jueves, abril 17, 2008

Mucha música.....


El mundo comienza a sentir hambre. ¿Se cumplirá la teoría de Maltus? ¿Qué va a pasar en Ecuador, cuando ya anotamos alza de precios y escasez en productos de consumo masivo, ante la indiferencia gubernamental y la creencia que la economía real puede sustituirse con subsidios?El gobierno de Rafael Correa se está caracterizando por ser eminentemente político. Al Presidente se lo ve en la primera página cuando se dispara contra los pelucones (los molinos de Don Quijote); pero falla en anunciar medidas que restablezcan la economía, el desarrollo del país, y el estímulo a la inversión privada que hace falta para complementar el déficit de los precarios servicios públicos.Es cierto que el problema político es en mucho creación del propio Gobierno para justificar actitudes o medidas fuera de contexto. Sin embargo, las posturas negativas han creado un pesimismo que hace que la inversión privada comience a huir del país. Además, la inversión extranjera duerme con un ojo abierto, no sea que suceda lo que en Venezuela.Un mandatario con sentido de estadista procura que el país que gobierna sea un sitio que, al tiempo que incrementa el PIB, la población esté satisfecha con respecto a salud, educación y garantías. En cambio, lo que está ocurriendo es que, por afán de gobernar para la política, aparece el caos. Esto del Socialismo siglo XXI está trayendo retrasos para el desarrollo ecuatoriano que cada día nos debilitamos más. Recordemos bien: lo que le interesa al país no son los predicamentos de una ideología, sino los resultados que se obtengan de una eficiente administración.Se dispone ahora de un presupuesto alimentado con recursos provenientes del precio del petróleo al alza; posiblemente hasta equilibrado, no lo sabemos. Y, además, otros que podrían generar los del Banco del Sur –que a propósito, nada se sabe de él–.Muy aparte de los problemas de conducir el país, no hay una política fiscal que señale por dónde se deben conducir los recursos. La catástrofe producida por la naturaleza le trae al Gobierno un fuerte dolor de cabeza por la reasignación de recursos que tiene que realizar en todo el país y que, bien aprovechados, servirán para el desarrollo y la generación de trabajo y el refuerzo del consumo. Es decir, un renacer de una sabia política fiscal que no existe. Igual que no se dispone de una política monetaria seria y sensata.Ahora que fue a México el presidente Correa aconsejó al presidente Calderón volcarse a la izquierda porque en América Latina la derecha pasó de moda. ¿Será que a nuestro Mandatario lo lleva la moda? Pero recordemos que tratándose de obtener resultados beneficiosos para los ecuatorianos, no vale un comino una u otra tendencia política, porque lo importante son los resultados.El tiempo corre, señor Presidente. Su administración ya dura más de un año y solo se ven y se sienten medidas que hasta ahora no generan efecto. Es cierto que ha tenido que atender varias crisis, pero estas circunstancias son propias del mando, y un estadista sabe que no pueden faltar. El costo en dinero que tiene la Asamblea Constituyente encargada de todos los poderes es altísimo. (En la industria el costo de la maquinaria improductiva se denomina “tiempo ocioso, como decían los antiguos: “mucha música y nada de ópera”).

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