jueves, octubre 05, 2006

Reorientación de recursos

No solo que con el recurso petróleo el Ecuador no ha logrado desarrollo y progreso (aumento de empleo y de renta per cápita), sino que cuando se marque su fin (por obsolescencia) quedarán infértiles miles de hectáreas de tierras, hoy ocupadas por concesiones para explotación petrolífera.La solidez (o la debilidad de nuestra economía) está dependiendo básicamente del precio de la venta de petróleo. No son el mejor referente para un plan de desarrollo a largo plazo.Para administrar al Ecuador, el objetivo viene siendo puramente político. La campaña por la presidencia y por las que deben hacerse en paquete para personajes del Congreso, tiene la característica, más que en el pasado, de haber atraído un conglomerado tan amorfo, y distante de lo que es el arte de gobernar.Por sus discursos pobres de contenido político administrativo, se puede percibir los pocos quilates de aportación al progreso que podrían hacer algunos de los candidatos a la jerarquía. La corrupción, la falta de valores éticos en la contienda desciende a todos los estamentos de la sociedad ecuatoriana.Debo suponer que los politólogos, al igual que la ciudadanía que tiene que votar, estarán confundidos y tratando de desatar la trama electoral que se ha armado, en que hay tantas actitudes melodramáticas, repetitivas y de efectos simplones, que el acto sagrado de elegir autoridades está convertido en un día de sol y de visita a los centros comerciales.El pugilato armado entre los que intervienen en la contienda revela el poco valor de nuestra cultura política, que a pesar de los avatares sufridos en los últimos años de “dominio político” en la dirección del país, no se ha logrado un entorno capaz de mejorar la utilización del recurso humano.Este ambiente, en definitiva, es factor de antiprogreso. Durante la campaña electoral que es un genuino medio para medir el avance de la calidad política de un pueblo, ya se notaba el analfabetismo electoralista que daría por resultado la maratón que se realizará el próximo 15 de este mes.Que quede claro, eso sí, que el Ecuador no vive ajeno a la fractura de recursos que la globalización está causando. El ser humano es factor importante en la época del conocimiento, que ya se ha distanciado bastante de la agrícola e industrial.Los problemas acumulativos que afronta el Gobierno de hoy, y los que vendrán luego de las elecciones tienen un alto contenido político, internacional y económico, que van más allá de lo importantísimo. Que van más lejos de los lugares comunes o de los discursos de aldea o de los destapes publicitarios.Los malabaristas del juego electoral van triunfando; ¿por cuánto tiempo será? No hay ofertas electorales sustanciales, aparte de que se está vendiendo la idea de la Consulta o sus equivalentes, a la espera de que el tiempo siga su marcha.Pensábamos que la nueva estructura de conducta se presentaría innovadora; que se reorientaría el fondo y la forma de la campaña, y que se demostraría una más progresista cultura electoral. Pero nada ha sucedido; lo que se percibe es una actitud que se debe medir para mejorarla.

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