jueves, octubre 12, 2006

Nuevas coordenadas

Guayaquil ha cambiado y seguirá cambiando. Aunque el cambio ocurre dentro del tiempo, este tiempo está alimentado con los estímulos de la Ley de Beneficios Tributarios que por ordenanza municipal, acaba de acogerla la M. I. Municipalidad de Guayaquil.El empuje de la nueva ley crea la oportunidad para el cambio y el desarrollo socioeconómico de la ciudad y hasta donde pueda llegar su zona de influencia, el valor que tienen los pueblos a trabajar por su futuro, sin esperar el favor centralista.La infraestructura con que hoy se cuenta y la que se irá creando llevarán a la ciudad a un crecimiento económico horizontal, que hasta podría darse el caso de desempleo cero. (Hoy se estima que el desempleo está alrededor del 11%).El Municipio tiene el desafío de promover direccionalmente las nuevas actividades que, seleccionadas como productivas, vayan acortando el cordón umbilical con la burocracia centralizadora.Guayaquil recuperará su supremacía en muchos campos. Por supuesto que lo que hay que hacer es crear el ambiente de confianza y seguridad necesarios para la inversión privada.Un alto porcentaje de la riqueza exportadora pasa por la Perla del Pacífico. Las corrientes económicas producidas por el ser humano distribuyen la demografía y el bienestar en el territorio. Desde luego que la forma de hacer gobierno no será la misma de hace décadas atrás, cuando hasta la cultura general de los políticos era diferente a la de hoy.¿Qué significa para la ciudad y sus zonas de influencia tener en su propia provincia, un puerto de aguas profundas? Yo estoy convencido (superconvencido, como se diría en el argot popular) de que este nuevo recurso será el imán que atraerá las grandes inversiones y el inusitado movimiento que se generará. Y hasta estimulará la paciencia que se ha tenido con respecto al gas del Golfo. (Sugerencia: para aumentar nuestra cultura hacia el desarrollo, el Municipio a través de los medios debe difundir el significado y ventajas de todo orden que trae un puerto de aguas profundas).El desarrollo que reventará con la Ley de Incentivos atraerá el interés de inversionistas nacionales y extranjeros, y hasta de los “golondrinas”. Se incrementará el mercado financiero (sueño de César Durán-Ballén). El desarrollo horizontal irá sustituyendo al de extrapolación que apadrina en gran escala la creación de grupos de interés.Holcim, la productora de cemento en Guayaquil, anuncia una inversión de 250 millones de dólares en una nueva planta. Se puede percibir que la empresa conoce que la principal tendencia está en la construcción, y que esta, la construcción, es la que dará el valor agregado para Guayaquil y su competitividad.Las cámaras deben revisar su función ante las nuevas oportunidades, y contribuir en grado superlativo para aprovechar las ordenanzas que habrán de dictarse; hay que crear emprendedores.El cambio de dirección de las actividades manufactureras, comerciales y de servicios, obligará al empresariado a vivir con ojo avizor, a sacudirse de la inercia y de la permanencia del estatus.El Municipio tiene la gran tarea de descubrir las oportunidades de desarrollo de la ciudad. Que la Montaña venga a Mahoma. Inversión privada y Municipio en conjunto deben comenzar ¡ya! el estudio y análisis para disparar ¡ahora mismo!

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