jueves, diciembre 07, 2006

Llegará la hora cero

Después de tantas idas y venidas llega la realidad, por lo pronto tenemos incertidumbre. Como mis barbas no crecieron en el quehacer político, tengo que reconocer que soy neófito en tal menester y que para dialogar sobre la materia solo tengo mi sentido común.La hora del desafío ha llegado para el nuevo presidente del Ecuador, cuando ya termina el camino de la retórica y comienza el de las realidades: es la hora cero de lo que se espera que sea un nuevo periodo para la productividad del país.Lo que aún queda por transitar es hasta que llegue el tiempo de la acción, y este tiempo y más allá que estará dentro de la turbulencia entre lo que es y lo que deseamos que sea.Tal vez nunca como ahora un presidente vaya a ser tan vigilado y juzgado como lo será el flamante ganador economista Rafael Correa, puesto que tiene que vérselas con fuerzas perdedoras que parecen no dispuestas a abandonar el terreno ganado. El próximo enero comenzará un nuevo capítulo.No hay que pasar por alto que entrarán al gobierno con mucha garra, aunque legítima, elementos del anonimato político, teóricos, consejeros y toda una cofradía capaces para la labor administrativa, y otros para quienes el señuelo es el petróleo. ¡Ojo, mucho ojo, economista presidente!De otra parte, como no es tema que genera voto, no ha hablado de terminar con las instituciones redundantes, y que muchas de ellas precisamente creadas para dilatar o entorpecer las decisiones, originan deficiencias y corrupción.El sector privado no va a gozar de muchas ventajas y debe estar muy alerta a las tendencias que muestren los principales puntales que sostengan el entramado. Como en la guerra hay que estar alerta ante nuevos ardides y estratagemas de dentro y fuera del gobierno. No hay que olvidar que en ocasiones el que tiene el poder no es el mismo que dirige.Se comenta que el presidente electo es de tendencia izquierdista, alineado con los gobiernos de América Latina. Está por verse. si así se cataloga a quien no comulga con Bush o con su política de gobierno. Pero es lo cierto, que hasta ahora, no asoma ideología definida.El silencio político después del triunfo dice bastante. Hay que ver si hay continuismo o una verdadera acción de cambio, más allá de las fronteras del petróleo. Es necesario que el nuevo gobierno defina públicamente qué somos y qué queremos ser. Somos, eso sí, parte de la globalización, de la información veloz, de la tecnología moderna. No hay escape.Tiempo de reflexión. Galápagos sirve para ello, si no está acompañado de un séquito que exija lo mismo. El país sigue en el mismo meridiano, pero las condiciones de vida en general tienen otras exigencias. La sociedad hoy está más rápidamente informada y, por tanto, es más exigente con sus necesidades insatisfechas comparadas con los estándares de otros países de similar nomenclatura.Resolver peticiones de arreglar caminos o construir viviendas será fácil y recomendable porque son obras que se pueden realizar, postergar u olvidar. Aun si se desplaza la firma del TLC, puede ser resuelta por la vía de la negociación. Pero hay acciones de gran peso para el desarrollo del país en el mundo globalizado que no se podrán soslayar.

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