jueves, marzo 02, 2006

La masa crítica

Las organizaciones afrontan dos vertientes: una es el avance tecnológico, y la otra es la etapa del conocimiento. La primera incluye todo lo que el ser humano crea (innovación o invención para su supervivencia) y la otra es el desarrollo de sus facultades mentales que crean una nueva cultura empresarial y, por tanto, una nueva manera de dirigir hacia los objetivos propuestos.Cuando estas circunstancias se generan sin control surge la “masa crítica de las organizaciones”: utilizando el término de la física nuclear que la describe como la conjunción de factores, que en sentido figurado significa la concentración de estos –humanos, financieros o ecológicos–, que en determinado momento pierden su relación óptima que pueden causar una explosión administrativa de alto costo. La sabiduría de la alta dirección de la empresa es la que puede llegar a determinar el factor crítico por su poder conceptual y económico del conjunto. En medicina se llama “diagnóstico diferencial”.La misma gerencia de las organizaciones tiene poder limitado sobre las decisiones importantes, porque como es de lógica administrativa ninguna parte de la estructura maneja el conocimiento completo –lo cual así debiera ser– de toda la organización. Cuando la alta gerencia o directorio se involucra en las operaciones le resulta difícil, por no decir imposible, sustraerse a la emoción que causan las directrices que pueden no ser adecuadas a los objetivos y el enfoque. Hay que evitar que prospere la niebla, como la llamó Unamuno.La cotidianidad resta criterio direccional porque sus objetivos son diferentes y van dirigidos a la eficiencia: productividad, calidad, mercado, política de personal, uso del dinero, etcétera. La alta gerencia no debe desafiar las decisiones, por naturaleza limitadas, de las jerarquías inferiores, pero hasta puede ser racionalmente contraria. Puede estimular el disenso, actitud poco apreciada en nuestro medio. (El disenso no es oposición sino el estímulo para encontrar nuevas alternativas; así debe considerarlo quien lo presenta).El pensamiento estratégico de la alta dirección debe estar dirigido siempre a evitar la formación de la masa crítica, para conseguir lo cual hay que exigir información, también estratégica, de los factores principales que pudieran estar incidiendo en una débil comunicación. Informar no es igual a comunicar; esta confusión es más latente hoy con el computador. Resulta fácil confundir criterios con el uso intensivo de programas (software), que tienden más a demostrar el buen uso derivado de la tecnología que a dar la información que expongan el porqué y el concepto tras los hechos.Cuando se descuida el concepto de masa crítica llega a causar explosión, que no necesariamente significa destrucción sino alimentación de factores negativos de alto costo económico, social, ecológico y gerencial para la empresa. Conocer el desarrollo del medio, sus modas y sus tendencias (percepción) debe ser también exigente para la alta gerencia; porque inciden en el resultado económico y en la supervivencia de las organizaciones.Así como las nubes dejan conocer el caudal de agua cuando se forma la masa crítica igual es en las organizaciones al no utilizar el principio de la anticipación que evita que se formen nubarrones.

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