jueves, diciembre 24, 2009

Realidades

El mundo en que estamos viviendo es diferente al de hace cincuenta años. Muchas instituciones inclusive universidades y empresas parecen no haberse dado cuenta de la situación que está germinando en todas las actividades. En unas más y en otras menos, las organizaciones lineales, tal vez sin darse cuenta, han tenido que cambiar organización, jerarquías, líneas de mando, desarrollo de productos y mercados, etcétera. La autoridad, por tanto, también ha cambiado, y hasta se podría decir, que se ha debilitado.

Hace poco tuve la oportunidad de comparar dos organigramas: el uno elemental, completamente; y el otro que había ido cambiando conforme al capricho del propietario. En el primero se sometían a un criterio único, en el otro habían conceptos irregulares, dispares, posiciones conflictivas o redundantes, y una serie de fallas interminables de mencionar, que en el argot profesional se denominarían “desorganización”.

Esta observación, que a la vez me significó una real experiencia, me llevó a comprender cuánta diferencia hay entre la realidad circundante y la flexibilidad que debe mantener la organización de la empresa; principalmente si se trata de una empresa personal en que la responsabilidad puede diluirse por efecto del nepotismo o el exceso de confianza.

Frente a la configuración mundial y la velocidad de los cambios que están ocurriendo, el criterio empresarial sigue igual que en otros tiempos. Muchísimas empresas no han innovado y siguen las prácticas de sus originales dueños.

En materia de ecología empresarial (cambios en el medio introducidos por el hombre) se podría criticar la poca innovación de la organización empresarial en el país. Y el poco entusiasmo que tal técnica de marketing despierta, quizás por el desconocimiento que aún se tiene de sus beneficios en la productividad.

No se podría negar que el Ecuador está pasando por el momento de ruptura en que se ha fraccionado a la población entre pelucones y no pelucones, significando con estos apelativos a los pobres y a los que se han enriquecidos por la política y han propiciado el nacimiento del desbarajuste que estamos sufriendo.

Hay que estar atento a los cambios geopolíticos e ideológicos que se están dando por efecto de la nueva administración que el país tiene en la actualidad, y en el mundo en general. Es incuestionable que las empresas aún no se sensibilizan acerca de los cambios, y de los que en el futuro pudieran ocurrir, de acuerdo con las tendencias que están prevaleciendo.

Hay inversiones en el sector privado que están en peligro de ser estatizadas y están cuestionadas por el gobierno del presidente Correa, quien parece haberle declarado guerra a muerte a este sector de los negocios, en razón de que tantos “negociados” han sido hechos durante los años de gobierno liberal; y que hoy están superados por los nuevos políticos, en muy corto tiempo. El nanosegundo está llegando.

jueves, diciembre 03, 2009

Nuevas alternativas

La tendencia política de ahora es la de aumentar el salario mínimo a trescientos veinte dólares por mes; es decir unos cien dólares más de lo que es el actual.

Esta es la cifra que el Gobierno considera que es lo mínimo que debe ganar un individuo trabajador, hombre o mujer. No se sabe, eso sí, cómo se afectará la economía de quienes tengan que cumplir, en su día, cuando llegue la hora.

Entrará el país, entonces, en una verdadera espiral inflacionaria, que a no dudarlo será el repunte de una economía de círculos concéntricos en lo que todo equivale en moneda de libre circulación, tendrá que soportar una crisis rampante que causará la total pérdida de sus activos por efecto del nuevo panorama que se ha presentando. Ojalá que la noticia que circula sea meramente un mensaje que sirva para tantear la posible reacción ante la idea del Gobierno. Hay indicios claros, como aquel de la idea del banco del sur o la del sucre bolivariano, que causan cierto escozor por los efectos colaterales que se podrían producir.

Más valdría que los dirigentes y los asesores de las finanzas públicas aconsejen al Presidente optar por el camino de estimular la inversión privada, debidamente dirigida y controlada, orientada al consumo selectivo y competitivo capaz de saber que las cifras del desempleo están siendo combatidas. Pero mucho tememos que el factor dominante en los momentos actuales no es la economía sino la política: el predominio de los principios socialistas versus el régimen económico de las instituciones del capitalismo.

Una revolución está en marcha mientras que el Presidente cada día no valora los hechos, la historia se encargará de hacerlo.

Volviendo al tema del salario: no se sabe de dónde salió la cifra decretada. No es que nos aferramos a un paradigma ya establecido por otros gobiernos del mismo saber con resultados de sojuzgamiento, sino que aumentar los salarios, per se, es un golpe al riñón del capital, cuando los otros factores quedan iguales. Los economistas del Gobierno conocen muy bien los efectos de esta actitud.

De otra parte tenemos las realidades, que no son simples percepciones. Forzosamente el dinero va a valer menos porque los precios tienen que subir, de lo contrario el empresario no tendrá efectivo suficiente para reemplazar lo vendido. Esta es una regla muy elemental que aprende el estudiante de primer curso de finanzas.

Es decir que cuando se golpea a las utilidades empresariales, se está afectando la supervivencia del negocio. ¿Es acaso esto lo que se busca?

Ninguna medida jurídica o policial, en los actuales momentos cambiará la situación de retrogradación en que ha caído el país, solo las medidas económicas inteligentemente prescritas y dirigidas hacia los sectores productivos salvarán al país.

Así pues, manos a la obra. El sector privado de la inversión no debe retroceder.

Hay que mirar con gran angular lo que está pasando con los bancos en Venezuela. Bancos intervenidos y venezolanos limitados con su propio dinero para salir de su país.

Les están cerrando todas las posibilidades. Cuando las barbas de tu vecino veas recortar, pon las tuyas a remojar…

jueves, noviembre 19, 2009

El efecto apagón

Está el país viviendo con fuerzas negativas que mantienen en la oscuridad su futuro. Se han festinado, como en día de carnaval, todos los principios y reglas del quehacer político, que estamos por pensar, ingenuamente por cierto, que se ha facilitado el camino para que se instale en la administración, dentro de nuestras fronteras, una verdadera democracia que abra para el país la oportunidad de poder aprovechar los beneficios de esta era, cuando el mundo anuncia la globalización.Nos equivocamos. Estamos perdiendo la oportunidad de sacar el beneficio que podemos tener con el cambio que está surgiendo, por consecuencia de la transformación mundial que, nos guste o no, se está operando.Por dedicarle tanta atención al proceso de ubicar a los peones del ajedrez político para la revolución, se está pasando el tiempo de poder, en caliente, realizar algunas obras que pudieron haber fortalecido y respaldado al Gobierno, tan frontal actor de errores en la administración del país, y para lo cual ha habido poca sabiduría. Fundamentalmente, ha fallado en la selección de los colaboradores, que para facilitarles la administración del monstruo, no se encontró mejor camino que seccionar los ministerios existentes en una proporción infinitesimal, que ahora su actor, el Presidente, no podrá controlar; humanamente las fuerzas no dan para tanto. (Un principio de buena administración exige energía y visión para designar al colaborador al que se podría delegar funciones, y tener el poder para controlar.Por ejemplo: el problema “efecto apagón” ha sido conocido por el presidente Correa al iniciar su mandato. Sin embargo, nada se hizo para solucionarlo o, por lo menos, estar preparados para el estiaje. (Ver entrevista a Alberto Acosta, EL UNIVERSO, 15 de noviembre del 2009). Sería de aconsejarle al presidente Correa que huela el libro La Revolución Necesaria, que su autor, Peter Senge, también autor de La Quinta Disciplina, dedica al problema mundial del agua, de la energía, del cambio y del futuro.Hoy las lamentaciones sobrarían. El daño está hecho. Y en el proceso económico las pérdidas suelen ser violentas, aunque recuperarlas sea lento, y a veces inútil.Un equipo tiene jugadores buenos y también los tiene malos. Es tiempo de hacer un saneamiento, que le dé lustre al Gabinete para que este sea de acción positiva. Es comprensible; el Presidente está dedicado a viajar y a crear medios que saben a vendetta electoral. Las circunstancias de improvisación en labores de alta política –en las que se toman las decisiones– las tienen que realizar con individuos de segunda categoría; esto lleva al desprestigio y al desgaste.Acaba de fracasar el negocio de un mil millones de dólares con China, cuyos fondos aparentemente habrían servido para cubrir algunos huecos del presupuesto nacional, hoy en déficit, según anuncio oficial. ¿Por qué el fracaso después de que se dio vuelo a la noticia? La respuesta es sencilla: malos e inexpertos negociadores.Por fin, debemos ponernos en guardia como país. Parecería que el Presidente de Venezuela quiere un conflicto internacional, y anexar a sus programas la intervención de los países amigos con que cuenta en América.

jueves, noviembre 05, 2009

¿Es que estamos cambiando?

Mucho se ha hablado y escrito acerca del cambio en el país, pero hasta ahora los cambios que vemos, observamos y sentimos indican que, salvo en el sector burocrático y fundamentalmente en el área ministerial, no se observa más que cambios o incremento de personal que aumenta el presupuesto nacional.

Según se aprecia, hasta ahora ha habido tantos cambios y creaciones de empleos que la administración del país estará chueca, muchos de los designados serán meros aprendices por un tiempo que la gestión que cumplen no podrán ejercerla a cabalidad, consecuencia: un resultado lleno de errores por la inexperiencia. Y las faltas no serán solo de forma sino de sustancia; lo cual en el área pública resulta muy grave, porque podrán estar infringiendo la ley. Y es que muchos cargos que son entregados a personas del partido, son promesas electorales, sin consideración a su capacitación o su experiencia. En adelante tenemos que esperar que tal práctica continúe.

El cambio hay que producirlo en la gente, colegios, universidades, instituciones como la ONG, etcétera, deben ser incorporadas a un gran movimiento nacional pro cambio en los principios de una nueva doctrina acorde con los tiempos y las circunstancias. Pero mientras se mantenga la educación en los esquemas obsoletos actuales, no habrá cambio. Pues resulta que en un sistema –si así se lo puede llamar– el del actual existente y de largo plazo, es una educación de proselitismo a la que se intenta llevar al país; dando oportunidad a alumnos y profesores que dediquen tiempo al tumulto, cuyo resultado son días de vacaciones. Los estudiantes y profesores, –aquellos que no son de élite– concurren en condiciones precarias, pero precarias en muchos casos. Si no hay buena educación, no hay cambio ni innovación administrativa.

No se puede negar la realidad, nuestros estándares se los puede medir con los resultados. Colegios, universidades, y estudios informales, en ocasiones hasta de gran pobreza de contenido, se dictan en locales sin la estructura didáctica que requiere la materia.

En la época actual, cuando el conocimiento está sustituyendo a la mano de obra, la educación se torna más exigente porque vamos a manejar nuevos valores en esta nueva sociedad. Si antes el cambio ocurría casi insensiblemente, hoy, con toda la tecnología el sector industrial va requiriendo cada vez más de gente educada, pues los instrumentos que ahora se manejen son más automáticos y requieren de gran preparación intelectual.

Pronto podremos comentar acerca de las crisis del agua y de la energía. En el primer caso es el ambiente afectado por el gas carbónico, y en el segundo caso porque la energía alternativa en el mundo está todavía en pañales.

Aunque el Presidente de Venezuela aconseja el baño de tres minutos y debidamente programado, lo tomamos en términos jocosos, pero dentro de unos años bien pudiera ser una realidad, si es que desde ahora no se toman las medidas necesarias. Esto sí sería un cambio.

lunes, noviembre 02, 2009

Hoy, ¿y mañana qué...?

Los tiempos que estamos viviendo en Ecuador son bastantes tormentosos, casi se diría que se está en una fase tan crítica que parecería estar a punto de la disolución. Las noticias más frescas son de tal naturaleza que pareciera merengue en que se está viviendo; tiene las características de un remolino, que cada vez chupa más y más nuestra integridad de nación.

La corrupción, el peculado, el abuso con los fondos públicos, los grupos de presión que exigen su parte en el pastel gubernamental de hoy, los conflictos con los universitarios y con los indígenas, están llevando al Gobierno actual a afrontar una situación que cada vez más se torna prácticamente peligrosa y políticamente considerada.

¿Qué tenemos en contrapartida para anular o neutralizar toda estas irregularidades, que solo puedan provenir del Gobierno?

Según las noticias aterradoras dadas por la prensa, mientras el pueblo está sin trabajo o buscando el sustento por cualquier medio, mira asombrado el enriquecimiento de unos cuantos personajes que tuvieron la idea de conseguir “permiso” para instalar máquinas tragamonedas a lo largo y ancho del país, enriqueciendo subrepticiamente a sus organizadores que, por sistema inveterado, alguna gracia o ventaja habrán recibido los cercanos al poder. El juego, recordemos, fue uno de los grandes dominios de Al Capone.

Mientras se daba carta blanca a este negocio –ilegal pero socorrido– se iba reduciendo, por causa de factores políticos, las oportunidades de trabajo. Ya ni siquiera había motivo para emigrar, pues con la crisis generalizada se cerraron los mercados extranjeros y, por consecuencia, las remesas de inmigrantes comenzaron a escasear, afectando así a nuestra economía.

La verdad pura y simple es que no conocemos nuestro destino. Sin brújula ni sextante, estamos a la deriva. Pero lo más urgente es crear fuentes de trabajo, no hay otra manera. Cuando estas faltan, la gente se pone un puñal al cinto y comete atrocidades como las que se están viviendo ahora.

El Presidente dice que encontró una “huaca” que formará parte de los recursos asignados para el salvataje de la crisis de administración que adolece el país. Pero eso no es todo, para reactivar económicamente al país se necesita un empresariado fuerte y un catálogo de negocios que contribuyan con eficiencia a vitalizar la economía tan venida a menos.

Además, se necesita una infraestructura fuerte –agua y energía– con la capacidad necesaria y la autonomía suficiente que pueda repatriar sus utilidades, aunque sea parcialmente, y dejar reservas para el desarrollo y el futuro. La bonanza también puede traer desorden.

Por mala fortuna las características del Gobierno actual no dan lugar a mucho retoque, por más que se hable de revolución. Por otra parte, la agenda del Presidente debe estar muy llena de compromisos que lo llevan a viajar constantemente, que parecería que sus cercanos consejeros estuvieran siempre buscándole las oportunidades para realzar su personalidad, mientras el topo hace su trabajo bajo tierra.

jueves, octubre 22, 2009

El nuevo poder

… Si llegaba a la presidencia del país era porque ya había recorrido en su vida política y contribuido a mejorar y luchado por una nueva sociedad, y lograría, por tanto, ser un buen mandatario. El Ecuador ya denotaba fatiga, y decepción y desengaño con sus dirigentes políticos y sus políticas de gobierno. No había tal. Desde adentro, el destino ecuatoriano marchaba nuevamente a afrontar las olas destructivas de un gobierno que salvará al país de las nubes de políticos imberbes.

No fue así. Los que llegaron solo trajeron ambiciones personales y objetivos de enriquecimiento mediante los cargos y puntos estratégicos seleccionados como rendidores. El tráfico de influencias se estaba utilizando en gran medida; y lo que es más, la vieja escuela estaría tras de los novatos que luego sirven de mascarón de proa.

Para mala fortuna del país las sombras negativas no han desaparecido, y esto hace que se lleven ya casi tres años los nuevos jerarcas y no se consigue que se llegue a un fin que le traiga al país una esperanza. La tolerancia, una virtud que es parte del liderazgo, no existe como política de Estado. Siendo esta debilidad el talón de Aquiles del Mandatario, no será difícil armar las estratagemas cada vez que se quiera que se equivoque. Recuerdo que hace algún tiempo leí una obra de espionaje, en la que se inventó una máquina que a distancia podía hacerle cambiar el temperamento al mandatario para que se equivocara en situaciones de ventaja para los usuarios.

Las últimas noticias hablan del poder que han tenido los inefables miembros del círculo rosa, en torno del poder presidencial. Según relatan las fuentes de la información, son cientos de miles de dólares que se escapan diariamente, noche a noche, de las garras del señor Marx y van a encontrar asilo en los bolsillos de los privilegiados. ¿Es este el cambio que se perseguía, para luego con patriotería gritar que se trabaja por y para el país, mientras a través del subterfugio y la escapatoria, más las operaciones de medianoche, brincan de un bolsillo a otro los miles de dólares que luego hay que completarlos creando impuestos que a su vez se trasladan al sistema monetario, generando el efecto negativo que produce todo déficit?

¿Cómo reaccionará ahora el Mandatario con esta nueva revelación de un hecho anticambio, que tenemos derecho a pensar el largo tiempo que ha estado vigente el sistema de marras?

¿Habrá que esperar uno de esos sábados temperamentales explosivos para conocer el criterio y la reacción del jefe? ¿Podrá acaso el jefe hablar sobre la corruptela de gobiernos anteriores, cuando el actual ha perdido su brillo y su transparencia?

Maradona perdió los estribos ante la prensa (ver EL UNIVERSO, 16 de octubre del 2009) y cuando se habló de la falla argentina, también echó la culpa a la prensa. ¿Sucederá cosa igual de parte del Mandatario nuestro que tiene como pecadores al círculo de sus consejeros, asesores y funcionarios sobresalientes?

jueves, octubre 08, 2009

Lanzas y escopetas

Ante lo que consideraban un fracaso de las negociaciones de la comunidad indígena de la Amazonía los individuos encargados del gobierno amazónico se sintieron defraudados por el presidente Correa; considerando el peso específico que particularmente tuvo el voto amazónico en las elecciones presidenciales. El indigenado hoy pasa la factura al Presidente.

Los habitantes de la Amazonía se sienten minimizados por el no cumplimiento de lo ofrecido. Con igual derecho al reclamo se siente el resto del país, mientras el presidente Correa tendrá en su cabeza una tempestad con el inventario de tantas promesas, que en el mandato que ya dura más de dos años no ha podido cumplir, y que su tiempo estará dedicado a gobernar para generar ideas para cumplir con la responsabilidad que le entregó confiado, el pueblo ecuatoriano. ¿Acaso no es también, un problema moral, y de ética?

La Presidencia tiene un límite, unas fronteras que le exigen respeto a lo que es el poder conferido: Mi Poder en la Constitución.

Quien ejerce un mandato debe tener presente que un día termina el poder para hacer las cosas, y comienza la rendición de cuentas. Entonces ¿será posible decirle a los mandantes lo que se pudo hacer y no se hizo?

Todos los habitantes ecuatorianos depositaron un voto, y como en todo evento unos son los ganadores y otros los perdedores; pero luego todos estamos en el mismo bote. En estrategia política se trata el camino a seguir mediante las leyes que se deben dictar para hacer convalecer la economía y ajustar la equidad de lo que no está en orden.

Para captar los votos del indigenado se les ofreció el oro y el moro. El voto de este llevaba la esperanza del cumplimiento de las ofertas que habrían de ser realidad una vez en el Poder; pero los cantos de sirena terminaron muy pronto. Los compromisos con otros círculos de presión habrían de consumir los recursos del petróleo, creándose otros círculos que el poder en sí atrae.

Los maestros y los amazónicos son suficientes para causar una situación traumática al presidente Correa; para despojarse de ella el futuro que ya llegó obligará a hacer grandes cambios en el actual paradigma. Mientras tanto el Presidente tiene la obligación de depurar su administración.

Los indígenas están preparados para la lucha. No pueden ser subestimados. Escuché en la televisión: “estamos armados, tenemos lanzas y escopetas”; es decir están en pie de guerra. Ojalá que cuando aparezcan estas líneas todo esté solucionado. La selva amazónica no es el mejor sitio para nuestros soldados.

Los ciudadanos amazónicos tienen sus propias tácticas y están acostumbrados a movilizarse en la selva y a la sombra de sus misterios.

La comunidad indígena ya lleva años luchando por ser incorporada a la calidad de ciudadanos ecuatorianos. No se puede negar que se los ha considerado como una raza vencida y aparte de la civilización. La presencia de ellos en una gran manifestación pública es indicativa de la fuerza vivencial que ese pueblo exige.

No hace falta un llamado a la cordura del gobierno, pues es una rebelión en apariencia justificada; sería fatal para el continente.

jueves, octubre 01, 2009

La turbulencia

La visión ecológica, es decir, la parte de un mercado que crean los empresarios, sigue muy complicada en razón de las políticas y leyes creadas por el Gobierno, y sobre todo por aquellas que se han dejado de crear para el desarrollo del país.

No se puede negar el valor creciente que tengan leyes y reglamentos que se hayan dictado hasta ahora, pero no admite cuestionamiento que muchas de las nuevas disposiciones y leyes son punitivas.

No sabemos cuánto tiempo durará esta política de cambios que no cambian; se está cavando más hondo, pero en el mismo sitio, lo que da por consecuencia una morosa utilización de los escasos y limitados recursos locales y extranjeros con que cuenta el país.

Por la profusión de disposiciones y el ajetreo de los políticos que no han caído en desgracia, se podría presumir que el Presidente tiene una agenda muy cargada, la cual estará llena de temas y compromisos locales, internacionales y, por qué no decirlo, también globales, para la época de globalización que el mundo comienza a desarrollar.

Ya hay cambios globales: en la medicina, en el comercio, en el transporte… que se pueden apreciar sin esfuerzo, y que tienden a proteger la salud, rapidez en la expo-importación, etcétera, factores que tienden a revolucionar los costos de operación de las empresas y negocios. Ahora es fácil comunicarse inmediatamente con cualquier punto del globo, que está solucionada la necesidad de viajar de prisa. Conozco de una empresa cuyo director ejecutivo no ha viajado por negocios una sola vez en lo que va del año, contrario a lo que antes sucedía.

Ya lo escribimos alguna vez: el escenario global de hoy es diferente y diferentes son sus actores. El Ecuador debe comenzar a jugar en las grandes ligas y tener una visión más amplia del comercio exterior, porque nuestro mercado interno es muy limitado para cualquiera de las grandes empresas globales; pero sí que podríamos actuar en las tercerías que ellas –las grandes empresas– están contratando para abaratar sus costos. Muchos productos extranjeros que importa el país constan de partes hechas en otros diferentes: China, India, Corea, etcétera. Es tiempo de visionarios y de armar una estrategia de comercio exterior que concuerde con la visión global (kosoryoku llaman los japoneses a esta capacidad de ver lo invisible y dar forma a lo amorfo. Omahe).

Ahora, más que nunca antes, cuando el entorno para el Gobierno es turbulento, no lineal, hay que apresurarse por motivos muy importantes: el uno que es la creación de puestos de trabajo; dos, porque la emigración de profesionales formados a nuestro costo estaría dejando sin técnicos al país; y tres: porque se estaría desaprovechando la tecnología que tales empresas podrían traer, y por último, el no menos importante, que seríamos así un factor de creación de riqueza.

viernes, septiembre 18, 2009

Un nuevo conflicto

En el ambiente ya bastante saturado ha aparecido un nuevo conflicto: los contratos de obras públicas, con la paternidad y para beneficio del hermano del presidente Correa.

Los contratos se han firmado en contra de la Ley que prohíbe hacer negocios a instituciones o sectores públicos con familiares del Presidente. La Ley es terminante, no admite remilgos.

Se hace muy difícil especular las razones con base en las cuales se adjudicaron las diversas obras que se han contratado, con el personaje y sus empresas, aunque es posible percibir las circunstancias –porque solo sería especulación–, considerar el contexto total para las concesiones, puesto que otros aspirantes a las obras habrán tenido que hacerse a un lado del camino. De seguro los perdedores, aquellos que no fueron seleccionados, estarán batiendo palmas.

La situación es bastante penosa por dos motivos: el legal, por haberse quebrantado la Ley y la moral, porque con toda seguridad se habrá roto la unidad familiar. Adicionalmente, la cola política deja sin piso a la oposición que el mismo Presidente ha creado con su léxico de barricada y sus desafíos.

Pero a pesar de ser un conflicto público también es un escándalo social que resta autoridad moral al Presidente, ya que ahora sabremos quiénes son los nuevos dueños del país. Muchos de los que aportaron para la campaña también sentirán la tentación de acercarse sutilmente al sitio o entrar por la puerta de atrás.

Quienes son partidarios de PAIS estarán desilusionados al conocer el escándalo que directamente está afectando los ribetes del partido, y la falta de escudos protectores de la corrupción.

Toda organización –y todo partido político es una organización– debe contar con políticas que establezcan los límites de decisión y las responsabilidades para quienes las toman o las ordenan; así es que si el partido del presidente Correa las ha tenido, deberá atenerse a las consecuencias.

Mucho me temo que las cosas se queden como nacieron. Con solo el escándalo, porque así es nuestra idiosincrasia; pero si hay autoridades con suficiente energía, se deberán poner las cosas en claro, aunque no sean color de rosa.

Si de anular los contratos se trata, hay que tener mucha discreción para no causar el impacto socioeconómico que genera toda obra pública exabruptamente suspendida, pues habrá que despedir trabajadores causando desocupación y sus secuelas, y abandonando las obras que se estaban llevando a cabo.

Es penoso ver que los lazos familiares se rompen y que la conducta filial recibe un porrazo tan fuerte que resulta difícil soldarlo después de las manifestaciones mediáticas que se han cruzado los hermanos Correa.

En medio de la vorágine que se ha armado, el Presidente decide operarse la rodilla viajando a Cuba, con un tremendo séquito y avión prestado, todo lo cual por gratuito que sea tendrá un alto costo económico para el Estado. Parecería que se trata de dar la espalda a lo que está sucediendo para amortiguar el impacto que el conflicto ha causado.

El presidente Correa debe aprovechar el viaje para meditar largamente acerca de la política ecuatoriana y tal vez aconsejarse con el gobierno de Cuba para que pueda ver que el poder de hoy del presidente no se lo puede confundir con el del pasado de hace cincuenta años.

viernes, septiembre 11, 2009

Constelación

Es verdad irrestricta que el presidente Correa es un imán de fuerte atracción para los problemas de gran envergadura que debe afrontarlos, y son de tal naturaleza que no es posible darles la espalda y encogerse de hombros. Todo lo que hasta ahora salta tiene connotaciones políticas, que generalmente afectan el prestigio oficial. Responsabilidad para el Gobierno.¿Pero es que acaso el presidente Correa no se ha dado cuenta de que el poder es una facultad que el pueblo ecuatoriano le ha otorgado para que lo desarrolle y ponga en práctica un verdadero gobierno, y para que lo ejerza con conocimiento, justicia y equidad, buscando las mejores oportunidades dentro del mundo globalizado?Al presidente Correa, en el ejercicio del poder, ya se le habrán presentado mil y un aspirantes a los cargos públicos. Aparecen entonces las grandes presiones, que le habrán hecho tomar decisiones equivocadas o apresuradas, pero de difícil marcha atrás.Ya no habría tiempo para discriminar, seleccionar o escoger a los mejores, sea que comulgasen o no con sus teorías de gobierno, los candidatos afrontan un salto a lo desconocido con el consiguiente riesgo del pronto “dejar de ser”, o caer defenestrado por cualquier causa.Desde entonces a esta parte el gobierno de Correa se ha debilitado mucho políticamente y ha tenido que echar mano al presupuesto nacional para encubrir debilidades, o algo que haya que abandonar. Pasa mucho tiempo tratando de crear fortalezas allí donde cree que hacen falta refuerzos, pero parecería que los colaboradores que son llamados a aportar al régimen no entienden al sector público, o encuentran fallidas sus esperanzas, o el traje les quedó muy grande.Tiene que haber una combinación de factores no visibles que fijan las decisiones trascendentales, pues de otra manera no se explicaría la conducta presidencial, muchas veces, errática. Para esta nueva sociedad siglo XXI que intenta fundar ha querido o ha preferido usar la cimitarra para descabezar a tirios y troyanos.Es cierto que a la vieja guardia le había llegado la senectud, se había vuelto repetidora de antiguos procedimientos y había, por tanto, dejado de ser competitiva. Los mismos y los mismos aparecían siempre y parecía que se hubiera agotado el número de los aptos. Se había destruido lo que ahora se quiere reconstruir, con menor fortaleza.Pero como más arriba manifesté, políticas y procedimientos no son los adecuados a la época. Hoy por hoy la estabilidad política y los principios democráticos son hartos apreciados por los pueblos. Sin embargo, como lo escribió un psicólogo de la política: los que tienen el poder toman medidas o hacen proyectos para veinte años, en la creencia de que su gobierno durará por lo menos ese lapso. Los países ya no son propiedad de sus mandatarios. Por el progreso de la tecnología informática en las montañas y en los sitios más alejados del planeta, las noticias se conocen en tiempo real, en su propio idioma y en su propia casa.A manera de colofón: cuide, señor Presidente, los recursos con que cuenta el presupuesto. Quita la respiración informarse por el Registro Oficial la cantidad de ministros que viajan a congresos y reuniones en comisión de servicio, casi el mismo día que se posesionan.Muchos sillones (presidencial y los ministeriales) permanecen vacíos durante días.

jueves, agosto 27, 2009

Los desajustes

Acciones y disposiciones por parte del Gobierno siguen manteniendo el toque de incertidumbre y nerviosismo que caracteriza al gobierno Correa, desde el comienzo de su gestión. Han pasado dos años desde esta nueva etapa que en sus comienzos se llenó de ofertas, que el ingenuo voto de una mayoría catequizada en reuniones de oposición a las viejas guardias que, como en la gran mayoría de países, son las figuras coloniales que conviven y sangran los recursos.

En nuestro país fue notorio el dominio de esta casta, quitaban y ponían rey y cuando no cumplían los objetivos que se proponían, ¡zas! La dictadura, militar o civil. Quien quiera más detalles intérnese en la lectura de los diarios de las diferentes épocas.

Para los días que transcurren con la carga política actual, el país se ha quedado sin líderes; el último: León Febres-Cordero, cuya voz era el trueno que siempre anunciaba los incontestables argumentos, que luego morían encerrados en las gavetas de la burocracia que guardaba celosamente el respaldo legal que le convenía, a la corrupción de entonces y su continuidad de ahora. (Correa puede ser muy honrado ante la tentación económica que llenaría sus bolsillos; pero si él conocía el negocio de Fabricio remotamente, lleva parte de la responsabilidad. La terminación de los contratos, de darse unilateralmente, sería gran negocio por las indemnizaciones que supuestamente debería recibir el contratista. Habrá nuevas soluciones para viejos problemas).

Con el proyecto de los comités barriales se creará el sistema de espionaje nazi-fascista; lo medular de la idea es dotar al Gobierno de un espionaje general dentro de la comunidad, cual ocurrió en la Inquisición y en la Alemania de Hitler. De otra parte, la acción significaría el espionaje doméstico en el sentido de que habrá delegados secretos de la conveniencia del Partido Siglo XXI que serán los grandes suministradores de las noticias políticas que se generan dentro de casa, de la fábrica, la oficina, etcétera, etcétera; es decir, el sistema hitleriano de control del país y su gente para que perdure el socialismo.

El país ha entrado en una ruptura política con su pasado, las tendencias indican que tendremos incógnitas para rato. De cada cambio habrá que dar la lección a Caracas; lo que allá se haga se deberá copiar, hacerle los ajustes que demanda el entorno o la idiosincrasia del país. La sociedad ecuatoriana estará siempre expuesta a un cambio de actitud.

Lo escrito son conjeturas que se basan en las tendencias, la percepción y realidades de la ruptura que se está viviendo, por eso serán necesarios los ajustes a los desajustes del híbrido político que rige ahora.

jueves, agosto 13, 2009

La nueva gestión

Los vientos que soplan no son lo favorable que se esperaría en la carrera hacia los resultados de las empresas de negocios, columna vertebral para el adelanto y bien del país; el eslogan de la campaña electoral así lo repetía. Sin embargo, se olfateaba que se trataba de destruir o eliminar a la vieja guardia que venía administrando el país. Los tintes socialistas ahora son inequívocos.

Es verdad de a folio que por muchos años se repitieron los mismos actores y los mismos procedimientos, ya envejecidos. Todo cambio que por entonces se hizo, tenía el óxido del tiempo, y al final resultó ser el producto de una componenda envuelta en papel de regalo muy bien etiquetado y con dedicatoria para los mismos de siempre.

Políticamente, el nuevo régimen quiso sanear el procedimiento, y esta fue la bandera de lucha de un grupo que ambicionaba, quizás con la fuerza quemante de un ideal de juventud, llegar al poder y realizar una asepsia completa que libre al país de los macroorganismos que le chupaban las posibilidades del resurgimiento, para transformar los factores negativos en columnas que sirvan para levantar la nueva nación.

Pero, ¡oh suerte la de mi patria! Se repiten las elecciones dizque para el saneamiento y expulsión de organismos carcomidos y en la senectud; y marca con el dedo de la opinión pública una ruptura de época, que va a costar mucho tiempo y recursos para rehacer el país. La idea de la globalización, mientras tanto, se va introduciendo en países, gobiernos y actividades.

Hasta ahora no se puede señalar que las leyes y las políticas gubernamentales estén cambiando radicalmente el esquema, pero lo que sí está ocurriendo es que se pueden generar suficientes recursos para mantener ocupada la atención de los ecuatorianos, mientras la inflación de precios –principalmente en el área de comestibles– y la falta de trabajo angustian a hombres y mujeres. Al respecto, el Gobierno acaba de cancelar de su empleo a algunos trabajadores de El Telégrafo, el diario oficial, sin aparente motivo. (Las estadísticas probablemente indican que la economía del diario está golpeada).

Me atrevo a pensar lo mal que puede sentirse un presidente cuando quiere hacer o tomar una medida de acuerdo a su criterio o sus principios de buena administración. En una organización como la de un país, demócrata, no dictatorial, no autárquico, no despótico, siempre habrá cosas que hacer. Lo inteligente en el mandatario es determinar qué es lo que se tiene que hacer. Estas decisiones muchas veces no serán del agrado del círculo de poder que rodea a un mandatario. Aquí en el Ecuador, se ha hablado de un “círculo rosa”.

El nuevo tipo de gestión siglo XXI más la tecnología de la información con sus avances, están cambiando la mentalidad de gente y países. Estamos desincronizados en el tiempo, y es necesario que de esa esencia sociológica, el presidente Correa considere de primera prioridad el empleo, el trabajo. En el mundo está sobrando dinero para capitalizar negocios, mientras en el país hay un alto desempleo, que significa perniciosas consecuencias sociales.

jueves, agosto 06, 2009

Poco a poquito

El gobierno de Rafael Correa está pasando por un periodo de acción política muy febril. El descontento masivo comienza a hacerse presente en las calles y se enfrenta con la Policía, que pronto no podrá detenerlo, y es donde está el peligro, que la actitud de protesta suba el nivel calórico y se produzcan situaciones o hechos de mayor trascendencia.

No cabe duda de que los vientos contrarios soplan cada vez con más fuerza, deteniendo así el desarrollo económico del país. Están saliendo tantos acontecimientos desfavorables para el Gobierno que en realidad torna admirable que se pueda gobernar con una marea que cada vez amenaza más y más la posibilidad de que le quede tiempo y mente fría al Presidente para gobernar; en cuyo caso, de no poder gozar de estas ventajas, tiene que delegar mucho de sus ideas y proyectos a sus funcionarios, con peligro de que no puedan interpretar sus ideas y el cumplimiento de los objetivos.

En la administración pública y también en la privada el poder para la decisión y la responsabilidad no se pueden, ni se deben delegar. Con mayor razón en el quehacer presidencial, en que la autoridad es un mandato entregado por el pueblo al gobernante. El pueblo es el que designa a quien, por la Constitución, le da el poder último para que pueda legislar.

De otra parte en democracia el poder, a pesar de perseguir el bienestar social dentro de la igualdad y equidad del presidente tiene fronteras legales dentro de las cuales podrá actuar. Gobernar a espaldas de estas leyes es acción dictatorial, y torna al gobernante susceptible de ser tildado de dictador: término nefasto para la dignidad política de cualquier mandatario.

Parecería que Rafael Correa maneja la teoría subyacente de que toda ley tiene su trampa legalista, que sirve para evadirla o incumplirla; y eso es lo que está sucediendo por parte del Presidente para conseguir el poder total para producir el cambio. Un cambio que no se lo entiende, pues se trata de cambiar leyes en beneficio de su mandato. Podemos, por lo tanto, esperar sorpresas, producto de sus ideas revolucionarias, pues las que hasta ahora ha dictado no dan aún el resultado previsto, y de la confusión surge la corrupción. Esta –la corrupción– surge en cualquier estamento del Gobierno. Mucho me temo que al eliminarse la autonomía del Banco Central que es desde donde se vigila, se regula y se controla el sistema monetario, se vayan a producir disposiciones y prebendas que afectarían la moneda, y que quizás sea el primer paso para que se cumpla la idea chavista de una moneda bolivariana.

El Ecuador está pasando por un periodo de transición. Los beneficios del nuevo orden aún no los sentimos, y más vale ha aumentado el deterioro de la economía y del propio dólar que, desde el gobierno de Mahuad, se adujo que era la medida que hacía falta para tener un Estado de bienestar.

Hay lucha entre el capitalismo moderno y el socialismo del siglo XXI, por lo cual para conseguir éxito se necesita destruir las instituciones y crear las leyes que facilitarán a las nuevas, que estarán controladas por el Estado, terminando así con lo que se ha dado en llamar la larga noche neoliberal.

jueves, julio 23, 2009

El País

Cuando la patria es de todos, al exclamarlo así se siente un orgullo extraordinario que parecería escuchar el clarín que nos llama a defenderla. Y realmente hace falta que la defendamos ahora que los escualos ya comienzan a merodear la presa.

Resulta difícil ignorar o pasar por alto los negocios millonarios que por la influencia cercana al poder se han concedido con ausencia de requisitos de ley, sin los cuales no es posible acceder a los recursos que se dan prestados en la CFN.

Son deudores privilegiados. El privilegio está precisamente en ser hermano del Presidente. Este trato preferencial de ninguna manera es nuevo. Es un elixir que fluye en toda administración; pero no por eso es justificable.

Ahora que el país es de todos, los contratos también son de todos. Si el Presidente lo habrá sabido o no, es indiferente. Si ha transgredido algunas leyes para acomodar el futuro de su gobierno no importa la imagen. Por otra parte la oposición también tiene un campo feraz para las actividades en contra de las políticas del Gobierno.

No se puede negar la transgresión de la ley por parte del allegado presidencial; hacerlo sería querer tapar el sol con un dedo. Si este escándalo deja de ser noticia prima, la historia ya lo recogió. Surge ahora un nuevo escándalo cuando ya se especula acerca de la contribución económica de la guerrilla colombiana a la campaña presidencial del ahora presidente del Ecuador.

Envuelto en estos escándalos, dedicado a viajar, la administración del país no puede ser lo eficiente que debiera ser para producir el cambio que prometió. Los pelucones a quienes tanto popularizó ya tienen reemplazos. El país conoce las andanzas de los nuevos privilegiados.

De otra parte, parecería que la cantera de candidatos ya no existe, gobierna con el sexo femenino. Y este concepto no es para decir que es malo, porque hoy la mujer está preparada, pero no en carreras políticas, lo que por consecuencia causa un constante flujo de personas de ambos sexos, la mayoría de los casos sin mayor trascendencia. Esta discontinuidad no favorece a la imagen del régimen, lo debilita y lo desgasta. No creo que esta política sea mala, que hasta pueda causar el enunciado una protesta.

Y por fin no es posible pensar en una eficiente administración cuando las decisiones se las toma apresuradamente, que luego hay que dar marcha atrás.

La tarea de cambiar al país de productor a productivo aún no ha principiado. Las leyes que hasta ahora se han dictado son para demostrar algún interés, pero hasta ahora no hay un plan o programa realista y coordinado que sustituya al desorden, elimine la incertidumbre. Las tendencias indican que ese estado de cosas continuará por el interés de manejar el gobierno hacia la reelección.


jueves, julio 09, 2009

Cambios Trascendentales

Los sucesos políticos de este tiempo son indicativos de una evolución que los pueblos están sufriendo después de regímenes democráticos, casi siempre producto de un capitalismo envejecido o de promesas no cumplidas.

Si nos propusiéramos hacer un paralelo con Honduras, encontraríamos similitudes entre los dos pueblos. En ambos casos se prometió el cambio, pero este cambio nunca llegó. La mala administración sigue reforzándose mientras se alimenta la nueva figura política: de la continuación de gobiernos, que a la postre no sabremos el resultado. El escándalo, de que está rodeado el presidente Correa en estos días, es una demostración de que los buitres estaban listos para caer sobre la presa tan pronto se justificasen las circunstancias.

Correa tiene ahora un hueso muy difícil de roer, porque la intuición popular sospecha que así como ha habido un infiltrado para sacar provecho con el nuevo Gobierno, otros también intentarán aprovechar en mayor o menor escala las cercanías al poder. El presidente Correa afronta un escándalo mayúsculo del tamaño y consecuencias de los negocios o negociados a los que decía que se practicaban en gobiernos anteriores, para referirse a los cuales usó muchos epítetos.

No hay cambios que trasciendan en la economía en general para asegurar el bienestar de los ecuatorianos. Todas o casi todas las leyes que se dictan contienen una carga de interés ampliamente política que parecería una mano de ajedrez en que las piezas claves que se mueven son para asegurar el jaque mate.

No intente, economista Correa, imitar o seguir los dictados de Venezuela, en donde ya no se consigue ni papel higiénico. Aunque hablemos el mismo idioma, el Ecuador es diferente en muchos aspectos; y si el Presidente sigue las huellas del dictador Chávez, cometería un error político de envergadura, que solo traería más atraso del que ya estamos sufriendo.

Mire ahora mismo, en el caso de Honduras nada ha podido hacer la diplomacia internacional ni los presidentes de los países que viajaron con usted para acompañar la reposición de Zelaya. Debemos aprender y reflexionar sobre el caso.

Está claro que los pueblos de América Latina demandan cambios trascendentales. Tenemos nuestras propias virtudes y defectos, nuestra propia idiosincrasia y rechazamos cualquier tutelaje criollo o importado que no tenga el saber legítimo y democracia también legítima.

Se necesita capital de riesgo. Existen sectores y actividades que demandan capital y un empresariado fuerte, capaz de afrontar las vicisitudes del futuro, que por otra parte serán muy serias cuando el mundo entre en la etapa de globalización. Se necesita, más que nunca, incrementar el PNB para que el mundo que nace no nos encuentre débiles, cuando entonces podría perecer nuestra independencia.

jueves, julio 02, 2009

Crecimiento y administración

La globalización es un concepto nuevo para el empresariado de los países de América Latina. Este concepto tiene que ser ampliamente comprendido para poder aprovecharlo. El socialismo siglo XXI no está en las instituciones de acuerdo con la nueva fórmula de intercambio, porque considera que es modalidad de los países ricos o más desarrollados para ejercer dominio sobre los países pobres o los que suministran materias primas; pero si se profundiza en el criterio comercial se podrán apreciar las muchas posibilidades y alternativas que el instrumento ofrece.

Porque tiende a que la competición internacional sea múltiple entre los países que también serán múltiples compradores-proveedores.

Este nuevo concepto trae una revisión de todos los procesos internacionales y también de los domésticos. Tratados, acuerdos, convenios, etcétera, entre países forzosamente tendrán que ser revisados para ponerlos a tono con las nuevas exigencias del comercio global.

Para el Ecuador significa una ventaja poder competir con otros países y otra gama de productos. Sin embargo, la parte difícil estará en el financiamiento. El gobierno de Correa se ha peleado con el capital extranjero y las instituciones que lo manejan. Es remota la posibilidad de que venga capital extranjero ante la incertidumbre con que se está manejando la política de comercio exterior.

La Ley de Compañías acaba de ser modificada para poder ejercer más control sobre el capital extranjero, poniendo algunas drásticas limitaciones a este.

Las tendencias imperantes mostradas por el Gobierno continuarán, salvo que ocurra algún suceso intempestivo o inesperado. La historia de las políticas económicas guarda muchos ejemplos.

Nuestro país marcha al garete, sin saber qué rumbo tomar. Lo único que se sabe es que se quiere cambiar su estructura para ponerla acorde con las teorías del socialismo siglo XXI. La democracia sustituida por el autoritarismo ya comienza a dar sus frutos: los escándalos de estos días que rodean al presidente Correa.

Se pasó la oportunidad de tener un Ecuador mejor, distante de los grupos de poder contra quienes, se decía, eran los dueños del país. Pero la suerte ha querido que salgan otros dueños y que desde el inicio del nuevo Gobierno hayan planificado beneficiarse con el triunfo de su candidato.

Rectifique, señor Presidente. ¡Aún le queda tiempo! Tenga presente que no solamente hay que ser, sino parecer. Pero no olvide que el ejemplo venezolano no es el que mejor le cuadra al Ecuador. Por mucho que digan los economistas oficiales que las cifras son optimistas, el país no crece, el ingreso se sigue desvalorizando, muchos negocios han cerrado sus puertas o han emigrado ante la incertidumbre.

Hay viento en contra. El desempleo aumenta y con este el descontento y sus secuelas. Como decía mi antiguo profesor: “no hay países subdesarrollados sino subadministrados”.

jueves, junio 11, 2009

¿En qué tipo de crisis estamos?

Todo el mundo habla de que existe “crisis”, pero nadie acierta a decir de qué clase es; porque las hay de diferentes tipos: económica, financiera, política, de administración, etcétera. Lo raro de esta crisis es que el Gobierno sigue gastando a troche y moche. Sin exagerar, el Presidente está en campaña política electoralista desde el primer día de su mandato, y esto cuesta mucho dinero al Estado, que está escuálido.

Al Presidente se le está yendo de las manos la economía del país, hasta llegar a lo que todavía no se podría llamar crisis. Lo que ocurre ante el desastre administrativo de la dirección económica es que se ha perdido la ruta. Parches por aquí, parches por allá.

El resultado viene siendo lógico: una depresión económica, cuyos resultados no serán de ninguna manera los que el Gobierno espera.

Lo hemos dicho antes: todas las medidas económicas y financieras que se han tomado hasta ahora no estimulan la producción, y mucho menos la productividad de los negocios. Asombra, por tanto, que siendo el Presidente economista de profesión caiga en dictar medidas algunas como de las que hasta ahora ha decretado, que van en desmedro de querer incrementar el PNB. La inflación está llegando por la vía de los precios.

Es de suprema importancia crear la seriedad en el país, porque hasta ahora las medidas que se han tomado tienen sabor amargo, dentro de un contexto que no crea confianza. El capital privado no llega o abandona el terreno ante la inseguridad: teme la nacionalización, la confiscación, a las altas tasas de interés, y otras etcéteras que pudiera inventar un gobierno cercado por un irracional manejo de sus ingresos. Y la seriedad consiste en tener un plan de desarrollo firme y dispuesto a seguirlo. Los estadistas modernos así administran a su país.

No se entiende la crisis que se dice que estamos pasando, cuando el Presidente viaja a capricho, al igual que todos sus ministros. Mientras tanto, parecería que el Gobierno y las autoridades monetarias están esperando que la enfermedad de la economía se restablezca sola; pues eso parece significar la configuración del entorno económico-financiero. Pero, claro, si se pone a manejar un auto de carrera a quien solo maneja un vehículo convencional, lo que haga resultará en el parto de los montes. Aquella triste figura retórica de las “doras” habla muy mal de los dirigentes de nuestra economía del siglo XXI.

Hay desconcierto en la dirección de la economía: no existe un plan de desarrollo total y los jerarcas utilizan medidas parche, que más vale crean desconcierto, trastornando el mercado y creando la especulación. El juego con las tasas de interés es típico, alrededor de las cuales se conjugan muchos valores positivos y también negativos del dinero. Esta incertidumbre hace que el dinero se esconda o emigre del país.

Todavía no se interviene al sector bancario conforme a las reglas del socialismo siglo XXI, que tienen como uno de sus principios que cada vez el Estado debe intervenir o controlar ciertas actividades.

La depresión que afronta el país es una enfermedad que mantiene escuálida a la economía. Las variables con que se miden la productividad llevan tinte político y crean el desgano y la paralización en el consumo.

jueves, mayo 28, 2009

El costo escondido

Los bancos no están prestando dinero; lo cual significa directamente una reducción en las actividades de toda índole, creadoras de riqueza.

Este es un índice más de que se aproxima alguna decisión que se está madurando con respecto al área bancaria. Repetidamente el presidente Correa ha hecho alusión en sus intervenciones a la “banca corrupta”, sin precisar a quién o a quiénes se quiere referir. Pero este es el hecho de menor importancia, pues lo grave es el efecto en la economía del país, si se recuerda que sus actividades están fuertemente apalancadas con el crédito bancario.

De otro lado no se puede pasar por alto que la crisis mundial presente es de desequilibrio, precisamente en el crédito frente al consumo, y que lo que se necesita no es castigar a la banca rebajando sus tasas por servicios o la de interés que cobran por dar prestado el dinero (en su mayoría dinero ajeno), de acuerdo al mercado y/o las regulaciones de las autoridades respectivas.

El crédito bancario es un mecanismo vertebral de la economía de este país pequeño, pobre y políticamente desordenado.

Es verdad que el crédito se ha reducido por efecto del nerviosismo que se ha sembrado y porque mucho dinero no se deposita en la banca sino que se va al exterior a financiar negocios de otros países, que presentan más seguridad que el nuestro. Las amenazas del presidente Correa estimulan el nerviosismo existente y la inseguridad política es un caldo de cultivo para el temor.

El Ecuador necesita capitales para fomentar todo lo que está por hacer y ponernos a tono con la globalización. El Gobierno necesita estudios para desde ahora saber cuál va ser nuestro destino frente al comercio internacional en que los países van a luchar por ganar los mercados que de pronto se abrirán.

Es una época de cambio y nuestro país no cambia todavía ni se pone a tono con las nuevas exigencias del comercio internacional. El Presidente no está de acuerdo con la dolarización y esto significa que de un momento a otro se dicte alguna ley que nuevamente nos cambie la moneda ecuatoriana. El costo del crédito no es lo que representa esto en dólares sino el de la riqueza intangible y la falta de productividad.

Hay nerviosismo y falta de confianza para los inversionistas. Los bancos son la columna vertebral del sistema financiero, y al estar amenazados guardan mucha prudencia con su capital y el dinero de los clientes. El público ha asimilado mucho con las últimas experiencias de iliquidez bancaria. No se debería crear desconfianza, con declaraciones y rencores que atentan contra las actividades bancarias.

Vamos a ver qué sale después de la visita de Chávez y Morales.

Para mi coleto pienso que el trío se ha reunido para determinar las decisiones futuras y revisar también el progreso de lo hecho hasta ahora en estos tres países.

Los administradores de negocios deben permanecer con los ojos muy abiertos, pues luego del triunfo de Correa parecería que siente un respaldo para las medidas que ansía el socialismo del Siglo XXI.

jueves, mayo 21, 2009

Ajustes

La entrevista que publica EL UNIVERSO el 11 de mayo del 2009 al ministro de Política, Ricardo Patiño, y a doña Manuela Gallegos, secretaria de los Pueblos, contiene algunas apreciaciones, aunque elementales al parecer, que se las puede considerar de profundo significado político.

El Ministro ha dicho que el Plan Nacional de Desarrollo  presentado por Senplades a la Asamblea Nacional para el período del 2007 al 2011 recoge los cinco ejes de la “revolución ciudadana”.

Sería conveniente para poder juzgar mejor el Plan que nos recuerde frecuentemente cuáles son los cinco ejes, porque después del período que lleva ejerciendo el poder el presidente Correa, la ciudadanía los habrá olvidado.

El ministro Patiño se ha referido en la entrevista a que se va a poner “énfasis en el desarrollo del modelo de la economía social y solidaria a través de la producción agrícola”.

Las expresiones tienen un alto contenido político que el Presidente deberá reconocerlas en algunas de sus intervenciones sabatinas, ampliando el contenido de estas declaraciones.

Lo dicho por el Ministro tiene una gran connotación para el futuro de los cuatro años. Esperamos que pueda ser recogido en el Plan de Desarrollo, por cuanto se necesita conocer de las promesas electorales, cuáles se han cumplido y cuáles no. Se entiende que en la existencia del Plan de Desarrollo se deben marcar objetivos y metas, tanto económicas como sociales.

En cuanto a las declaraciones de la secretaria Gallegos, preocupa las limitaciones de sus conceptos que se refieren solo a la agricultura y expresa que existe un “Plan de Vida de la Sierra”. En este punto su declaración parece contener un tinte regionalista, cuando se refiere a la agroindustria costera y que se deben hacer cambios al respecto.

Los días que vienen van a ser muy de política. Hay que reagrupar fuerzas de acuerdo al resultado electoral, y esto traerá como consecuencia que cambien los planes del Presidente; viene una etapa de fuertes negociaciones políticas para los próximos cuatro años, que cambiarán las estrategias. Sugerencia: estar muy atentos de actitudes oficiales y la consecuencia que se pudieran derivar de las nuevas leyes.

Recordemos que el socialismo siglo XXI no ha cambiado mucho. Sigue siendo verdad: aquello que sea de interés público y que está en manos privadas, debe ser controlado por el Estado, o eliminado. Es decir, no hay mercado libre.

De otra parte, el perfil que del Presidente traza el Econ. Alberto Acosta indica que la voluntad de aquel es la que prima en todos.

Se deduce del contenido de las expresiones de dicho personaje, que el presidente Correa no tiene las características para ejercer el mando democráticamente. Las acciones futuras, observadas con este prisma, probarán esta aserción.

Cualquiera que fuere el futuro administrativo del poder, la economía ecuatoriana se ha deteriorado tanto después de tantas promesas de cambio, que parecería que el Presidente tuviese la intención de traumatizar al Estado ecuatoriano y ponerlo a cero. ¿Quién cubre el lucro cesante?

jueves, mayo 07, 2009

Billones para el mundo

El Grupo de los 20 en su reunión de mediados de la semana pasada acordó regar  el mundo con billones de dólares para sacarlo de la pobreza.

Muchísimos intentos se han hecho al respecto. Cada congreso o convención mundial lleva la más pía intención de hacer algo para la solución de este problema mundial, pero luego de que termina el cónclave los participantes olvidan sus buenos deseos.

Dicen los partidarios de la decisión que ha terminado la época del neoliberalismo y renace la del libre comercio. Hay mucha diferencia entre lo uno y lo otro. Ya estamos viendo.

No hay duda de que ante el panorama bien se puede predecir que la estructura del mundo va a cambiar, y de ser así será el  factor medular para el cambio de los pueblos.

¿Acaso no es un proceso de cambio el que está sufriendo el país con la “revolución”? Para bien o para mal tendremos que cambiar y soportar muchas vicisitudes, producto de la vorágine de procesos sociales y naturales o de los actos de Dios.

No todo cambio es beneficioso. El mundo contiene lo bueno y lo malo, y es la sabiduría del hombre la que decide aprovechar lo uno o lo otro. Pero es cierto que la administración y el desarrollo económico global funcionan a base de teorías y ecuaciones de Keynes, Friedman, Ricardo, Smith y otros contribuyentes de desarrollo de la economía de hoy, que no es de ninguna manera un producto específico y destilado de todas ellas.

Aún es extemporáneo comentar cómo funcionará el nuevo sistema monetario que acoja los billones que lloverán. Lo que sí es cierto es que el actual sistema dejará obsoleto a muchos sistemas e instituciones, y quién podría saber los conflictos de poder que se producirán por efecto de los que tengan lugar al reguero de dinero que habrán que repartir.

Los billones que llegasen a circular por el mundo no serán suficientes para terminar con la mala distribución de la riqueza. Se necesitarán muchos agentes en actividades diferentes a las de ahora para producir el cambio.

Por lo poco expresado aquí respecto al tema, deberá pasar mucho tiempo, años, antes de que sea realidad la entrega para acabar con la pobreza. Por lo demás, la pobreza no la termina solo el dinero.

Si la abundancia no se la distribuye con equilibrio entre factores productores de riqueza, el efecto será un factor desestabilizador que dará origen a una renovada lucha de clases: un nuevo comunismo.

Ante la avalancha de dólares que se producirá, cabría preguntarse: ¿se devaluará  esa moneda, o desaparecerá para cambiarla por una global? ¿Y qué pasará en los países con economía dolarizada? El comandante Chávez, de Venezuela, anuncia el sucre bolivariano, con el cual esperará reemplazar al dólar, por lo menos en los países en los que espera ejercer dominio. Si no lo recuerdo mal fue Napoleón quien dijo algo así como que para dominar un pueblo hay que principiar con su moneda.

La situación comentada será de muy profundos cambios. Se podría pensar que la intención es terminar con el dominio del dólar, por lo menos en América Latina igual que sucedió en la Unión Europea, o como estuvo sucediendo durante la II Guerra Mundial  cuando Alemania lanzó el askimark, como referencia del marco alemán.

jueves, abril 09, 2009

Globos de ensayo

Es ingenuo, por no decir infantil, que solo el rumor de la presencia de un barco cargado de moneda fraccionaria es suficiente para cambiar el sistema monetario del país; sistema es la energía vital que mantiene vigente la circulación de la vida económica y el desarrollo.

Ahora, después de décadas que se decretó cambiar de sucres a dólares, la economía aún trata de adaptarse y ser productiva porque en cambio la ha vuelto inflacionaria, con todos los efectos económicos y sociales de un proceso perverso en que está en peligro el hombre mismo. No es exageración pero el sistema actual comienza a ahogarse, y cuando en un país la gente se siente asfixiada porque no tiene el ingreso mínimo para subsistir, lo consigue a costa de sangre.

No creo que el país haya mejorado social o económicamente. Cuando un país no mejora sus condiciones de vida entra rápidamente en el proceso de la corrupción, que es el irrespeto a los principios morales.

Lo que estamos viviendo no es un proceso revolucionario serio en que ha faltado principalmente la gente adecuada, preparada en principios de administración política y económica, sin modelo alguno que sirva de patrón. Decir que existe un gobierno para el siglo XXI es una ironía cuando lo que se palpa es una destrucción de lo que existe, con la monserga de que todo está podrido, lo cual es una verdad a medias.

La administración personalista (yo soy yo…) es teóricamente inadmisible cuando existe política y sentimentalmente el concepto de libertad, que los pueblos con infinito derecho y lucha los han conseguido.

El título de este comentario surge en razón de que yo no creo que el presidente Correa tenga entre sus planes a corto plazo desdolarizar la economía y volver al sucre o a cualesquiera otra moneda que se le ocurra crear. La falta de cultura monetaria que tiene que ver con la pobreza y la riqueza –que es un campo de alta especialización, experiencia y academia que afecta a toda la trama social–. Desdolarizar la economía ecuatoriana después de un proceso tan abrupto y entrar a un proceso de desinversión, de cambio en el proyecto, equivale casi a declarar la ignorancia para manejar el sistema.

No hay que pasar al olvido el hecho de que el país está en déficit en su proceso económico, que no se puede pasar por alto la inflación y las tasas de interés, más otros factores que crecen como hongos en un cambio de moneda. ¿Y el problema internacional? Muchos resistirán. ¿Y la economía familiar?

Me permito recordar al Gobierno de Correa que se está jugando con una verdadera llamarada de la economía: se cobra y se cobra impuestos que se traducen en precios más altos, y la moneda no alcanza.

El rumor no es de naturaleza espontánea. El Gobierno comienza a estar acogotado económicamente; los recursos normales más la baja del precio del petróleo no alcanzan para cubrir las promesas, las realidades y lo superfluo.

No nos engañemos; si no hay inversión no hay producción dirigida, no hay riqueza.

¡Cuidemos la paz!


jueves, marzo 12, 2009

Tasa y desarrollo

El panorama del país está muy deteriorado, hay que repetirlo hasta el cansancio. Todos nos damos cuenta y lo sentimos, y observamos cómo su economía se va destruyendo.Se esperaba que luego de los ajustes a las importaciones se tomaran medidas para estimular la producción y la productividad internas mediante mecanismos de estímulo, motivación e inversión. Se cree que al prohibir o limitar una importación automáticamente surge la réplica en la producción nacional. De otro canto para generar producción, el país demanda una serie de factores que van desde la investigación con propósito, mediante estímulos tributarios hasta la apertura o protección del mercado.Es de gran importancia que el país sepa adónde nos conducen y cuáles son las metas a perseguir, para lo cual hay las cifras de la macroeconomía, a las que todos pudiéramos tener acceso, y no únicamente cuando el BCE las comente.El problema del país no es el déficit de caja, sino básicamente de capital para inversiones internas. Han salido por millones los capitales golondrina, sin que aun haya posibilidad que retornen. Sucedería esto si se desarrollara una masiva campaña para el comercio exterior, pero entonces ¿qué venderíamos?Tenemos que vender posibilidades de inversión, su seguridad y su retorno, y para eso se demandará un equipo de gente que mantengan las normas que se establezcan, las condiciones motivadoras y las tasas de desarrollo necesarias para estimular la inversión y mantener el rendimiento.Pero ¡oh, sorpresa! No había terminado de escribir este comentario cuando llegó a mi escritorio el R.O. 535 del 26 de febrero que contiene el texto de la ley 09-017, de la Política Industrial del Ecuador.Se trata de una ley bastante amplia que, honradamente aplicada, con amplios fines patrióticos hacia el desarrollo, podría transformar la infraestructura industrial, y equilibrar el comercio exterior –hoy venido a menos– vendiendo menos de lo que compramos. El aumento de la industria de exportación resulta ser un proceso complicado y de largo plazo; pero es justo lo que el país necesita, porque siempre hemos vivido con procesos temporarios, es decir el tiempo que haya durado el ministro que tenía a su cargo esta función.No se ha visto todavía un pronunciamiento oficial de las cámaras respectivas, pero a medida que se le toma el sabor el lector se da cuenta de la intención socialista construida mediante las referencias a las instituciones financieras que intervienen en la actividad. Destruido este nexo, es indudable que queda más campo para la intención gubernamental y el dominio de la actividad, que hoy lo tiene la empresa privada, a excepción del petróleo.Los grandes intereses que siempre se han movido alrededor del gobierno de turno siempre frenaron el desarrollo; y me tocó vivir gran parte del inicio de la época industrial, que ahora se intenta recomenzar.La industria de la manufactura es amplia y difícil. El manejo financiero no tiene parecido al comercial, en que la mayor parte de la carga de trabajo está en el flujo de efectivo; en cambio hay muchos y variados factores más, entre estos, la tasa de interés y el costo de los procesos.

jueves, febrero 26, 2009

Escenarios

Son diferentes y nada simples los escenarios actuales de la política ecuatoriana, tan diferentes que por mucha habilidad de que disponga el presidente Correa y de cuán abultado sea su arsenal de recurso humano –aunque no sea en calidad–, son muy complicados y muy difícil de salir de ellos.

Ubicado en el laberinto político es difícil salirse de él porque, como en el caso del país, la oposición está en guardia permanente, como el felino cuando detecta una buena pieza.

Son complejos los casos de Estado que maneja en la actualidad el Presidente. Cuando se solucionen el piso no quedará limpio, pero hasta lo que ahora se conoce (Ley financiera, Chauvin, expulsión de funcionarios de Estados Unidos) los casos son de una magnitud poco corriente, que tienen que ser manejados con pinzas para que quede limpia la vía para el futuro.

Y como el Presidente no tiene la formación de estadista, intenta “resolver los problemas a lo macho”, o como en otras circunstancias lo han logrado sus pares de Venezuela y Bolivia, y Cuba en un costoso pasado.

El tiempo político se fuga. Cada vez más sucesos inesperados que demandan soluciones inmediatas, so pena de a cada segundo hacerse más graves. Después de Angostura, viene Chauvin con mezcla de Policía y otros sujetos del quehacer político diario.

Parecería, sin embargo, que comienza la reflexión madura –que no es la policiaca– cuando los medios anuncian de una reunión de dos horas del Presidente con los banqueros, la cual tiene gran significado político, además de económico y financiero, en los momentos actuales de crisis generalizada y desgaste financiero.

Es larga la lista de calamidades a las que forzosamente tiene el Presidente que darles atención con tiempo y dinero, lo cual, a pesar de todos los esfuerzos que se hagan, no evitará que el país siga  rodando por el sendero de la crisis económica.

¿Quién vendrá para ayudarnos en esta hora de calamidades, cuando el Gobierno se ha distanciado del “taita del guagua?”

Tiene necesidad el presidente Correa de reflexionar en bien del pueblo que gobierna para que no sean las similitudes con otros pueblos las que se introduzcan en nuestras leyes y espanten las inversiones.

Está bien que se revisen contratos y se eliminen situaciones leoninas. Los gobiernos débiles no lo pudieron hacer por una serie de razones desde lo coyuntural hasta lo estructural, pero no podemos admitir como un falso principio que con el ataque sin motivación pueda servir de gancho.

La crisis es mundial. Y la veía cerca el jefe de la Reserva Federal, Alan Greenspan, aunque no se podría pensar que fuera la causa de su renuncia.

Yo creo, por mi manera de observar el desarrollo político y el económico, que el Presidente no va a poder con el problema, y que necesitará la colaboración de un equipo idóneo y muy competente, capaz de afrontar la situación reconstructora.

Los negocios de este país están fuertemente apalancados con créditos que muchas veces pertenecen a su propio dueño, lo cual no sería malo si el Gobierno a través de la Super de Compañías ejerciera o pudiera ejercer un control efectivo en el menor tiempo posible.

jueves, febrero 12, 2009

Globalización

Los tiempos de globalización mundial, y de crisis financiera en Ecuador en particular, nos llevan a la pregunta de cómo encontrar la solución. Se trata del caso mundial en que la respuesta involucra tantos factores y de tan distinta naturaleza, que es muy difícil, casi imposible, que los actores lleguen a ponerse de acuerdo en los remedios.

La globalización, se podría decir, es producto del adelanto tecnológico de la actualidad, en que la velocidad devora las distancias. Con la síntesis entre velocidad e información el mundo cambia, cada día: hoy lo blanco se hizo negro.

El cambio es para todos y en la medida que sepamos interpretarlo, nos beneficiaremos, y como es cambio de poder lo que hoy estuvo aquí, mañana puede estar allá.

La complejidad acompañará al cambio. Rara vez el cambio se produce en vertical; razón por la cual los ejecutivos de empresas y otras instituciones deben permanecer muy alertas y sensibles a los cambios que pudieran darse.

Los cambios más sustanciales se van a dar en el comercio exterior: cambiarán los tiempos desde el momento en que se coloque el pedido hasta el momento de la entrega y pagos. Todos los mecanismos, procesos y procedimientos habrán de adaptarse a los nuevos tiempos. La banca y las aduanas que son las que más tiempo toman en comercio exterior deberán revisar el proceso.

Los más grandes desafíos para el empresario del futuro estarán precisamente en el costo y en los tiempos que toman las transacciones. El menor tiempo posible será la gran preocupación del futuro dentro de los procesos industriales y comerciales. ¿Se ha pensado algo acerca del cambio que sufrió la creación de riqueza con la transportación, desde que se la hacía en barco de vela hasta que se la hace en grandes cargueros por mar, tierra y aire?

Como el proceso de globalización conlleva cambio en una serie de metodologías, muchos países en razón de sus productos y su geografía sufrirán un serio proceso de cambio y transformación, en razón, también, de los grandes activos que los ejecutivos tendrán que manejar.

La globalización ya no es un mito. En todas las conferencias internacionales es materia de ponencias. Es una nueva materia que habrá de enseñarse en la universidad.

Es además, un desafío para los nuevos profesionales, cuya carrera está en el Comercio Exterior.

Hay una ruptura entre pasado y presente desde que terminó la Segunda Guerra Mundial y se acentúo con la visibilidad del terrorismo al derribar las Torres Gemelas.

El terrorismo es la nueva fuerza en asocio con el narcotráfico, representan, eso sí, un obstáculo para la globalización por el manejo invisible del dinero y otros factores.

jueves, enero 29, 2009

Políticas Económicas

Políticas económicas

Antenor Yturralde Rivera

Los empresarios ecuatorianos tienen ahora un doble desafío con respecto a sus actividades: uno, el cambio de arancel de muchas importaciones; y dos, las nuevas políticas que estará introduciendo el presidente Obama en la lucha que sostendrá contra la crisis que afecta al mundo.

Cambio.- El mundo ha cambiado y debemos cambiar con él ha dicho Obama; y habrá que mirar con este prisma todas las nuevas regulaciones, no vaya a suceder como en nuestro país que los anunciados cambios son cambios que afectan a sectores o a individuos, sin consideración a que varios son generadores de riqueza.

Estados Unidos cambia de presidente en un momento crítico, cuando la economía afronta una crisis global que pone a prueba las bondades de la alta tecnología, la de los países entrelazados y la desaparición de las fronteras. En adición tiene la guerra en la franja de Gaza, el terrorismo de Osama bin Laden. Todos son conflictos en los cuales Estados Unidos tiene misión que cumplir, bien sea como pacificador, banquero, suministrador de soldados y armamento…

Obama tiene la misión de unir dos razas y dos culturas diferentes ancestralmente en que la una se considera superior a la otra, y ejerce discriminación en su territorio. No creo que la raza considerada inferior desde la época de Lincoln se torne en venganza y quiera hoy sentirse superior. Obama es un ser superior. Sus pocos párrafos, bien concebidos entre el dolor, la alegría y el honor, en el discurso de posesión es muestra que quiere dejar entre líneas la interpretación de sus ideas.

Cuando el Presidente se refiere al cambio, implícitamente habla de ruptura, es decir, de un proceso no lineal, como todo el mundo lo esperaría; y si quiere cumplir con su propósito habrá áreas traumáticas que darán problemas.

Nada ha dicho acerca de América Latina. ¿Por qué? Este será otro desafío en que habrá que luchar contra regímenes de izquierda recalcitrante y grandemente desilusionados por la política financiera mal dirigida, y los capitales de las instituciones financieras de Washington, que tendrán que redireccionarlos para llegar al fin propuesto.

Otro tema: no se refirió, aunque fuese someramente a otro candente, el desempleo que azota particularmente a América Latina.

América Latina ya no es el territorio de las pesadillas de Colón o de los sueños de Lincoln; es una realidad sociocultural y económica que exige una consideración igual que para los otros continentes.

Hoy más que antes Estados Unidos necesita la asociación sólida con América Latina. Tiene que reconstruirse después de la época Bush; sus relaciones y sus dominios internacionales tienen forzosamente que ser revisados bajo parámetros políticamente más justos, que no solamente sean realmente tales, sino que parezcan tales.

El mundo es global e interconectado en un tiempo de nanosegundos. La educación del futuro será en base diferente a la de hoy, y aprenderemos a pensar y decidir en función de visión de futuro.

Nuestro Gobierno actual está empeñado en el cambio (no sabemos de qué); pero el cambio sin equilibrio trae más injusticias. Ejemplo: El actual arancel de aduanas que obligará la sustitución, sin los debidos estímulos para reemplazarlos.

jueves, enero 08, 2009

Puntos suspensivos.....

Cuando llegó la paz en estos días de Navidad parecía como que en el Ecuador se volvía a los tiempos de otros tiempos en que el bullicio y la tranquilidad eran la característica, y no había el insulto ni la procacidad del Presidente hacia los ciudadanos. Sin embargo, no permite que alguien lo mire de soslayo o que le pique cierta parte y rasque. Considera el presidente Correa que tales coincidencias son atrevimientos en su delante, ¡y zas! el señor va a dar al “tarro” por unos cuantos días.

El país tiene problemas muy serios para que al Presidente le preocupe el gesto de algún ciudadano; lo cual no significa que el articulista está de acuerdo con tales actitudes y desvaríos. ¿Conoce el Presidente la Ley del Embudo?

Aquel es el ejemplo de una pequeña crisis, pero estas se van a acentuar en el campo económico y político: a medida que el Gobierno se desgasta surgen nuevas organizaciones que también intentan el cambio de poder, contra la que es el poder presente. El gobierno de Correa se ha desgastado bastante desde su inicio. Sus actitudes antipopulares contra grupos determinados; la inflación, producto de varias variables y del juego político; el fallecimiento de León Febres-Cordero, contra quien Correa había preparado su artillería; la baja publicidad y menor retórica para los grandes “evasores” de impuestos que se los anunció en letras de molde como los chicos malos.

No le vendría mal al economista Correa que se tome unas vacaciones mentales y depure sus objetivos. El cambio se realiza construyendo.

La labor de construir está entera. Hasta ahora solo hay parches. Los megaproblemas no han sido atacados frontalmente, y las autoridades escogidas para el efecto no han tenido, en varios casos, la autoridad y personalidad para resolverlos. Seres desconocidos en política y en materias que eran llamados a actuar, no dieron resultados y tuvieron que ser reemplazados antes de que la torta se agrande.

La estrategia del “principiante” estuvo equivocada. Su falta de experiencia en política nuestra le hizo creer que había que formar cuadros nuevos con gente imberbe en la materia, que con buena voluntad lograrían salir adelante. La verdad sea dicha: hasta ahora el Gobierno no camina como se lo esperaba de acuerdo con las expectativas creadas por el propio Correa en sus discursos de campaña.

En políticas la formación es larga y de lucha constante. No se puede esperar el guante blanco. El futuro que se esperaba ya comenzó hace casi dos años y no se sienten resultados positivos todavía; más vale, las situaciones administrativas y económicas están revueltas, y es de presumir que obligarán a postergar decisiones.

Como tendencia la turbulencia continuará; pero la experiencia indica que estas pueden terminar intempestivamente.

El Presidente ha abierto varios frentes con sus megaofertas. Ya es hora de principiar a cumplir, aunque le será más difícil por la baja del precio del petróleo. (Se prueba que las tendencias cesan repentinamente, sin previo aviso).

Las decisiones por tomar que están por delante de la Presidencia son aún fantasmas y siluetas del sueño político con altos precios del crudo, y el polvorín de la guerra Israel-Palestina.