jueves, abril 24, 2008

Muchos frentes

El presidente Rafael Correa ha abierto simultáneamente varios e importantes frentes de lucha política en su afán de manejarse y sostenerse en el poder. Debo imaginar que el sillón presidencial se moverá a disgusto todos los días.En definitiva, el Presidente es una persona que gusta de la lucha constante y continua, tratando de sacar adelante sus objetivos presidenciales; pero los saca en forma tan ríspida y autocrática que, por los efectos que se ven, los resultados son negativos, y están sembrando el caos en el país.A su formación de economista le faltó la segunda parte de la materia: la política. Posiblemente es un gran teórico en su materia, pero le falta la experiencia que demanda el arte de gobernar, en la que la serenidad administrativa y la capacidad de análisis estratégico-político no habrá podido desarrollarlos a tiempo. Y esta situación da lugar a errores que luego resultan difíciles de corregir, porque en la práctica de la política toda acción tiene sus consecuencias y su costo social o económico. De esta premisa es que surge la necesidad del análisis profundo. Los educadores dicen que para aprender hay que leer y releer el tema; los militares dicen que mientras más concentración hay en punto, más serán las posibilidades de éxito; la gente de marketing sabe que mientras más aparezca la publicidad ante sus ojos, más comprarán el producto.Así pues, el mandatario debe concentrar sus energías para seleccionar y atacar los problemas según su importancia lo exija. Necesita este personaje disponer de muchas sindéresis para seleccionar entre lo que se debe hacer y lo que se tiene que hacer. Mirando en nuestro derredor, es bastante lo que tenemos que hacer. ¿Qué es lo prioritario?El enfoque administrativo del nuevo político ha dejado de estar circunscrito solo para el país que gobierna. Los países están interconectados por la información y la comunicación, satélites, redes e internet. El localismo va desapareciendo. Nomás revise la información de diarios y revistas de tres décadas atrás y observará el cambio entre noticias locales y nacionales.Este aparente criterio diferente al mensaje de este artículo, no es tal porque lo que se intenta es demostrar el gran universo que hoy se tiene que considerar para decisiones, que lleva a los políticos a abrir varios frentes al mismo tiempo, dejando a considerar la opinión pública que es el verdadero auditorio ante el Presidente rindiendo la información sobre los resultados de su gestión. ¡Así es la democracia!Por lo demás la sabiduría del Presidente no es inmune a la danza de las libélulas que siempre merodean causándole zumbido hasta el frenesí, y de los aspirantes a nuevos pelucones a través de prebendas, contratos y licitaciones. ¡Cantarán las sirenas! Atronarán el espacio quienes quieren llamar la atención, mientras esperan en la fila con los dedos cruzados.Cierto es lo que nos recuerda Eamon Kelly con la respuesta que Petrucci le dio a Maquiavelo: ”los tiempos son más poderosos que nuestro cerebro”.Un mandatario debe utilizar el menor tiempo posible para ponerle tiempo al pasado. Debe administrar para el futuro. Armar el porvenir y recuperar la infraestructura perdida que es prioridad de prioridades.

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