jueves, junio 08, 2006

Cuidado con la estrategia

Como que se van apagando las luminarias que se prendieron para el caso Oxy. Alumbraron con fuego fatuo el firmamento del Bloque 15, hubo actores con talante de héroes patrioteros, protestas y manifestaciones, y de todo para respaldar y honrar una decisión de gobierno, en la cual Ecuador clavó en la arena a David y Goliat.Las consecuencias aún están por verse. Por lo pronto ya aparecen problemas técnicos y tecnológicos, financieros, económicos y sociales; y una circunstancia en exceso incómoda para ser manejada por la vía diplomática. La información estará dosificada.Se trata de un conflicto desigual que derivará en crisis. Sus raíces están enterradas en el mundo del petróleo: factor poderoso cuyo dominio descansa tranquilo en las entrañas de la tierra, que para oxigenarlo demandará mucho tiempo, dinero, poder político y recurso humano. Los dueños y los indirectamente afectados de este complejo y delicado tema son el Ecuador y las empresas petroleras transnacionales de alta tecnología.Para declarar caducado el contrato con la Oxy recorrieron el Gobierno y sus asesores el espacio con una rapidez increíble, para tiempos de dominio burocrático.Los factores considerados para la decisión, a pesar de que el quebrantamiento del contrato ya se lo había conocido, según las noticias, no se armaron a tiempo para crear la estrategia adecuada y conseguir la reacción internacional que el caso demandaba. Al parecer Estados Unidos percibió –quizás a través de la CIA– el sentimiento que se prendía y decidió la suspensión de las discusiones del TLC, casi como una advertencia a las autoridades ecuatorianas, porque en materia de relaciones internacionales cada actitud es una señal.Toda guerra estalla luego de agotar los canales de protocolo y negociación. Considerar caducado el contrato con Oxy tendrá connotaciones internacionales, legales y económicas; habrá para rato poder desmadejarlas. ¿Cómo se pudo de la noche a la mañana preparar una actitud tan violenta en que había, aparentemente, una sola causal con tantas consecuencias de por medio? ¿Es que acaso tenía que ser uniforme la decisión, como aquellas de echar a un ministro, reemplazar a la directora del SRI, o de calibrar las oportunidades en las aduanas? El caso de la Oxy es de cirugía mayor.El conflicto, además, ha dado oportunidad para que el presidente Chávez utilice la tarima ecuatoriana para presentarse como padrino de la solución; mientras tanto, los miles de barriles diarios que extraía Oxy estarán haciendo gárgaras bajo tierra. ¿Quién repone el dinero de la venta fallida de su producción?Está bien que no se despoje ni se venda el país. En este punto hay que ser muy firmes, y bendito si hay un presidente que así lo pudiera hacer, pero no se ha visto que una actitud similar se use para otros casos... En Esmeraldas, por ejemplo, con la deforestación de los bosques de madera.En el conflicto iniciado lo importante son los principios de equidad y sabiduría que guíen a los gobernantes; sin afanes patrioteros e impredecibles consecuencias.Me atrevería a preguntar a los autores, consejeros, consultores y ministros que hayan dado su opinión favorable o de disenso a la acción: ¿tuvieron tiempo para meditar las consecuencias, y preparar el escenario de las crisis posibles?

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