jueves, agosto 30, 2007

Estrategia

Si el resultado fuera previsible no tendríamos que especular acerca del futuro. Sin embargo, la incertidumbre cuenta sustancialmente en cada decisión que se tome dentro de la empresa. La naturaleza de la decisión no interesa, sino el riesgo que se corre en la acción, puesto que no se decide para el pasado aunque sirva para componerlo, lo cual no siempre es posible. Toda decisión tiene efecto futuro. Las cosas están sucediendo sin orden que permita intuir el futuro.Hoy más que antes es aconsejable que los órganos empresariales que tienen la responsabilidad por el futuro reflexionen largamente antes de tomar una decisión. El área de la administración superior siempre tiene enfrente decisiones de gran importancia que debe tomar, bien sean de marketing y ventas, organización, producción, recursos humanos, finanzas, etcétera. Todas estas de grandes consecuencias en un contexto de incertidumbre.El administrador de la época que se vive tiene que estar preparado intelectual y profesionalmente para encontrar la mejor y más beneficiosa alternativa. Este criterio rige inexorable para el sector privado, el público y en organizaciones sin fines de lucro. No hay excepción. Sin embargo, el entorno no debidamente analizado, puede influenciar para consecuencias no esperadas. (He visto el epílogo de decisiones tomadas casi al azar –el azar en ocasiones suele ser “interés creado”–).Ecuador vive un estado de incertidumbre, tanto que su crecimiento y desarrollo no avanza, en relación a lo proyectado y la comparación con el período anterior y los de otros países de América Latina. Y tal situación obliga a que los administradores y gerentes vean con óptica diferente y utilicen nuevas fuentes de información y medición de las actividades productivas. Hay, desde luego, actividades como las puramente intelectuales, que casi no se pueden medir sino en resultados preestablecidos.Administradores y gerentes viven, dentro de sus actividades, con la necesidad de medir para controlar y actuar en consecuencia. La informática (el computador y las redes que se pueden armar) permiten a los administradores y gerentes tener la información que demanden para la dirección y orientación de las actividades, bien se trate de universidades, hospitales, bancos, industrias de manufactura, etcétera (el computador, los sensores y la velocidad, permiten la instantaneidad. Todo depende de que se programe lo que realmente se necesita).Ante situaciones de incertidumbre muchos gerentes pierden la sangre fría que es necesaria para llegar a soluciones sabias. La incertidumbre los descontrola cuando más falta hace el buen criterio. Cuando hay que presentar batalla el general concentra toda su energía física y mental para tomar la decisión, que no necesariamente es infalible.Las empresas están frente a una crisis de certidumbre. Para afrontarla lo primero es conocer el mercado para determinar una estrategia de supervivencia para la organización en general, luego los procesos y tácticas a seguir: estudio integral del mercado, situación de la competencia y competitividad del producto o universo analizado, estructura interna y externa, capacidad de los productos para sobrevivir, y tantos otros factores que indica un análisis estratégico de mercado. A propósito: ¿cuándo fue la última fecha en que se hizo tal análisis para su empresa? La tendencia o actitud de los mercados no es lineal, hay muchos factores que afectan su comportamiento, como ocurre cuando los ríos encuentran obstáculos a su paso.

jueves, agosto 23, 2007

Alianza

Es verdad de a folio la expresión de Mario Vargas Llosa en El regreso del idiota: “…que el verdadero progreso es inseparable de una alianza irrompible de dos libertades, la política y la económica, en otras palabras de democracia y mercado”. La ausencia de estos factores en un gobierno desmoraliza.Por un principio de lógica política, si se eligió un presidente democráticamente se habría de pensar que se quiere un gobierno con un mínimo de interferencia en el mercado y más empeñado en generar riqueza y distribuirla. Desde luego, la filosofía gubernamental se la percibe, por los primeros síntomas, que las cosas no van a ser así.Y es que las acciones del gobierno Correa van en una clara dirección dirigista. S. E. u O.: el pago de la deuda en la que según entendidos, hubo manipulación; el caso de las aletas de tiburón, que sí y que no o que no y que sí, y en que aparecen la pesca por accidente; las construcciones entregadas a las Fuerzas Armadas, con prescindencia del constructor privado; las tasas de interés, que si es verdad necesitaban de una regulación más concreta, no es menos cierto que se trata del mercado del dinero que depende de la seguridad y rentabilidad que se ofrezca al capital; y por último se habla del azúcar, de la sal, y de la harina, negocio del contrincante político del presidente Correa. Los productos regulados o por regularse son de primerísima necesidad.En las leyes de la economía los precios dependen de la abundancia o de la escasez, la oferta y la demanda. Si la producción o la productividad en el país no están reguladas con sabiduría, se crea el caos económico, que genera mercado negro, especulación y corrupción. El socialismo del siglo XXI no logrará cambiar estas leyes.La paradoja es que siendo el país rico en productos naturales, en petróleo, en minería, en recursos hídricos, del mar, de tierras cultivables, etcétera, se carece de sabiduría, en los medios políticos, para afrontar el desarrollo con amplitud de miras hacia el futuro, para la época de globalización y de conocimiento.El país se está atomizando. Bolívar luchó y aunque murió pensando que había arado en el mar, no fue así y estuvo inspirado para su época. La ecología social de hoy es diferente y tiene la influencia vital de la tecnología. Ahora se conoce al segundo quiénes son y quiénes no. La competición es diferente.“Todo ha cambiado y continúa cambiando, la ciencia, la economía, el poder y sus formas; de un mundo dominado por el dinero y la fuerza bruta, entramos en otro en el cual los factores dominantes son la rapidez y el volumen de la información. Esto constituye el mayor desafío para los países subdesarrollados del presente. Los más de ellos siguen actuando como si la condición de la economía mundial no hubiera cambiado, con viejos conceptos no solo inactuales sino contraproducentes…”. Lo expresó Arturo Uslar Pietri en su artículo ‘Los rápidos y los lentos’ (14 de junio de 1996) haciéndose eco de lo escrito por Toffler, el futurólogo, en su libro El cambio del poder (1990 ).

miércoles, agosto 15, 2007

Cambios de estructura

¿Hasta dónde la visita relámpago del comandante Chávez afectará al desarrollo económico y social del Ecuador?Por lo pronto, hay factores preocupantes que hacen pensar que con las promesas mesiánicas que deja en pie, y tal vez otras que le haya ofrecido sotto voce al presidente Correa, el país ha quedado comprometido, quién sabe en qué términos con el mandatario venezolano.Si a lo dicho se agregan los malos términos en que andamos con Estados Unidos, se puede percibir que los días venideros no darán espacio para mucho optimismo. El petróleo ecuatoriano no tiene igual poder que el de Venezuela; de otro canto, el Presidente de este vecino país está muy adelantado en sus gestiones políticas con otros presidentes de la región. Si queremos ser realistas, en América Latina existe un fermento contra las políticas norteamericanas, que sirve de caldo de cultivo que lo están aprovechando los gobiernos contrarios.Este clima cambiará la estructura del comercio exterior, principalmente de los países que no miran con simpatía el círculo, lo cual, a su vez, cambiará las variables económicas internas de uno.El panorama aún no es negro, pero es gris considerando que el Gobierno ecuatoriano es afín a este movimiento, que seductoramente es llamado “bolivariano”.Como todo movimiento de izquierda –en nuestro país se lo llama Socialismo Siglo XXI–, los primeros ataques se los dirige al sector privado de la economía (el mercado), camuflando así los graves defectos y obsolescencias del sector público. Sin embargo, todo lo que ocurre en el sector privado goza de la aprobación silenciosa del sector público, mediante leyes o reglamentos, y en ocasiones haciéndose de la vista gorda. (ejemplo: se acaba de conocer que en la licitación para la segunda fase del proyecto Carrizal-Chone, en Manabí, hay un sobreprecio de aproximadamente trece millones de dólares. ¿Quién se equivocó, el Ministerio o la constructora?).El panorama es gris, hay que repetirlo, por lo que el sector privado debe ponerse muy sensible para percibir las disposiciones que afecten sus intereses racionales. (Si la ley financiera de las tasas de interés se la considera no justa en relación al riesgo o al mercado, hay que demostrarle a las autoridades el equívoco).Es tiempo de mirar en su real dimensión cada una de las empresas del sector privado, de conocer su tamaño, y si se está en el camino de poder afrontar futuras acciones del Gobierno; tras la muletilla de “grupos de interés”, por mera presunción se pueden cometer injusticias.De toda forma, hay cambio. Las corrientes del dinero serán otras. El financiamiento político o de la política será otro. Si se acepta el dinero que el presidente Chávez ofrece para la refinería de petróleo, que significará consorcio con el venezolano y hacer frontis ante Estados Unidos, más otras actitudes de significado político a favor de la tesis venezolana, será otro factor más para el cambio regional.Estas y otras circunstancias más que hay que esperar, afectarán la estructura de las empresas de negocios; razón por lo que desde ahora hay que prepararse. ¿Qué pasa si...? Sería la pregunta a buscarle respuesta ante la incertidumbre que permanecerá para rato.

miércoles, agosto 08, 2007

Preocupación

Leo en EL UNIVERSO (el 2 de agosto del 2007) la inquietante noticia de que el IESS no puede atender las solicitudes por quirografarios porque el sistema colapsó en Guayaquil. En Quito el proceso fue normal.No es una rara coincidencia que tal situación ocurra en esta ciudad, pues se conoce de sobra la diferencia en eficiencia de servicios que existe entre los prestados en Quito y los que se dan en Guayaquil.¿Coincidencia o qué cuando colapsa el sistema informático y deja en el limbo a los solicitantes de esta ciudad?Ya comenzamos a inquietarnos por estos lares porque, dado que el presidente Correa –aupado posiblemente por un coro de regionalistas de allende a tres mil metros de altura– está con sus actitudes proclamando su antipatía por Guayaquil particularmente. No se trata de manía persecutoria cuando recordamos los desaguisados y las actitudes fuera de tono para las fiestas guayaquileñas de hace apenas dos semanas, que bien se podrían catalogar como desprecio oficial a la Ciudad. De otro canto, el Diario también trae la noticia de la desafortunada intervención del magistrado al ordenar que se sustituya la impresión de la entrevista de El Telégrafo al alcalde de Guayaquil, abogado Jaime Nebot, y en su lugar se ponga la fotografía de él, la del Presidente. ¿Culto a la personalidad?Otro síntoma de la división que se está dando en el país se puede observar en la leyenda que se ha puesto a la entrada del edificio del ex Banco del Progreso. Dice sin tapujos: “Gobierno del Litoral”.¿Qué significado político tiene la frase grabada con ánimo de permanencia en un edificio en donde despacharán las instancias menores de la administración pública, porque las decisiones siempre tendrán que venir de Quito? Esta actitud tan centralizadora no es simple percepción. Es vieja realidad.No es posible ni sensato hacer un paralelo Correa-Nebot. Las personalidades, los ámbitos de acción y los contextos son en extremo diferentes. El alcalde Nebot ha trabajado años tratando de hacer de Guayaquil una mejor ciudad. Y muchas instituciones así lo han comprendido y se sienten seguras. Nebot entendió su misión cuando se lo eligió alcalde y su sabiduría consistió en no nadar contra corriente, sino en fijar, sin demagogia, las obras necesarias para convertir la ciudad en un polo de atracción que no lo tenía. Su Municipio, por largos años era un bastión puramente político, y la política medraba a su sombra. Esta mala racha terminó al advenir la administración Febres-Cordero y Nebot.Como no soy un seguidor político, no logro entender al Presidente, quien se confiesa guayaquileño madera de guerrero. Sería saludable que declare si en toda esta actitud hay intenciones subterráneas. Su popularidad ha bajado, quizás no por lo que está haciendo sino por cómo lo está haciendo o está dejando de hacer.Mucho de lo que intenta cambiar o transformar el país sabemos que era y es necesario, y se lo eligió presidente en la forma más democrática, que lo reafirmó una segunda vuelta; y por esto lleva la banda presidencial que reza “Mi poder en la Constitución”, expresión noble y sagrada.Reflexione y replantee su acción, señor Presidente. Ecuador no quiere dividirse y menos atomizarse; porque nos volveremos débiles. Tenga presente que la riqueza que puede significar el petróleo nos ha vuelto anémicos para enfrentar graves situaciones políticas y económicas, que nos podrían llevar a la disolución.

miércoles, agosto 01, 2007

¿Cambios?

Tengo para mi coleto que no obstante todas las actitudes y apariencia del gobierno Correa, no es lo que quiere ser. Pero, las derivaciones, consecuencias y trasfondo están por verse.De lo que sí no cabe duda es que se trata de un gobierno fuerte, de acciones inciertas e imprevisibles, como generalmente son las de las personas de temperamento sulfuroso. Esta desincronización produce efectos, que en ocasiones no es posible corregir.Es de lamentar que la administración del presidente Correa no fluya con la dinamia y fortaleza que necesita y demanda el país, que se mantiene en compás de espera. La incertidumbre y la paralización en nuevas inversiones finalmente terminarán incidiendo en el desarrollo económico, que cuando se logre encontrarlo tendrá un alto costo. Mientras tanto, la inflación y la especulación harán su agosto, y el país se habrá estancado, si no retrocedido, en su equivalente de años.El interés por el desarrollo económico –que es la medida del bienestar de los pueblos– debe merecer el interés primero del Gobierno. Una mejor economía trae de adehala una serie de factores adicionales que casi se generan automáticamente, y que le dan valor agregado a las medidas.La lucha intestina solo trae retrasos y paralización. La incertidumbre: esperemos a ver qué pasa… es parte de las decisiones diarias en los negocios y las inversiones. Más vale, a cambio de seguridad, se piensa en abandonar actividades, vender o liquidar negocios o parte de ellos, aumentar precios –que tiene otras connotaciones–, reducir personal y otras tantas medidas defensivas, que conducen sin dolorosa vía de retorno. Sigue la especulación y el mercado negro, en ocasiones manejado por la misma burocracia encargada de su control (ya hay como ejemplo el caso de la urea venezolana).Paremos de contar porque un panorama así es la matrícula de ingreso a la inflación y a la corrupción. ¿Es que acaso queremos un país con tales características?El país está navegando sin rumbo, y corre el peligro de que la disolución que se está sintiendo aumente exponencialmente hasta el grado que no podamos entendernos. El país se está dividiendo, y país dividido es país débil. ¿Dedicar tiempo, esfuerzos y economía en pos de una Asamblea no es retroceder políticamente buscando poder para liquidar enemigos expresos o sobrentendidos?Es necesario cambiar la ruta. Divididos no conseguiremos nada y se diluirá el esfuerzo que ha costado un cambio de gobierno. Con los recursos escasos con que cuenta la economía ecuatoriana, siempre en déficit, no alcanzaremos el desarrollo que buscamos, y estaremos empujando la roca de Sísifo.Tal vez los asesores que tenga el Presidente puedan calmar su explosividad en el momento oportuno, y conseguir que esa energía se la use positivamente en dictar leyes que estimulen el regreso de capitales que huyen, que están contribuyendo al desarrollo en otros países.Por lo pronto hay que tomar las medidas necesarias para evitar el encarecimiento del costo de vida, que es difícil detenerlo cuando ha comenzado. Este tipo de control es odioso, crea burocracia y corrupción, y empiezan a crecer tanto que hasta los más altos estamentos del gobierno caen en la tentación.¿Cambio o transformación? Ecuador es un país en decadencia gubernamental, tal es así que para sobrevivir se está copiando lo de otro país de contexto diferente.