jueves, mayo 15, 2008

Señales claras

El panorama real del país está cada vez más incierto. Embadurnados de acción e indecisión política, la oscuridad acecha. Hay inercia para manejar la economía y como que nadie quisiera entrar a tocar oficialmente el tema. Parecería que la consigna fuera la de dividir para reinar.Sin embargo se está hablando de que se entronizará, para el desarrollo económico, la aplicación de una “economía solidaria”, aunque no se ha mencionado el fundamento o el plan de lo que significa. Hay que suponer que tal teoría es parte del experimento socialismo siglo XXI; pues ni en Marx, ni Smith, ni en Ricardo se encuentra alusión a este sistema.Hasta parece irónico que en un país que se lo está desmembrando en búsqueda del cambio hacia una nueva sociedad, se mencione la solidaridad como fundamento para la aplicación de una teoría tan etérea.Por su parte el doctor Fausto Ortiz, ministro de Finanzas, hace declaraciones que tienen mucho meollo, sobre el futuro de la economía y que, debe suponerse, tienen como fondo la “solidaridad”. Pero lo cierto es que es impreciso al hablar de inflación, de falla de la producción y otras lindezas que permiten llegar a concluir que la economía está en las goteras de una recesión. La inflación sube y la producción baja.De otra parte, el Ministro reconoce la falta de entusiasmo y motivación por el desarrollo del campo agrícola en general con sus variadas consecuencias económicas, sociales y demográficas. El mundo está comenzando a sentir en gran escala lo que es haber dejado de lado lo que produce la naturaleza sustituida cada vez más por la tecnología.En la realidad mi país, nuestro país, tiene el privilegio de estar situado en una zona ecuatorial con todos los climas benignos que permiten sembrar y cosechar tantos productos diversos que podrían alimentar a la población entera, si no fuese porque los gobiernos que han sucedido hayan puesto por delante su interés político y dejado que grupos de interés se hayan preocupado de aprovechar la riqueza que se creaba.Las tendencias de hoy no son tan diferentes a las del pasado; pero es fundamental reconocer que mientras se concentren los políticos en mantener el estatus con solo el cambio de guardia cambiándole el uniforme, los otros poderes que hoy están apareciendo en el mundo se reforzarán. Nadie negaría el poder que cada vez lo van copando el terrorismo, el narcotráfico, la corrupción, el tráfico de personas, etcétera.El éxodo del campo a la ciudad contribuye a aumentar la necesidad alimentaria. En el campo falta todo: seguridad, educación, energía eléctrica, agua potable, caminos, auxilios médicos, y comunicaciones entre otros. En la práctica y en términos generales el campesino se ha convertido en consumidor masivo, en vez de ser productor neto.Se necesitan señales claras que indiquen el nuevo papel de la producción agrícola y pecuaria. No se observa en el panorama un interés arraigado para promover dichas actividades y fomentar las corrientes demográficas hacia el campo, principalmente ahora que está aumentando el desempleo y la inflación.Se necesitan señales claras para saber que se estimula la producción del campo, cuando miles de hectáreas en el territorio nacional están improductivas. Confiar en que el petróleo con su juego internacional de precios nos salvará, es ilusión; cualquier día aparecerá el sustituto que comience a hacer el contrapeso.

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