jueves, junio 24, 2010

Los cambios que ocurren

Un factor de mucha importancia en la vida de los negocios es saber reconocer el futuro. Sin futuro no hay supervivencia.

En la realidad, a muchas empresas les cuesta trabajo reconocer y aceptar el futuro; sin darse cuenta de que están trabajando para él. Las decisiones de hoy son el resultado de las experiencias de ayer, pero al mismo tiempo pueden constituir temas sobre los cuales haya que decidir mañana.

En ciertas operaciones es posible conocer los resultados de actitudes e inversiones, puesto que si nuevos elementos entran en el mercado, resulta posible conocer sus efectos.

La gerencia de la empresa debe interesarse mucho por el ambiente político. Todo está saturado de política y resulta imposible prescindir de ella, puesto que los gobiernos siempre intentan reglamentar el futuro.

El significado de esto es que hay que analizar lo que va a ocurrir, de dónde nacerá la flexibilidad de la empresa para adaptarse a las nuevas circunstancias. No se puede hablar de futuro cuando no se reconoce su existencia. No se puede, por tanto, pasar por alto nuestra relación con Venezuela y establecer estratégicamente las nuevas oportunidades y desafíos que pueden provocar. Otro ejemplo es el triunfo del candidato colombiano que nos lleva al caso de poder enfrentar los problemas y desacuerdos que existen con Colombia.

Es recomendable, por tanto, que las empresas recurran a la planeación estratégica para determinar el futuro que quieren tener, dentro de qué tiempo, en qué condiciones y los objetivos que se intentan conseguir.

La planeación estratégica es una técnica aplicable hoy en día a los negocios. La automatización permite incorporarla al negocio y controlar la empresa a través de ella.

Desde luego el personal (poco o mucho) debe ser adiestrado para el uso de esta herramienta.

La planeación surgió durante la II Guerra Mundial, como necesaria para planificar las operaciones militares, en tiempo de paz; se encontró su utilización para el control de los negocios. Salvo las empresas muy elementales, todas deberían recurrir a este instrumento de control gerencial que, en adición a otros similares le dan al gerente o administrador la visión constante de su negocio y sus proyecciones.

Generalmente se piensa que estos son problemas sociales que solo atañen al Gobierno y se dejan precisamente para que este haga la transformación. Ya conocemos la inercia del gobierno en estos casos cuando es precisamente necesaria la acción de esta en forma mancomunada.

No es el tema de este comentario presentar una solución a la falta de organización social; sino más bien abrir una ventana que sirva para ver el panorama en que está viviendo la sociedad ecuatoriana.

Más cambios van a ocurrir pues las tendencias indican que los nuevos gobiernos, con los cuales nosotros también estamos relacionados, pondrán en vigencia situaciones que tienen que ser afrontados con vigor por parte de los gobernantes.

Estos gobiernos que quieren hacer cambios encuentran que no es tan fácil hacerlos. Por ejemplo, en Venezuela la situación es muy crítica en cuanto se refiere al consumo.

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