jueves, marzo 06, 2008

Depresión

Hay que vigilar muy de cerca el desarrollo y las políticas macroeconómicas del país, ya sea que nos adentremos en una selva, en la que fácilmente podemos perdernos buscando la salida más aproximada.En un par de mis someros análisis anteriores traslucían una cierta advertencia de peligro de crisis, que por estar enfrascados en el dirigismo político se ha diferido tanto tiempo la atención económica. Resulta que hoy por efecto del Tungurahua y las inundaciones provocadas por las incesantes lluvias, el Gobierno busca reducir el efecto económico de estos procesos de la Naturaleza. Y ocurre que el presidente Rafael Correa percibe que hay tres áreas que legislar rápidamente: el arroz, el trigo (que es la harina) y la harina de trigo que vendría de Argentina.Pero, paralelamente, anunció que se creará la Superintendencia de Desarrollo (solución de problemas utilizando burocracia); la cual, pasada la emergencia, seguirá existiendo, por si acaso una nueva emergencia apareciera y porque así es la cultura gubernamental en el país.Lo que preocupa no es solamente el arroz, la harina y el trigo, sino conocer el cómo se proyecta para rehabilitar las devastaciones de todo tipo que han ocurrido en esta época que tienen efecto futuro. Y ahora el problema caliente internacional con Colombia.El ovillo político que tiene que desmadejar el presidente Correa está lleno de arrecifes autocreados con afán de que nazca un nuevo país al estilo socialista, tal vez al estilo de Cuba o, más cercano en el tiempo, a Venezuela. El tiempo va negando estas posibilidades. El camino debe ser otro.Ecuador está pasando por crisis de gobernar, aunque el Gobierno cada vez toma más fuerza respaldado con leyes ad-hoc, a sus propósitos. Ojalá que más temprano que tarde el Presidente pueda darse cuenta de esta realidad visible.Verdad de a folio es que el país afronta una multicrisis. A pesar del ingreso por venta de petróleo, recurso sujeto de contratos, anulaciones, demandas y derrames, siempre existe un inveterado déficit de caja.Es axiomático que toda crisis trae factores multiplicadores, que en un caso son positivos y oportunidades, y en el negativo destrucción subsidiaria, desempleo, hambruna. Se tambalea la oferta/demanda, hasta el extremo de generar una recesión, con consecuencias generales difíciles de prever.El mismo Presidente “anticipa meses difíciles” (EL UNIVERSO, 1 de marzo del 2008), sin tocar las áreas estratégicas en donde aparecerán las dificultades. Si hay conciencia de lo que será realidad, sería responsabilidad gubernamental no comenzar desde ahora a aplicar medidas atenuantes. Si el sector privado no toma medidas frente a esta advertencia, no quedará el derecho a la protesta.Solo para paliar el perjuicio nacional de los factores comentados se necesitarán de reservas millonarias (cuidado con los padrinos) que deberán someterse a un estricto control de objetivos e inversiones.De otra parte, el gobierno de Correa sufre el ataque a sus objetivos de gobierno: el problema FARC con Colombia. La habilidad venezolana toma para sí la situación y hace gala de su fuerza militar. Ojalá que con esta actitud el presidente Correa sienta fortaleza para la solución, evitando así que la vía diplomática se convierta en problema militar.

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