jueves, enero 08, 2009

Puntos suspensivos.....

Cuando llegó la paz en estos días de Navidad parecía como que en el Ecuador se volvía a los tiempos de otros tiempos en que el bullicio y la tranquilidad eran la característica, y no había el insulto ni la procacidad del Presidente hacia los ciudadanos. Sin embargo, no permite que alguien lo mire de soslayo o que le pique cierta parte y rasque. Considera el presidente Correa que tales coincidencias son atrevimientos en su delante, ¡y zas! el señor va a dar al “tarro” por unos cuantos días.

El país tiene problemas muy serios para que al Presidente le preocupe el gesto de algún ciudadano; lo cual no significa que el articulista está de acuerdo con tales actitudes y desvaríos. ¿Conoce el Presidente la Ley del Embudo?

Aquel es el ejemplo de una pequeña crisis, pero estas se van a acentuar en el campo económico y político: a medida que el Gobierno se desgasta surgen nuevas organizaciones que también intentan el cambio de poder, contra la que es el poder presente. El gobierno de Correa se ha desgastado bastante desde su inicio. Sus actitudes antipopulares contra grupos determinados; la inflación, producto de varias variables y del juego político; el fallecimiento de León Febres-Cordero, contra quien Correa había preparado su artillería; la baja publicidad y menor retórica para los grandes “evasores” de impuestos que se los anunció en letras de molde como los chicos malos.

No le vendría mal al economista Correa que se tome unas vacaciones mentales y depure sus objetivos. El cambio se realiza construyendo.

La labor de construir está entera. Hasta ahora solo hay parches. Los megaproblemas no han sido atacados frontalmente, y las autoridades escogidas para el efecto no han tenido, en varios casos, la autoridad y personalidad para resolverlos. Seres desconocidos en política y en materias que eran llamados a actuar, no dieron resultados y tuvieron que ser reemplazados antes de que la torta se agrande.

La estrategia del “principiante” estuvo equivocada. Su falta de experiencia en política nuestra le hizo creer que había que formar cuadros nuevos con gente imberbe en la materia, que con buena voluntad lograrían salir adelante. La verdad sea dicha: hasta ahora el Gobierno no camina como se lo esperaba de acuerdo con las expectativas creadas por el propio Correa en sus discursos de campaña.

En políticas la formación es larga y de lucha constante. No se puede esperar el guante blanco. El futuro que se esperaba ya comenzó hace casi dos años y no se sienten resultados positivos todavía; más vale, las situaciones administrativas y económicas están revueltas, y es de presumir que obligarán a postergar decisiones.

Como tendencia la turbulencia continuará; pero la experiencia indica que estas pueden terminar intempestivamente.

El Presidente ha abierto varios frentes con sus megaofertas. Ya es hora de principiar a cumplir, aunque le será más difícil por la baja del precio del petróleo. (Se prueba que las tendencias cesan repentinamente, sin previo aviso).

Las decisiones por tomar que están por delante de la Presidencia son aún fantasmas y siluetas del sueño político con altos precios del crudo, y el polvorín de la guerra Israel-Palestina.

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