jueves, agosto 27, 2009

Los desajustes

Acciones y disposiciones por parte del Gobierno siguen manteniendo el toque de incertidumbre y nerviosismo que caracteriza al gobierno Correa, desde el comienzo de su gestión. Han pasado dos años desde esta nueva etapa que en sus comienzos se llenó de ofertas, que el ingenuo voto de una mayoría catequizada en reuniones de oposición a las viejas guardias que, como en la gran mayoría de países, son las figuras coloniales que conviven y sangran los recursos.

En nuestro país fue notorio el dominio de esta casta, quitaban y ponían rey y cuando no cumplían los objetivos que se proponían, ¡zas! La dictadura, militar o civil. Quien quiera más detalles intérnese en la lectura de los diarios de las diferentes épocas.

Para los días que transcurren con la carga política actual, el país se ha quedado sin líderes; el último: León Febres-Cordero, cuya voz era el trueno que siempre anunciaba los incontestables argumentos, que luego morían encerrados en las gavetas de la burocracia que guardaba celosamente el respaldo legal que le convenía, a la corrupción de entonces y su continuidad de ahora. (Correa puede ser muy honrado ante la tentación económica que llenaría sus bolsillos; pero si él conocía el negocio de Fabricio remotamente, lleva parte de la responsabilidad. La terminación de los contratos, de darse unilateralmente, sería gran negocio por las indemnizaciones que supuestamente debería recibir el contratista. Habrá nuevas soluciones para viejos problemas).

Con el proyecto de los comités barriales se creará el sistema de espionaje nazi-fascista; lo medular de la idea es dotar al Gobierno de un espionaje general dentro de la comunidad, cual ocurrió en la Inquisición y en la Alemania de Hitler. De otra parte, la acción significaría el espionaje doméstico en el sentido de que habrá delegados secretos de la conveniencia del Partido Siglo XXI que serán los grandes suministradores de las noticias políticas que se generan dentro de casa, de la fábrica, la oficina, etcétera, etcétera; es decir, el sistema hitleriano de control del país y su gente para que perdure el socialismo.

El país ha entrado en una ruptura política con su pasado, las tendencias indican que tendremos incógnitas para rato. De cada cambio habrá que dar la lección a Caracas; lo que allá se haga se deberá copiar, hacerle los ajustes que demanda el entorno o la idiosincrasia del país. La sociedad ecuatoriana estará siempre expuesta a un cambio de actitud.

Lo escrito son conjeturas que se basan en las tendencias, la percepción y realidades de la ruptura que se está viviendo, por eso serán necesarios los ajustes a los desajustes del híbrido político que rige ahora.

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