se trata de un movimiento indígena con una población de descontento y subdesarrollo que cualquier dirigente la puede conducir a extremos, bajándolos de la cumbre de las montañas o trayéndolos de los parajes más recónditos, con solo prometerles mejores condiciones de vida o mostrándoles un video. Su afinidad con la jibaría los convierte en más fuertes. (En el argot militar se diría que son tropas frescas).Si lo anterior se agrega al viento que sopla desde otros países, que se acumula en Venezuela y Bolivia, se torna en postura rebelde, que deja de ser hipotética en el devenir social. Esta especie de integración, si todavía no es una realidad, existe la posibilidad ante los hechos de hoy.El deterioro causado a la economía del país va más allá de la especulación, porque con la fuerza que ha tomado esa población les permite optar por cualquier acción arbitraria fuera de las leyes. (Por menos un juez ha sollozado. ¿Quién se atrevería a juzgar una masa homogénea, representativa en parte de la nacionalidad ecuatoriana?).Nada más absurdo de los dirigentes indígenas que causar daño económico a la población entera del Ecuador, cerrando carreteras interprovinciales y fracturando el flujo de la producción-consumo colocándose en una postura devastadora, como caso de guerra, arrasando con el derecho a la vida de quienes no tienen que ver en su descontento u oposición. (En estricta teoría económica, se necesitará el doble de recursos para reponer lo perdido).Si las demandas del indigenado van contra el TLC y la Oxy, ¿por qué han esperado que las situaciones se pongan maduras para generar un movimiento que, por las noticias de algunos concurrentes, no conocen de qué se trata? Son asuntos muy complejos, que hasta resultan tardíos para poderlos comprender por el análisis que requieren.La cercanía del proceso electoral, se percibe, es una coyuntura para la protesta, que permite a los dirigentes tomar la temperatura de la actitud indígena como fuerza, por el momento disuasivo; además de poder presentarse como contingente de respaldo ante los candidatos que, por ser tan numerosos, son aún fuerzas fragmentarias que necesitarán de los votos, que han venido siendo subestimadas. Por tanto, no se percibe que el indigenado se prepara para ganar la presidencia –en esta ocasión–, pero sí se podría sospechar que van a ser cortejados y acechados para alianzas estratégicas coyunturales.Desde los ángulos que se mire, el indigenado ha logrado su propósito: demostrar sin publicidad pagada que son una fuerza numérica que cuenta a la hora de los criterios para las decisiones. Pueden resultar tardías las acciones de nuestros políticos ensimismados y creyentes de que las cosas seguirán como hasta ahora.En el escenario político hay nuevos personajes y diversos ingredientes; pero la incertidumbre creadora del caos a falta de ideologías directrices, permite que el cuerno indígena tenga poder de convocatoria. El paro indígena con el que se ha probado fuerza, ya no es percepción: es realidad.

jueves, marzo 23, 2006

La dolarización permite comparar

El mundo se achicó con la tecnología de las comunicaciones y la velocidad con que ocurren los cambios. Los procesos económicos, cambiarios monetarios se transforman, y continuarán haciéndolo a medida que se extienda la globalización. Antes se hablaba de economía y comercio internacionales; hoy los términos se han ampliado. Hay que referirse a la economía y comercio globales, aunque usted, hombre de negocios, esté haciéndolo para determinadas localidades o para un país en particular.Si algún negocio permanece atrapado por dogmas tradicionales –productor, mercados, canales, nichos, etcétera–, ahora tiene que pensar que tales fronteras resultan limitadas. Insistir en mejorar mediante aumento en rescate o mejoría de lo mismo o continuar en el proceso de desgaste, sería como preparar la muerte anunciada, para el largo plazo.Cabe, en las circunstancias, la necesidad de reflexionar para redefinir el negocio y determinar si pudiese resistir la competencia de los ídems internacionales que de pronto se convierten en locales, dependientes de una matriz que está en algún lugar desde el cual proyectan sus ventajas competitivas, tributarias y financieras. (En el país tenemos el ejemplo de McDonald’s). El caso contrario podría ser el de los comisariatos que al ser nacionales, taponan el ingreso de los extranjeros. De otro canto, el uso de franquicias, asociaciones y marcas propias, es parte del ingreso al pensamiento global que trae una dura competencia por la localización, apertura y creación de nuevos productos para todos los campos de la economía. No va a ser fácil navegar en ambientes de tanta competencia en donde lo conocido y “la experiencia en los negocios como son hoy” se devalúan rápidamente.Es tiempo de observar y descubrir las tendencias –cualquier suceso las puede doblegar– para crear estrategias, políticas de desarrollo y dirección de los negocios. La tentación de crear nuevas actividades en ocasiones son señuelos para atraer capital extranjero que se convierte en legítima competencia. Algunos países están creando leyes para protegerse de los capitales sin fronteras y de sus posiciones competitivas. Es una nueva alquimia en los negocios globales que producen, por ejemplo, los subsidios y el dumping.A medida que las economías de los países se dolarizan, se vuelven comparativos los factores ahora disímiles. Por esta especie de identidad la industria podría llegar a tener costos igualitarios. Para competir habría entonces que buscar o crear nuevos canales. La creatividad del hombre de negocios puesta a prueba...Como la dependencia y el apalancamiento de los negocios están en el sistema financiero, es de pensar que este ya estará en acción planificando los cambios globales para competir y preparar a sus gerentes para la gestión en diversas latitudes.En adelante, vale insistir, la asignatura no será de comercio internacional: deberá llamarse comercio global. Los maestros tendrán que cambiar conceptos, y los países hasta el diseño de su producción. Las asociaciones de negocios extranjeros con negocios locales serán tema común, que desde ahora valdrán el esfuerzo de ponerse a reflexionar.En tiempos de cambios rápidos y violentos es necesario que las empresas de negocios se mantengan alerta para determinar si las tendencias se pueden extrapolar, si hay que crear el futuro, o mirar qué es lo que sucede en su entorno.

jueves, marzo 16, 2006

Visión global

El mundo entero ha entrado en la era de la competición global. Este proceso involucra países, instituciones, empresas transnacionales, finanzas, productos, empresas, grupos, sistemas y contenido de información, agricultura, y hasta la misma tecnología de la que se podría decir que es la que genera el cambio. La miniaturización, la velocidad y la ampliación de horizontes originan una antes no concebida manera de proyectar actividades.La cultura enciclopédica que el ser humano podía conseguir mediante su educación formal o su autoeducación, rebasa los límites de sus millones de neuronas y lo va convirtiendo en una especie de pigmeo cultural, en un especialista como para que se cumpla el viejo aforismo de que cada vez se sabe más acerca de menos y menos. El desafío cultural para tener una relativa buena visión del mundo que impone a los profesionales, por ejemplo, que permanezcan en constante investigación, análisis y estudio de sus profesiones. La intensidad de la información acerca de cada especialidad es tal, que si no corremos nos agarran.Situación similar ocurre en la vida de las empresas, instituciones y organizaciones de todo tipo, no hay exclusiones ni exclusividades. La transformación es inevitable y hay que acometerla antes de llegar al fracaso.El estilo de vida sufre una gran transformación por consecuencia de una serie de factores incontables que van desde la inflación, los programas de estudio –o la falta de ellos–, pasando por las religiones y el intercambio de personas que fácilmente van de uno a otro continente. Por consecuencia se produce la empatía en las culturas y en los mercados. Esta especie de “huida” de la civilización anterior está llevando a la transformación profunda.Descubrir en dónde radica lo positivo-negativo de la actividad que se viene desarrollando, demanda un estudio profundo, independiente e imparcial de la situación. Será de otra manera, forma y estilo como se competirá en la economía global. La ética será diferente. Las economías, las religiones y las culturas competirán en mercados que por la velocidad de la información, las facilidades de la comunicación y el transporte cada vez más rápido, será complejo hacerlo. Quizás las empresas de la nueva tecnología lleguen a limitar la competición internacional, y así estimulen la creación de empresas locales que absorban desempleo.Llego a pensar que la visión de Estados Unidos cuando persigue dolarizar las economías y proteger su poderío competitivo de lo que representan China, India, el renacimiento de Japón, otros países asiáticos, la Unión Europea, es la de crear un escudo para protegerse de aquellos que armen sus propios tratados de defensa económica.El aislamiento no es posible en un mundo interconectado. Las reglas internacionales cambiarán. Todos, todos, los valores nacionales cambiarán, al igual que muchos pueblos cambian con las invasiones o con las guerras. En este punto cabría preguntarse si los pueblos y naciones soportarán o seguirán luchando por independencias, autonomías, descentralización... como lo hace Afganistán.El capitalismo como sistema de inversión productiva no desaparecerá; al contrario, tendrá nuevas oportunidades y desafíos –y también riesgos–. Por el momento no asoma en lontananza, lejos, un nuevo frente, como fue la Unión Soviética.La innovación de la geopolítica que cambia las corrientes económicas es la nueva tónica en el panorama global.

jueves, marzo 09, 2006

La innovación es futuro

El mundo no puede sustraerse a la globalización. La tecnología ha avanzado tanto y a tanta velocidad que la tradición o lo convencional van siendo cosas del pasado, pero que con la fuerza que les da el tiempo, es difícil despojarse de ellos para buscar otra manera diferente de pensar o hacer.Ya no hay fronteras. Desde que el éter se convirtió en el inexpugnable medio para transmitir los invisibles impulsos de las radiaciones eléctricas, no ha aparecido otro elemento que lo sustituya. El único medio es la innovación constante como elemento que fuerza a la mente del ser humano a oponer la innovación a la tradición.En general se considera que la innovación es un proceso económico, que se lo confunde con la invención. Son dos procesos diferentes e independientes: en el primero se busca la mejor utilización de los recursos, y en el otro persiste una voluntad y una disciplina a una idea preconcebida para crear algo que hace falta. (Ej. Édison y su búsqueda para crear el bombillo eléctrico).Entre la innovación y el invento existe la Serendipia (Serendipity): es el encuentro por casualidad de algo que se puede considerar útil. Hay miles de ejemplos que van desde Colón al descubrir América; de Newton al observar la caída de la manzana que lo llevó a descubrir la ley de la gravitación, o de Plunkett que descubrió el teflón como gran aislante.En esta época de globalización que en el mundo real significa ver el desarrollo de la vida de manera diferente, no necesariamente del lado opuesto sino buscando nuevas alternativas.Este proceso va de la mano de la educación que hoy se imparte intraempresa. La abundancia de seminarios que se imparten van dedicados a hacer mejor lo que se está haciendo, o a recordar lo que ya se aprendió. El procedimiento es racional cuando se trata de mantener una situación o un proceso idóneo: pero falla cuando se trata de sacar el mejor provecho a lo conocido. Por tanto, la innovación viene a ser un término más que científico económico, y como es renovador es un acto que mira al futuro.Está bien que las empresas estimulen la productividad, pero productividad sin objetivos es crecimiento vegetativo. Si se estimula y se prepara al personal para la observación que aprovecha la serendipia, de pronto surge un Arquímedes que grite: ¡Eureka! Para que la innovación ocurra hay que preparar la mente del personal para que observe sistemáticamente los sucesos, los procesos y los estilos. Lo cual significa cambiar pautas, modelos y estilos de administrar, que las empresas en ocasiones no están dispuestas a hacerlo por temor al desequilibrio que se pudiera producir.Pero alea jacta est: la suerte está echada y no hay marcha atrás. No va a suceder que desaparezca toda la tecnología que está acercando a los continentes, a las culturas y a otra manera de hacer las cosas. Ahora mismo, usted lector, estará pensando en que ha observado otra manera de pensar y hacer, pero que la lógica lineal y la tradición en que la civilización nos ha envuelto, constituyen un muro que se está desmoronando más por la innovación que por la invención.Édison: “Hay una forma de hacerlo mejor. Encuéntrela”.

jueves, marzo 02, 2006

La masa crítica

Las organizaciones afrontan dos vertientes: una es el avance tecnológico, y la otra es la etapa del conocimiento. La primera incluye todo lo que el ser humano crea (innovación o invención para su supervivencia) y la otra es el desarrollo de sus facultades mentales que crean una nueva cultura empresarial y, por tanto, una nueva manera de dirigir hacia los objetivos propuestos.Cuando estas circunstancias se generan sin control surge la “masa crítica de las organizaciones”: utilizando el término de la física nuclear que la describe como la conjunción de factores, que en sentido figurado significa la concentración de estos –humanos, financieros o ecológicos–, que en determinado momento pierden su relación óptima que pueden causar una explosión administrativa de alto costo. La sabiduría de la alta dirección de la empresa es la que puede llegar a determinar el factor crítico por su poder conceptual y económico del conjunto. En medicina se llama “diagnóstico diferencial”.La misma gerencia de las organizaciones tiene poder limitado sobre las decisiones importantes, porque como es de lógica administrativa ninguna parte de la estructura maneja el conocimiento completo –lo cual así debiera ser– de toda la organización. Cuando la alta gerencia o directorio se involucra en las operaciones le resulta difícil, por no decir imposible, sustraerse a la emoción que causan las directrices que pueden no ser adecuadas a los objetivos y el enfoque. Hay que evitar que prospere la niebla, como la llamó Unamuno.La cotidianidad resta criterio direccional porque sus objetivos son diferentes y van dirigidos a la eficiencia: productividad, calidad, mercado, política de personal, uso del dinero, etcétera. La alta gerencia no debe desafiar las decisiones, por naturaleza limitadas, de las jerarquías inferiores, pero hasta puede ser racionalmente contraria. Puede estimular el disenso, actitud poco apreciada en nuestro medio. (El disenso no es oposición sino el estímulo para encontrar nuevas alternativas; así debe considerarlo quien lo presenta).El pensamiento estratégico de la alta dirección debe estar dirigido siempre a evitar la formación de la masa crítica, para conseguir lo cual hay que exigir información, también estratégica, de los factores principales que pudieran estar incidiendo en una débil comunicación. Informar no es igual a comunicar; esta confusión es más latente hoy con el computador. Resulta fácil confundir criterios con el uso intensivo de programas (software), que tienden más a demostrar el buen uso derivado de la tecnología que a dar la información que expongan el porqué y el concepto tras los hechos.Cuando se descuida el concepto de masa crítica llega a causar explosión, que no necesariamente significa destrucción sino alimentación de factores negativos de alto costo económico, social, ecológico y gerencial para la empresa. Conocer el desarrollo del medio, sus modas y sus tendencias (percepción) debe ser también exigente para la alta gerencia; porque inciden en el resultado económico y en la supervivencia de las organizaciones.Así como las nubes dejan conocer el caudal de agua cuando se forma la masa crítica igual es en las organizaciones al no utilizar el principio de la anticipación que evita que se formen nubarrones.