miércoles, septiembre 03, 2008

Grandes cambios

Al repasar la cronología de los cambios y/o decisiones del Gobierno que administra el país, hay para comentar en negativo la labor realizada en beneficio de las grandes minorías ecuatorianas, y sacar de orden la obsoleta e irreal distribución actual de la riqueza. Por lo visto, el nuevo sistema llevará en su vientre la creación de los nuevos ricos que sustituirán a los que hoy desplazan.Con todos los cambios habidos y los que estarán por venir, el país va a soportar una crisis en el área de empleos, como antes no se ha visto. Razones: l) La producción manufacturera está decayendo; el consumo busca el más bajo precio. 2) El Gobierno ya se vio obligado a fijar precios oficiales de artículos de primera necesidad. (Apareció el consumo haciendo presión sobre una producción más cara o de baja productividad), y 3) La inflación que va en aumento, por el consiguiente deterioro monetario.Al parecer esa situación no debiera ocurrir, pues sin superávit presupuestario –por lo menos el de caja, generado por el alto precio del petróleo– tendría que haber suficientes recursos para no tener que soportar la presión del gasto corriente; pero ocurre que sucede lo contrario: se ha exagerado el gasto fiscal en el interés del Gobierno, que la dosificación monetaria se ha salido de madre, haciendo que el sistema salte por canales no productivos y se distribuya en áreas que alimentan la inflación hacia los dos dígitos. (Cuando eso suceda se estará a un paso de la recesión, que será catastrófico).El estilo, sistema o forma de gobernar actual no ha dado resultado; el tiempo es suficiente para haber movilizado las fuerzas positivas del país, en vez de dividirlas. Cuando se expresaba en los medios que el país tenía que cambiar no significaba que se esperaba hacerlo con un régimen despótico y vejatorio. Lo que se quería es que se termine la corrupción y la injusticia, relevando la guardia, pero dentro de la democracia.El país ahora está limitado. No está buscando una nueva economía, sino que se están usando las mismas rutinas que no han dado resultado; ni siquiera en otras culturas.Las medidas de “amarrar” el movimiento económico y detener el crecimiento, son fatales, porque llega el momento en que son otros los actores, pero dentro de una gama que prefijó el mismo Gobierno; es una autodestrucción.El mundo está presenciando lo que está sucediendo con las monedas de diferentes países. Lo asombroso es que se creyó que no volvería a suceder con el dólar de Estados Unidos en razón de las medidas que se tomaron desde 1929 y 1982; la regionalización de países europeos en la Unión Europea, y de lo que es posible que llegase a suceder: la Unión de países de América Latina. La tendencia más cercana a la globalización es la regionalización.El flujo de la riqueza que se crea dentro de cada país podría llegar a ser común para la región dentro de un sistema económico igualitario, no necesariamente socialismo veintiuno. Algo cercano a la reacción mexicana cuando el Ministro de Hacienda de México dijo ante cien banqueros del mundo que su país no podía pagar la Deuda. Entonces el barril de petróleo costaba 29 dólares; diferente a la cotización de hoy, que parece acercarse aceleradamente a los doscientos dólares.

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