jueves, noviembre 09, 2006

Las batallas que vendrán

Terminado el primer episodio electoral el escenario quedó disponible para los dos finalistas que calzarán guantes en la segunda vuelta; la primera ha dejado una lección electoral muy amarga para los que creían en su figura presidenciable, y encontraron su propia realidad diferente de la que percibían. El futuro que esas fuerzas sigan o se dispersen dependerá del resultado de la segunda vuelta y de cómo operen las fuerzas en el Congreso.No se podrá dejar de considerar al “gutierrismo” que ha aparecido como tercera fuerza política que, además está alimentada por circunstancias negativas, producto del fracaso del gobierno del Coronel.Toda la estrategia política va a cambiar, y hasta tanto la incertidumbre continuará, los negocios fluirán inciertos, y las inversiones en el área inmobiliaria será lo seguro para invertir. La productividad de la macroeconomía seguirá sin mejoras sustanciales en el PIB. Si la estrategia del triunfador no contempla medidas y políticas de efecto inmediato o a corto plazo, cundirá la tendencia al fracaso. Hay sectores y problemas que atender que ya deben estar en la agenda de ambos.Después de la primera viene el tiempo de reflexión para evaluar lo hecho y sobre todo lo que se dejó de hacer. En el baratillo de ofertas y promesas no se ha visto tocar con seriedad qué se piensa con respecto a dos monstruos de nuestra economía: la seguridad social y las aduanas. Todo el resto de ofertas pequeñas resultan baratijas frente a los dos monumentales problemas mencionados. Tengo la seguridad que los comentaristas de la política van a demandar menos retórica, menos abstracciones, porque el hecho de ganar en la segunda es responsabilidad y compromiso sobre situaciones concretas.Las relaciones han cambiado. Ahora ya no se puede ver las cosas como antes de la primera. Es la razón para insistir en que de seguir con el mismo compás, el resultado será la misma música de todos los tiempos. No habrá ni cambio ni ruptura.Otro tema: ¿quién nos enseñará a contar votos? Ante el mundo somos analfabetos en aritmética porque hay que contratar a técnicos que vengan a contarlos, no obstante que en el Ecuador hay universidades y politécnicas con profesionales reconocidos por su idoneidad. Por nuestra adicción al dinero del petróleo se regalaron millones de dólares para tener hojarasca.Los grandes problemas para el nuevo gobierno se los podrá reducir en la medida en que se vayan solucionando con eficacia las demandas que con justo derecho –por ser promesas electorales– se conviertan en realidades.El camino es largo y duro. El pueblo tendrá que sufrir la espera porque ninguno de los dos candidatos es milagroso, salvo que... se quiera poner al filo del precipicio a nuestra ultrajada democracia.Las recientes elecciones son una prueba más de que el voto está buscando una salida decente al cambio presidencial. Desafortunadamente en ambos candidatos está muy arraigado luchar por componer el pasado, cuando el futuro es lo que interesa; pero, como el caos y la corrupción imperan por todos los puntos cardinales, el ganador tendrá que hacer acopio de mucha sindéresis y sabiduría para sus decisiones. Los grupos fantasmas de presión ya tendrán sus velas encendidas.

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