jueves, diciembre 14, 2006

Salto cualitativo

Ecuador tiene ahora las circunstancias favorables para tomar un nuevo rumbo e iniciar el despegue hacia un desarrollo sostenible. Un nuevo Presidente electo estrenará la presidencia desde mediados de enero 2007. Morirá al mismo tiempo el gobierno gris y tímido que teniendo, sin embargo, la gran oportunidad ha mantenido su período en somnolencia e inercia. Tantos temas quedan en el camino que el ahora presidente electo Rafael Correa tendrá que fajarse con el cambio y el futuro.Tenemos que hacer conciencia que nuevas circunstancias comienzan a aparecer en el escenario político-económico del país, pues hasta lo que transpira por las visitas, almuerzos, desayunos e invitaciones previos a la posesión del mandato, provienen de fuerzas sociales y políticas no afines a la corriente soberana que ostenta el poder mundial. Acaba el presidente electo Correa de proclamar su admiración por Bolívar (libertador, venezolano) y por Alfaro (caudillo liberal, ecuatoriano). Antes de esto ya hubo almuerzo y beso con la embajadora de Estados Unidos. Como para confundir...Las cosas van a ser de otra manera. La política exterior va a cambiar porque tiene que cambiar por efecto de las tendencias exógenas en que los países, unos por ataque otros por defensa, se están uniendo en bloques. Estados Unidos, por ejemplo, por defender su hegemonía a través del TLC y el Aptdea. América del Sur con Mercosur y Venezuela chavista clama por el liderazgo bolivariano. Y, finalmente, nacerá una América Latina sin fronteras.América Latina se despereza. Me parece el gallo que canta al amanecer, que lo escuchan sus vecinos. Las políticas financieras de las grandes iniciales (FMI, BID, BM, etcétera) tendrán que cambiar sus conceptos filosóficos y adaptarlos a las nuevas corrientes del comercio. Por las tendencias que van apareciendo el quehacer político se mantendrá con controles necesarios, pero el énfasis será económico, salvo perturbaciones y contingencias. Sangre nueva, pero... cuidado con la ambición y la avaricia.Los nuevos líderes presienten y saben que América Latina busca la integración, con la cual podría conseguir el mercado libre latinoamericano. El bloque así formado entraría en competencia con la zona de influencia de los otros grupos hasta donde alcance la perspectiva, cuando entonces la globalización habrá perdido su nombre.Si el Ecuador logra en esta ocasión dar el salto cualitativo, significará un cambio estructural en que la vieja guardia política se retirará a sus cuarteles y una nueva generación asumirá las posiciones estratégicas.Los pueblos de América Latina se despiertan y con las mismas armas que nos enseñaron a usar los políticos americanos del norte (democracia a toda hora) comienzan a agruparse para hacerse fuertes y manejar su propia libertad de administrarse.Está pasando la época del garrote eleccionario (en sentido figurado), aunque todavía existe la mano invisible. (Recordemos el reciente caso de México).La globalización impone al nuevo gobierno ecuatoriano la obligación de entenderla muy bien para poder insertar al país en ella con provecho. En esta área –el comercio internacional– el Presidente electo deberá usar los mejores recursos humanos. (Sobreentendido que ostentando sus conocimientos económicos será él el responsable por el desarrollo económico equitativo y sostenible. Alguna vez escribí que el problema no está básicamente en la creación de riqueza, sino en la distribución de ella).Reflexión: ¿percepción o realidad?

No hay comentarios.: