jueves, abril 10, 2008

El Presidente ....

A los mandatarios con madera de líder se los prueba en las grandes adversidades que tiene que afrontar su gobierno. Ejerciendo el mando todos los días son cruciales, llenos de incertidumbre, exigencia y compromiso. Para un gobernante los momentos positivos no compensan los negativos.Al presidente Rafael Correa le ha tocado, desde el inicio de su gobierno, afrontar situaciones muy graves que socavan la base de su mandato y el equilibrio político económico que demanda el desarrollo del país. La característica del mandatario es la de ver molinos. Es cierto que en el país hay molinos en toda la configuración nacional; pero también la habilidad de todo mandatario consiste en ser suficientemente ecuánime y político para ir dominando la oposición. Métodos para la acción defensiva positiva existen. Tiene ahora a su favor la carencia de líderes políticos, aunque está amarrado a otras tendencias que, con el temperamento que tiene, podría producir un colapso.El presidente Correa fue elegido en democracia para la democracia, pero está gobernando como en dictadura. Su palabra, su criterio es lo único válido, por lo menos eso es lo que trasciende y se percibe. Muchas veces podría resultar que los hechos son diferentes a lo pensado. De otra parte, el incienso con que se sahúma el poder obnubila la visión necesaria para la decisión. No hay que olvidar que fuera del círculo más cercano existe otro que espera.El Presidente necesita hacer una limpieza a su alrededor. Luego de un año de ejercicio muchos vicios estarán pesando sin necesidad de ellos. Y esto sí que es un lastre difícil de echarlo por la borda. El barco desde luego, no zozobra, pero se escora.Tiempo de grandes y profundas decisiones políticas. Hay que echar a andar al país que ya tiene un atraso increíble, comparado con lo que ha sido; ni hablemos de comparación con otros. El tiempo se pierde en un nanosegundo. La recuperación y la retroalimentación son de casi imposible planificación.El Gobierno, no solo el Presidente, sufre de fuerzas dinámicas visibles contrarias y negativas que tienen que superarse, quiéralo o no: el caso de los diezmos descontados a los burócratas para alimentar las faltriqueras del partido de gobierno; el problema internacional por la incursión de la guerrilla colombiana al territorio ecuatoriano; el embate de la naturaleza con sus efectos destructivos de ahora y sus consecuencias para el futuro, básicamente la recuperación de la infraestructura sin la cual no podrá haber desarrollo. Hay y habrá otros problemas más, que por muy rendidores que sean los recursos del petróleo siempre serán limitados para cubrir las necesidades de reconstruir el país y de avanzar en su desarrollo.Todos son factores que demandan un gran esfuerzo de gobierno. Pero tales circunstancias, ¿se pueden cumplir en democracia o con un gobierno autocrático? Si el presidente Correa quiere tener su puesto en la Historia debe cambiar los factores negativos –que siempre se los puede identificar– con lo positivo de una buena administración.Luego de un año de lucha, ¿qué se ha conseguido para el progreso y desarrollo del país? Después de todo el esfuerzo y el aguante, estamos cruzados de brazos, una inflación y una recesión de las cuales no nos sacará ni el más pintado economista, pues se habrán acumulado tantos factores endógenos y exógenos que harán difícil la solución.

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