jueves, mayo 07, 2009

Billones para el mundo

El Grupo de los 20 en su reunión de mediados de la semana pasada acordó regar  el mundo con billones de dólares para sacarlo de la pobreza.

Muchísimos intentos se han hecho al respecto. Cada congreso o convención mundial lleva la más pía intención de hacer algo para la solución de este problema mundial, pero luego de que termina el cónclave los participantes olvidan sus buenos deseos.

Dicen los partidarios de la decisión que ha terminado la época del neoliberalismo y renace la del libre comercio. Hay mucha diferencia entre lo uno y lo otro. Ya estamos viendo.

No hay duda de que ante el panorama bien se puede predecir que la estructura del mundo va a cambiar, y de ser así será el  factor medular para el cambio de los pueblos.

¿Acaso no es un proceso de cambio el que está sufriendo el país con la “revolución”? Para bien o para mal tendremos que cambiar y soportar muchas vicisitudes, producto de la vorágine de procesos sociales y naturales o de los actos de Dios.

No todo cambio es beneficioso. El mundo contiene lo bueno y lo malo, y es la sabiduría del hombre la que decide aprovechar lo uno o lo otro. Pero es cierto que la administración y el desarrollo económico global funcionan a base de teorías y ecuaciones de Keynes, Friedman, Ricardo, Smith y otros contribuyentes de desarrollo de la economía de hoy, que no es de ninguna manera un producto específico y destilado de todas ellas.

Aún es extemporáneo comentar cómo funcionará el nuevo sistema monetario que acoja los billones que lloverán. Lo que sí es cierto es que el actual sistema dejará obsoleto a muchos sistemas e instituciones, y quién podría saber los conflictos de poder que se producirán por efecto de los que tengan lugar al reguero de dinero que habrán que repartir.

Los billones que llegasen a circular por el mundo no serán suficientes para terminar con la mala distribución de la riqueza. Se necesitarán muchos agentes en actividades diferentes a las de ahora para producir el cambio.

Por lo poco expresado aquí respecto al tema, deberá pasar mucho tiempo, años, antes de que sea realidad la entrega para acabar con la pobreza. Por lo demás, la pobreza no la termina solo el dinero.

Si la abundancia no se la distribuye con equilibrio entre factores productores de riqueza, el efecto será un factor desestabilizador que dará origen a una renovada lucha de clases: un nuevo comunismo.

Ante la avalancha de dólares que se producirá, cabría preguntarse: ¿se devaluará  esa moneda, o desaparecerá para cambiarla por una global? ¿Y qué pasará en los países con economía dolarizada? El comandante Chávez, de Venezuela, anuncia el sucre bolivariano, con el cual esperará reemplazar al dólar, por lo menos en los países en los que espera ejercer dominio. Si no lo recuerdo mal fue Napoleón quien dijo algo así como que para dominar un pueblo hay que principiar con su moneda.

La situación comentada será de muy profundos cambios. Se podría pensar que la intención es terminar con el dominio del dólar, por lo menos en América Latina igual que sucedió en la Unión Europea, o como estuvo sucediendo durante la II Guerra Mundial  cuando Alemania lanzó el askimark, como referencia del marco alemán.

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