jueves, septiembre 28, 2006

Desarrollo de la urbe

La Junta Cívica Guayaquil anuncia (EL UNIVERSO, Gran Guayaquil, 21 de septiembre del 2006) su iniciativa frente a la transformación que ya viene teniendo la ciudad. Es como un llamado a la comunidad para que se consolide y que estruje sus arterias ciudadanas ante el nuevo sol de la acción positiva.La ciudad necesita, exige una programación a largo plazo para su crecimiento y progreso. Siendo notoria la nueva infraestructura, las obras físicas que son inversiones inamovibles de alto costo, que al no generar la productividad adecuada, son como las pirámides.La Junta al reunirse debe dejar de ser amorfa. Necesita estructura y disciplina, o se convierte en instrumento lírico. Los problemas para afrontar el desarrollo son urgentes, tanto que nada se debería postergar o echarse a dormir. El encumbrado antidesarrollo no descansa.Ningún proyecto funciona si no tiene un diagnóstico de lo que se quiere en la acción. Querer atacar diversos temas en simultáneo es una falacia administrativa. ¿Qué objetivos estratégicos persigue la Junta? ¿Una voz más al lado del Alcalde, asesorarlo o ser quién le pueda sugerir (eufemismo, por imponer) cambio de programas?La ciudad tiene apremios importantes y de magnitud: uno, hacer el seguimiento de “qué ocurre” con el gas del Golfo, que es importante para el desarrollo socioeconómico de la península de Santa Elena, Guayaquil y sus zonas de influencia, que generarán riqueza para la zona, que se regaría al país entero. Dos, el dragado del río Guayas es un proyecto de importancia vertebral para el país y para el desarrollo de Guayaquil, que impulsará la creación de riqueza ecuatoriana. Detener este proyecto significará que dentro de poco ni las canoas podrán navegar por el río Guayas; gran limitante para el crecimiento socioeconómico de la ciudad. Tres, comenzar de inmediato un programa de cambios en la conducta pública: movilización mediática a todo nivel.Si no hay diagnóstico, si no sabemos quiénes somos y qué queremos ser y no se adopta un sesudo plan estratégico con un liderazgo bien establecido, que no debilite la acción actual eficazmente probada; sería más objetivo que esta Junta se ubique como función de staff en vez del peligro de ser mecanismo que pudiera utilizarse para apalancar otros fines de nuestra práctica política sutil. Ejemplo de supervivencia: la H. Junta de Beneficencia de Guayaquil.Para una empresa de negocios un plan estratégico (supuesto que antes no lo había) tiene connotaciones económicas, humanas y tecnológicas. El comienzo está en cero y por algo hay que principiar. Demanda supervisión y monitoreo estratégicos, y un directorio exigente con orientación humanística. Una ciudad primero que nada es un conglomerado humano.Vamos a hacer de Guayaquil una ciudad competitiva. Significa que hay que dar más valor a la parte humanística de vivir aquí, trabajar aquí y dejar las raíces aquí. La sociedad guayaquileña está ahora mejor preparada culturalmente, y no es víctima de ideologías obsoletas; pero es campo feraz, fértil y apropiado para respirar un nuevo oxígeno que reivindique los tiempos que se van superando.Hay que asegurar la continuidad y evitar la ruptura.

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