jueves, julio 09, 2009

Cambios Trascendentales

Los sucesos políticos de este tiempo son indicativos de una evolución que los pueblos están sufriendo después de regímenes democráticos, casi siempre producto de un capitalismo envejecido o de promesas no cumplidas.

Si nos propusiéramos hacer un paralelo con Honduras, encontraríamos similitudes entre los dos pueblos. En ambos casos se prometió el cambio, pero este cambio nunca llegó. La mala administración sigue reforzándose mientras se alimenta la nueva figura política: de la continuación de gobiernos, que a la postre no sabremos el resultado. El escándalo, de que está rodeado el presidente Correa en estos días, es una demostración de que los buitres estaban listos para caer sobre la presa tan pronto se justificasen las circunstancias.

Correa tiene ahora un hueso muy difícil de roer, porque la intuición popular sospecha que así como ha habido un infiltrado para sacar provecho con el nuevo Gobierno, otros también intentarán aprovechar en mayor o menor escala las cercanías al poder. El presidente Correa afronta un escándalo mayúsculo del tamaño y consecuencias de los negocios o negociados a los que decía que se practicaban en gobiernos anteriores, para referirse a los cuales usó muchos epítetos.

No hay cambios que trasciendan en la economía en general para asegurar el bienestar de los ecuatorianos. Todas o casi todas las leyes que se dictan contienen una carga de interés ampliamente política que parecería una mano de ajedrez en que las piezas claves que se mueven son para asegurar el jaque mate.

No intente, economista Correa, imitar o seguir los dictados de Venezuela, en donde ya no se consigue ni papel higiénico. Aunque hablemos el mismo idioma, el Ecuador es diferente en muchos aspectos; y si el Presidente sigue las huellas del dictador Chávez, cometería un error político de envergadura, que solo traería más atraso del que ya estamos sufriendo.

Mire ahora mismo, en el caso de Honduras nada ha podido hacer la diplomacia internacional ni los presidentes de los países que viajaron con usted para acompañar la reposición de Zelaya. Debemos aprender y reflexionar sobre el caso.

Está claro que los pueblos de América Latina demandan cambios trascendentales. Tenemos nuestras propias virtudes y defectos, nuestra propia idiosincrasia y rechazamos cualquier tutelaje criollo o importado que no tenga el saber legítimo y democracia también legítima.

Se necesita capital de riesgo. Existen sectores y actividades que demandan capital y un empresariado fuerte, capaz de afrontar las vicisitudes del futuro, que por otra parte serán muy serias cuando el mundo entre en la etapa de globalización. Se necesita, más que nunca, incrementar el PNB para que el mundo que nace no nos encuentre débiles, cuando entonces podría perecer nuestra independencia.

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