jueves, diciembre 20, 2007

¿Y el futuro...?


La situación económica en general se sigue deteriorando: los precios de los alimentos en los mercados están subiendo, en algunos casos exageradamente. Ya comienza a sentirse la escasez.Esto tenía que suceder. En el tiempo se va a prolongar la crisis económica, cuyas señales las da siempre, en el primer momento, la oferta-demanda de productos de primera necesidad.Es la consecuencia del “olvido” del Gobierno de que, primero que nada, la comunidad ecuatoriana tiene que comer; para poder hacerlo necesita el ingreso que produce el trabajo, y el trabajo se genera y se estimula con las políticas económicas sabias que dicta el Gobierno, para generar confianza e inversión. (Perogrullo).Para mala fortuna de nuestro país, nos ha tocado tener un Presidente cuyo principal objetivo parece ser gobernar destruyendo, sin sustituir en condiciones con ventaja lo destruido. Se agrega a esta dramática situación el caso que según el asambleísta Acosta, existen dos presidentes: él mismo (Constituyente) y el Presidente de la República (Correa) (EL UNIVERSO, diciembre 14 del 2007). Esta enunciación sin aparente valor intrínseco, mencionada por uno de los altos magistrados, indica conflicto de ideas, de intereses y de procesos de gobernabilidad.Como consecuencia de la bigobernabilidad, el país debe esperar que mucho no pasará mientras no se produzca acuerdo entre estas dos fuerzas gobernantes de ideologías diferentes.Pero el hambre no espera, el estómago no tiene tintes ideológicos. Con el incremento en precios hay disminución de la capacidad de compra, que genera más hambre y más pobreza; con más pobreza habrá menos demanda y la consecuencia será menos producción. Es la puerta de entrada para las grandes crisis económicas que originan desórdenes predecibles y consecuencias impredecibles.El tiempo se fuga presidente Correa. Tanto viaje, de usted y sus funcionarios les causa trastornos fisiológicos y psíquicos, que no es fácil políticamente recuperarse de ellos.Lo preocupante en la situación considerada, grosso modo, en bruto, es que hasta ahora no hay otro cambio que el que demuestra el temperamento del Presidente. En la forma, lo que ocurre es el esperado cambio de gente para que sirvan al mismo propósito y objetivos que tanto se critica al régimen Febres-Cordero: dominio sobre los poderes, sometimiento de las instituciones, neutralización de factores adversos: todos respaldados por la ley, etcétera. ¿No es acaso una copia?Porque en el fondo seguimos igual. Ya se notan disparidades de criterio en el intestino de su matriz, más ciertos focos de descontentos como Dayuma en donde la emergencia ha hecho temblar la mano.El país se desacelera, el malestar comienza su labor de hormiga. Y el futuro, ¿qué...?La inversión se ha debilitado. La tasa de interés que podría ser el gancho para atraer el capital nacional que está en el exterior, y además al capital extranjero, está dentro del programa de maniobras gubernamentales.Como la mayor parte de los asambleístas son novatos en la maniobra política, están muy preocupados en organizarse dentro del nuevo marco. Esta actitud da lugar a las rencillas y emulaciones internas que hace problemático encontrar el camino hacia la eficiencia. Mientras tanto: a río revuelto ganancia de pescadores... sin importar que el país pierda y entremos a la recesión. No hay medidas preventivas.

No hay comentarios.: