jueves, septiembre 25, 2008

Las percepciones

En el desarrollo del proceso político de un país es importante que los analistas y ecólogos sociales estén siempre alerta de las tendencias que se van presentando en el medio, de las actitudes de los líderes políticos, y de las reacciones del propio gobierno ante el panorama que tengan por delante.Estamos a pocos días de que se realice un referéndum para votar si queremos o no queremos los ecuatorianos el proyecto de la nueva Constitución que, dicen sus autores, está escrita a la medida más precisa de las actuales tendencias mundiales, con mucho glamour y karaoke.El proceso para llegar a esta obra de gran jerarquía según se dice, ha sido largo, tedioso, costoso, peligroso y demandador de facultades intelectuales y ambiciones políticas, para que salga el texto conforme se lo necesita para cumplir el programa de gobierno democrático.Para llegar al referéndum ha habido que movilizar a la nación entera. El recurso monetario para el derroche oficial no ha faltado, porque hasta coincidió con el alza del precio del crudo, dinero que en el futuro cercano podría estar ausente para inversiones durante la crisis mundial de que hablan las publicaciones financieras; y que ante la percepción de que ello sucediera se anticipa el no pago de la deuda externa y ese dinero dedicarlo al desarrollo social.Percepciones y tendencias ya están marcadas para Guayaquil; es imposible revertir el proceso insidioso ya largo tiempo iniciado, con mentiras reiteradas, acciones desestabilizadoras, y constantes ataques a la autoridad legalmente constituida. Los extremos no están vistos todavía. Pero todo será posible con una ley suprema –según se dice– hecha a la medida, hasta para desmembrar el territorio nacional. (No hay que olvidar Santa Elena).No deja de ser verdad que el cono sur de América Latina sufre un proceso evolutivo cuyo resultado tendrá altos costos. Contaminado con las ideas del Socialismo del Siglo XXI, el costo de todo género será altísimo, sin importarle a los dirigentes, seudolíderes muchas veces.El escenario político nacional no tiene orden, todos los días hay renuncias y separaciones. No se siente la cohesión que debe existir en un grupo revolucionario que persigue tomar el poder total, luego del referéndum; solo se siente a los aspirantes a nuevos burócratas y a esos personajes sutiles que se escurren entre los dedos: los lobbles.Adicionalmente está la intromisión del presidente venezolano Chávez: es otro ejemplo de irrespeto de este señor a la soberanía de otros países. Por menos intervención que la que él ha tenido con respecto a nuestro país, acaba de expulsar de Venezuela a los representantes de Human Rights acusándolos de intervenir en la vida interior de su país. Su intromisión no la justifica ningún razonamiento, menos la de querer apadrinar al Ecuador. (Lo que flota luego de la actitud chavista es la complicidad antipatriótica de nuestros representantes, que con su silencio plúmbeo parecerían aprobar la malhadada intervención que intenta probar hasta dónde resiste el orgullo soberano).Hasta ahora no hay asomo de algo que sepa a protesta oficial por esta idea que quiere actualizarla el mandatario venezolano y que aunque fuese cierta, no es novedad. Cuando jóvenes solíamos salir a cantar por el bulevar 9 de Octubre: Guayaquil ciudad libre/ de hermanos siempre fuertes/ por ti siempre daremos nuestra fuerza y honor. De Guayaquil invicto/ y por la Costa toda/ luchemos como hermanos/ llenos de fe y valor.

jueves, septiembre 11, 2008

Llegó la inflación.....

Toda la sabiduría del Gobierno tiene que inundar la economía del país para evitar el descalabro que llegará, si no se toman las medidas necesaria y oportunas para impedir que el fenómeno monetario asuele la vida productiva del Ecuador.Definida en la forma más simple, la inflación monetaria equivale a la depreciación de la moneda –irónicamente hoy es el dólar–. Y la ironía está precisamente en que pierde valor el signo mundial monetario más fuerte con que se manejan las transacciones en el mundo y las del país.Significa que se achica el valor adquisitivo de la moneda como factor de compraventa, y teniendo menor poder adquisitivo será necesario más dinero para comprar lo mismo. En ciertas áreas se podrá reducir tamaño, volumen o peso para contraponer el producto al momento de sus costos; pero no es posible hacerlo tan elásticamente con los costos fijos: arriendos, sueldos y salarios, ciertos insumos, etcétera.La inflación monetaria diezma, por consecuencia, a las empresas con volumen importante de costos fijos, y afecta, desde luego, a la posición de liquidez porque se necesitará más dinero para poder mantener el punto de equilibrio, por consecuencia, la rentabilidad.La inflación y la guerra solo la pueden hacer bien los gobiernos.Creíamos que al dolarizarse la economía ecuatoriana se estaría libre de las devaluaciones que enriquecían a quienes manejaban el dólar y empobrecían a los propietarios en sucres. Hoy queda probado: que la inflación la provoca el Gobierno, y así lo dijo tajantemente el profesor Drucker, padre de la administración moderna.Administrar una empresa en etapa de inflación es diferente a hacerlo en tiempos normales. Los saltos financieros saben ser frecuentes y hay que tener una vigilancia constante sobre el presupuesto de caja, que es el ojo de la aguja de la empresa. Los jefes financieros generalmente tienen el ojo sobre el bulto, que se podría decir que es la forma; mientras que en el fondo, o sea las operaciones, podrían estar desperdiciando o utilizando mal el dinero. En épocas inflacionarias se necesita doble vigilancia (control) sobre la inversión.La inflación monetaria abarca todos los órdenes de la vida. Se extiende repentinamente y se siente cuando la sábana empieza a no cubrir. El dinero no alcanza, los gobiernos emiten circulante, y mientras más emiten menos vale si la emisión no tiene el respaldo respectivo, sea en oro o en producción.Si a la economía ecuatoriana no se le da ahora, precisamente ahora, el golpe del timón que necesita, la inflación continuará. Este no es un mensaje pesimista; por el contrario, llama a los dirigentes del país a dedicar su sabiduría a enderezar la economía.Llame el Gobierno a una selección de becados graduados Cum laude (estudiantes becados con fondos públicos) y forme un grupo de think tanks que se dediquen a encontrar las respuestas concretas a problemas del desarrollo económico también concretos.El Ecuador aún tiene la oportunidad de contar con los recursos petroleros –que no se conoce cuándo se terminarán– que actúan como amortiguador de errores y fallas económicas gubernamentales.La nueva Constitución que se nos va a endilgar a los ecuatorianos será un instrumento de constante conflicto, que por lo visto desde ahora, ya se está armando una nueva dirección.

miércoles, septiembre 03, 2008

Grandes cambios

Al repasar la cronología de los cambios y/o decisiones del Gobierno que administra el país, hay para comentar en negativo la labor realizada en beneficio de las grandes minorías ecuatorianas, y sacar de orden la obsoleta e irreal distribución actual de la riqueza. Por lo visto, el nuevo sistema llevará en su vientre la creación de los nuevos ricos que sustituirán a los que hoy desplazan.Con todos los cambios habidos y los que estarán por venir, el país va a soportar una crisis en el área de empleos, como antes no se ha visto. Razones: l) La producción manufacturera está decayendo; el consumo busca el más bajo precio. 2) El Gobierno ya se vio obligado a fijar precios oficiales de artículos de primera necesidad. (Apareció el consumo haciendo presión sobre una producción más cara o de baja productividad), y 3) La inflación que va en aumento, por el consiguiente deterioro monetario.Al parecer esa situación no debiera ocurrir, pues sin superávit presupuestario –por lo menos el de caja, generado por el alto precio del petróleo– tendría que haber suficientes recursos para no tener que soportar la presión del gasto corriente; pero ocurre que sucede lo contrario: se ha exagerado el gasto fiscal en el interés del Gobierno, que la dosificación monetaria se ha salido de madre, haciendo que el sistema salte por canales no productivos y se distribuya en áreas que alimentan la inflación hacia los dos dígitos. (Cuando eso suceda se estará a un paso de la recesión, que será catastrófico).El estilo, sistema o forma de gobernar actual no ha dado resultado; el tiempo es suficiente para haber movilizado las fuerzas positivas del país, en vez de dividirlas. Cuando se expresaba en los medios que el país tenía que cambiar no significaba que se esperaba hacerlo con un régimen despótico y vejatorio. Lo que se quería es que se termine la corrupción y la injusticia, relevando la guardia, pero dentro de la democracia.El país ahora está limitado. No está buscando una nueva economía, sino que se están usando las mismas rutinas que no han dado resultado; ni siquiera en otras culturas.Las medidas de “amarrar” el movimiento económico y detener el crecimiento, son fatales, porque llega el momento en que son otros los actores, pero dentro de una gama que prefijó el mismo Gobierno; es una autodestrucción.El mundo está presenciando lo que está sucediendo con las monedas de diferentes países. Lo asombroso es que se creyó que no volvería a suceder con el dólar de Estados Unidos en razón de las medidas que se tomaron desde 1929 y 1982; la regionalización de países europeos en la Unión Europea, y de lo que es posible que llegase a suceder: la Unión de países de América Latina. La tendencia más cercana a la globalización es la regionalización.El flujo de la riqueza que se crea dentro de cada país podría llegar a ser común para la región dentro de un sistema económico igualitario, no necesariamente socialismo veintiuno. Algo cercano a la reacción mexicana cuando el Ministro de Hacienda de México dijo ante cien banqueros del mundo que su país no podía pagar la Deuda. Entonces el barril de petróleo costaba 29 dólares; diferente a la cotización de hoy, que parece acercarse aceleradamente a los doscientos dólares.