jueves, septiembre 13, 2007

Negocios y política

El país está saturado de publicidad política. En el ámbito de las relaciones internacionales prácticamente se está ayuno de noticias importantes que permitan conocer con cierta holgura, lo que acontece en el mundo en las relaciones internacionales. En circunstancias de globalización se necesita que las publicaciones informen, con cierto detalle, las novedades que se vayan produciendo en esta área tan importante para los negocios de hoy y del futuro. Largo sería enumerar los temas que habría que tratar para entender la forma de creación de una nueva riqueza y de su distribución.Mucha de la información necesaria viene, esporádicamente, en revistas institucionales que llegan, lamentablemente, tarde. La información de hoy no puede ser tardía, cuando al mundo entero llega en millonésimas de segundo a través de internet o de las páginas web.Las empresas de negocios –particularmente si sus actividades son internacionales– no pueden esperar hasta que la noticia se popularice. Será tarde entonces y la competencia podría haber tomado ventaja. Por efecto de la velocidad de la información, algunos países se han vuelto competidores entre sí cuando antes eran socios en sus respectivos mercados. Había dependencia por falta de información, cuando hoy gozan de autonomía para tomar sus propias decisiones.De otra parte los gobiernos, el Gobierno, administran con una lentitud los negocios del Estado, que hasta llegan a creer que el bienestar de la población depende del vigor o lasitud que se ponga en ellos. (Ya se puede imaginar, lector, las subactividades que se crean aprovechando este lapso).Los negocios, que son creación de riqueza y valor, no pueden esperar a que todo esté muy claro y el camino despejado, y en el tiempo se toma el riesgo y se decide. De este tipo de actitud mental depende, en muchas ocasiones, la fortuna de empresarios, no necesariamente de la suerte. (Las facultades de negocios de las universidades debieran incluir en su catálogo de materias el tema del tiempo, como factor de riqueza y riesgo: la incertidumbre).Las grandes decisiones de negocios de un país, las toma el Gobierno. Tras de estas decisiones se arropan negocios que crean riquezas particulares en detrimento de las del Estado. Es así como se crean los grupos de presión que intentan estar cerca de cada gobierno para influenciar en las decisiones que convengan a sus intereses, o también qué empresario o empresarios entren al Gobierno en busca de oportunidades para crear su propia riqueza. (Los gobernantes en todas partes del mundo sufren el acecho de los lobbysts.)Ideal sería poner una malla o frontera entre estas dos actividades. Es imposible. La Historia lo cuenta.La política activa no es compatible con los negocios, demanda una lucha universal más allá de los intereses particulares del actor. Además de que es muy difícil separarse de la actividad, que se convierte en una especie de droga alucinógena.El empresario y el político tienen, cada uno, su propia ética. El empresario tiene mentalidad de sector privado que entrechoca con la actividad pública: razón suficiente para el fracaso.

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