jueves, noviembre 05, 2009

¿Es que estamos cambiando?

Mucho se ha hablado y escrito acerca del cambio en el país, pero hasta ahora los cambios que vemos, observamos y sentimos indican que, salvo en el sector burocrático y fundamentalmente en el área ministerial, no se observa más que cambios o incremento de personal que aumenta el presupuesto nacional.

Según se aprecia, hasta ahora ha habido tantos cambios y creaciones de empleos que la administración del país estará chueca, muchos de los designados serán meros aprendices por un tiempo que la gestión que cumplen no podrán ejercerla a cabalidad, consecuencia: un resultado lleno de errores por la inexperiencia. Y las faltas no serán solo de forma sino de sustancia; lo cual en el área pública resulta muy grave, porque podrán estar infringiendo la ley. Y es que muchos cargos que son entregados a personas del partido, son promesas electorales, sin consideración a su capacitación o su experiencia. En adelante tenemos que esperar que tal práctica continúe.

El cambio hay que producirlo en la gente, colegios, universidades, instituciones como la ONG, etcétera, deben ser incorporadas a un gran movimiento nacional pro cambio en los principios de una nueva doctrina acorde con los tiempos y las circunstancias. Pero mientras se mantenga la educación en los esquemas obsoletos actuales, no habrá cambio. Pues resulta que en un sistema –si así se lo puede llamar– el del actual existente y de largo plazo, es una educación de proselitismo a la que se intenta llevar al país; dando oportunidad a alumnos y profesores que dediquen tiempo al tumulto, cuyo resultado son días de vacaciones. Los estudiantes y profesores, –aquellos que no son de élite– concurren en condiciones precarias, pero precarias en muchos casos. Si no hay buena educación, no hay cambio ni innovación administrativa.

No se puede negar la realidad, nuestros estándares se los puede medir con los resultados. Colegios, universidades, y estudios informales, en ocasiones hasta de gran pobreza de contenido, se dictan en locales sin la estructura didáctica que requiere la materia.

En la época actual, cuando el conocimiento está sustituyendo a la mano de obra, la educación se torna más exigente porque vamos a manejar nuevos valores en esta nueva sociedad. Si antes el cambio ocurría casi insensiblemente, hoy, con toda la tecnología el sector industrial va requiriendo cada vez más de gente educada, pues los instrumentos que ahora se manejen son más automáticos y requieren de gran preparación intelectual.

Pronto podremos comentar acerca de las crisis del agua y de la energía. En el primer caso es el ambiente afectado por el gas carbónico, y en el segundo caso porque la energía alternativa en el mundo está todavía en pañales.

Aunque el Presidente de Venezuela aconseja el baño de tres minutos y debidamente programado, lo tomamos en términos jocosos, pero dentro de unos años bien pudiera ser una realidad, si es que desde ahora no se toman las medidas necesarias. Esto sí sería un cambio.

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