jueves, mayo 17, 2007

Recursos humanos e innovación

El arte de gobernar un país o una empresa de negocios, o de servicio, tiene que contar con la presencia de seres humanos de ambos sexos para llevar a buen término la gestión. Aunque sea verdad de Perogrullo repetirlas, es que muchos administradores consideran que la empresa vive todavía en la Segunda Ola.Estamos en la era del conocimiento, cuando por efecto de la información, la desinformación y la información falsa, los seres humanos estamos impregnados de los hechos en tiempo real. La tecnología de la información está revolucionando la de la educación, de tal forma que el conocimiento hoy no le es negado a nadie.Así como las políticas de administración, las de finanzas y de marketing; las de producción y distribución han cambiado y/o se han transformado. El empresario de la época ya se ha dado cuenta de que las políticas para manejar el personal, en todas sus categorías, tienen que cambiar. De lo contrario, quedarán obsoletas, con todas las consecuencias y resultados que significan no cambiar.Ya hay instituciones que en su organigrama consideran como función o como parte de su sistema, la de orientar el cambio dentro de la empresa. El cambio significa otra manera de hacer o de ver las cosas, de tal forma que la previsibilidad y la sincronización puedan acoplarse en la medida necesaria. Los años traen experiencia, pero también mucha basura, que pesan sobre la eficiencia.El conocimiento promedio de trabajadores y empleados, en cualquier área de la empresa o institución, es superior en grado superlativo de lo que fue tres o cuatro décadas atrás, que si no existe la dirección adecuada para aprovecharlo, tendrán un alto costo. Las selecciones del trabajador para ingresar a una empresa tienen que aplicarse hoy de manera diferente que en el pasado. Las empresas pronto van a darse cuenta que la innovación y la creatividad son factores importantes en la época de dirigir el conocimiento. (Recuerdo que años atrás, cuando cumpliendo con mi trabajo visité en Estados Unidos la empresa 3M, que tenía la política regada al personal sin distinción de jerarquías, de presentar al menos 3.000 innovaciones por año, de las cuales se seleccionaban las que tenían valor comercial). Innovar no es inventar.La empresa, para sobrevivir en esta época de innovación, debe convertirse en centro de estímulo de la creatividad. No es posible que siendo eje de trabajo pro activo se desperdicie la creatividad de cientos de trabajadores que son inteligentes, para descubrir aquellos que tienen talento. Las empresas tienen que ser el núcleo de donde emane la innovación, dándole al trabajador la cultura que necesita para ser idóneo y colaborador. Yo creo, con firmeza, que al innovar las políticas empresariales, la mentalidad del trabajador hacia la empresa cambiará en redondo. Lo he visto en vivo.Mientras más nos aferremos a no querer ver y pensar las cosas de otra manera, más obsoletos nos volveremos, particularmente en ciertas actividades. No todo cambio tiene valor para el consumidor, lo cual puede resultar negativo. Todo cambio o innovación debe tender a darle valor añadido al producto.

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