viernes, marzo 26, 2010

Valores y talentos

En la época actual de crisis económica que se está viviendo es muy fácil equivocarse en la selección de personal para las empresas, considerando que la educación de la gente para este tipo de empleos es aun precaria y frágil.

Es penoso tener que reconocer que, salvo en poquísimas excepciones se puede encontrar un aspirante a algún cargo que goce de la suficiente idoneidad para ejercerlo. Lo paradójico de esta situación está en que para otros cargos de más categoría o superiores existe exceso de aspirantes hasta con título PhD que han tenido que aceptar. ¡Vaya usted a resolver esta complicación!

Pero un hecho es cierto: por cada colegio o escuela que se transita hay una cola larguísima de padres y madres de familia esperando la posibilidad de una matrícula. Y es que el sistema educativo es deficitario en todo: faltan maestros con misión y vocación, carece de locales apropiados y hay casos en que los alumnos reciben sus clases cerca de basureros y lupanares. Lo que no falta eso sí, son los textos y mucha papelería, que es negocio aparte.

Mientras tanto, el presidente Correa no duda por un momento de viajar a congresos, reuniones y tomas de mando, con séquitos costosos que los pagan las instituciones oficiales de las que son empleados. (El Registro Oficial lo dice).

Estas observaciones hacen reflexionar acerca de si se pudiese hacer el cambio de gastos de los viajes por el costo de las mejoras en infraestructura en la educación.

El siguiente comentario se refiere a que si dentro de estas colas habrá nuevos valores y talentos que se están desperdiciando en el sinfín del subdesarrollo. No hay que pasar por alto que Pancho Segura, y ahora a Jefferson Pérez y a las hermanas Chalá, entre tantos otros, mezclados en lista interminable de intelectuales y profesionales, que son orgullo para el país.

Los mencionados personajes serían la prueba de que la educación no depende exclusivamente del dinero, sino que hay otros factores, tal vez biológicos, que influyen en estos elementos que componen la sociedad.

El dinero no es todo en educación. Está claro que sin inversión en la gente no es posible que un país se desarrolle económicamente y que sus habitantes puedan contribuir con su esfuerzo.

Ahora cuando el mundo está entrando en la era del conocimiento, las empresas afrontarán una nueva manera de competir. Los clásicos IQ están obsoletos y está probado que no producen los resultados esperados, cuando hay valores que no se logran descubrir con dichas pruebas, porque son valores morales. Por otra parte el conocimiento adquirido por el individuo no lo puede transferir como puede hacerlo con el manejo de una máquina.

La educación siempre estará en déficit en razón de una serie de factores que contribuyen constantemente a desnaturalizarla; por tanto siempre habrá subdesarrollo porque el país no tiene suficientes capitales y no los atrae.

En el subdesarrollo la gente educada es básica, los valores morales y la innovación que surgen por los talentos.

jueves, marzo 11, 2010

La Salud

A medida que la población crece, la demanda por atención también crece exponencialmente. En los países pobres las enfermedades y la mala salud abundan en razón de la ignorancia y la escasez, por no decir ausencia de recursos o atender a esa necesidad imperiosa de la vida humana.

El Ecuador adolece de esta terrible carencia porque sus recursos, esencialmente desde que apareció el petróleo, el dinero proveniente de la venta ha venido formando parte del dinero del superávit presupuestario que genera el gasto discriminatorio en el presupuesto nacional.

El gasto en salud demanda la existencia de una infraestructura básica. No se puede atender a los pacientes en media calle ni intentar un diagnóstico a la sordina, sin previos análisis, todo lo cual demanda profesionales bien preparados para internarse en esa maravilla perfecta que es el cuerpo humano y sus dolencias.

Es, por lo tanto, censurable que el gobierno actual no entienda el error social y económico que la actitud política significa y trate de enmendarlo. Para un buen administrador, igual que para un buen presidente, hay mucho lo que se tiene que hacer pero la prioridad es lo que se debe hacer.

La infraestructura hospitalaria y para el cuidado de la salud es todavía muy pobre en el sentido físico, económico y, en cierta manera, el científico. Se necesitan más doctores, edificios, camas, enfermeras y mucho personal especializado para el manejo de equipos de prevención, tratamiento ambulatorio, enfermeras y personal para el área administrativa.

Pensé en algún momento que el nuevo gobierno le entraría con fuerza al área de salud para remediar una de las básicas carencias en la administración, en consideración a las condiciones tan precarias de esta área que es notoria en todo el país con la presencia de las largas colas, los rostros famélicos y los niños agonizantes.

También pensé que con el dinero chino, la salud y los medios de prevenir las enfermedades y de atenderlas sin que sepan a caridad cambiarían con el régimen socialista.

Pero ocurre que para el socialismo del siglo XXI este problema dramático es de segunda importancia frente a los que genera el nuevo estatus, cuya estructura hay que repensarla para modificarla a tiempo. El sistema y la política actual ya están envejecidos, y si se argumenta que las que existen por inversión privada no son suficientes o no cumplen sus objetivos, hay que complementarlas.

Con pueblo sano habrá más contribuyentes y más inteligencia común que proporcionen la clarividencia que necesita el gobierno de ahora para reflotar al país del estado de confusión que, quiérase o no reconocer, existe.

Cada día se conoce con más énfasis la contaminación del ambiente, y es casi seguro que por los estragos del mal tiempo que también se sufre, las enfermedades van a proliferar no sabemos en qué medida.

No se puede creer que el gobierno Correa esté pasando por alto el tema vital de la salud. Lo que ocurre como en todo gobierno es que quien está más cerca del mandatario es el que consigue más gabelas.

La población ecuatoriana envejece.