jueves, abril 27, 2006

Economía y mercadotecnia

Cuando los mercados cambian los productos tienen que cambiar, deben cambiar. Cada producto, tangible o intangible, tiene que ser adaptado a la nueva demanda que necesariamente se produce. El caso en ocasiones es tan crítico y acelerado, que genera la miopía del productor; que no le alcanza para distinguir los efectos de las nuevas tendencias. ¿Quién podía tener reserva acerca de la vida del negocio de velas espermas ante el embate de la energía eléctrica, o de la demanda por hielo cuando apareció la refrigeración doméstica?La reflexión viene cuando se piensa que aún hay muchas empresas de negocio que por mantener el orgullo de la marca, el monopolio del producto o por el ego empresarial, no han producido el cambio de misión o de concepto frente al nuevo presente o el próximo futuro.El cliente tiene la razón es un viejo aforismo, pero no se lo puede aceptar en totalidad. El cliente o comprador es racional. Toma sus decisiones a base de lo que conviene a su economía y a sus necesidades que busca satisfacerlas.Las necesidades del consumidor son amplísimas. La sociedad de consumo ha creado un mundo infinitesimal de necesidades, que en la era moderna con el apoyo de la tecnología, la disponibilidad económica del consumidor no alcanza para cubrirlas; es el punto de inflexión en que surge la aparición del crédito en sus refinadas manifestaciones.De lo enunciado resulta que cuando existe el producto adecuado el consumidor sabrá lo que puede comprar. Pero lo enunciado no es totalmente cierto: si lo fuera no habría función para la competencia, que lleva al campo de la calidad, de la cobertura de necesidades específicas, de la ventaja comparativa y competitiva, y algunas razones más...La mercadotecnia identifica entre sus funciones las necesidades totales o parciales no satisfechas, los nichos que habría que cubrir, la competencia que se habrá de afrontar y el valor agregado para hacerlo, la economía del productor, la logística, el ante y el posresultante del producto... El mundo comercial es hoy global, no tiene restricciones, y si alguien intenta monopolizar un producto aparece el mercado negro, en ocasiones favorecido por los mismos negocios perdedores.La piratería en los mercados viene desde los tiempos bíblicos, sino que se ha creído que las leyes pueden detener esta degeneración del mercado, que en ocasiones llega a cambiar las costumbres del consumidor.No se me podría acusar de cínico por exponer esta realidad en que a lo legítimo lo suplanta la corrupción, la ambigüedad o la paradoja. Las normas éticas de los mercados están cambiando. Las estructuras se remecen y se modifican. La demografía, la economía de cada productor que encuentra la fórmula adecuada para salir a competir de cualquier forma.Las reglas de la economía no han cambiado. El cambio está en la forma de competir que está arrasando con paradigmas, diseños y modelos, y por parte del consumidor para quien la calidad, la marca y otros atributos del producto no cuentan.El consumo en la nueva forma de economía lleva otros rumbos. La mercadotecnia es la llamada a descubrirlos. La demanda será el resultado.

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