jueves, junio 29, 2006

¿Qué viene después?

Lo que no nos dijeron los promotores de la visita fuera de protocolo del presidente Chávez a Quito son los efectos que de adehala quedarán en el campo de nuestra riqueza subterránea. Se desbarató el contrato con la Oxy para componer la poca percepción que tuvieron los firmantes del instrumento, respecto al precio y la participación.Siendo el precio del petróleo sujeto de consumo global –que no es siquiera el de producción, porque no hay costo hasta que lo genera la extracción– resultaba elemental intuir que el mercado estaría sujeto a muchas variables, difíciles de predecir. Lo que se podía aventurar es que el mercado de consumo continuaría al alza, dentro de las variables promedio, con solo hacer una triangulación entre reservas, producción y causas que generan demanda.Para efecto del contrato se estableció como precio fijo el del mercado de entonces, pero a los expertos negociadores no se les ocurrió preguntarse –porque así pudiera haber sido– qué tendría que suceder para la parte ecuatoriana, en el caso que saltara lo injusto del negocio.Seguir analizando causas e intereses es llover sobre mojado. El efecto primero del tsunami ya está dado: la economía ecuatoriana se quedó sin el ingreso por la venta internacional del producto; y como ofensa a nuestra riqueza tener que proveer el dinero necesario para mantener el daño por el “negocio”. ¿Quién paga los daños de diverso orden de los días después...?El efecto gravísimo está en la ruptura ocasionada por no haber extracción de petróleo (también llamada producción), que equivale a que hubiera caído un misil sobre el Bloque 15. Cien mil barriles diarios que no se producen porque se carece de instrumentos humanos, tecnológicos y económicos, que se discontinuaron por efecto de todavía oscuros conceptos que habrán primado para la decisión.Petroecuador sigue y seguirá siendo un Midas en la política y economía ecuatorianas, y todo lo que suceda dentro del contexto petrolero le afectará; así es que hay que descartar la ventaja competitiva que resulta de una buena administración. Si se analizan las noticias de prensa, incompletas y en ocasiones incongruentes, se encuentra el dominio de la política dirigida por y hacia los grandes intereses. Lo más irónico es el argumento sempiterno que todo se decide en beneficio del desarrollo del país y de los pobres.Ecuador se posiciona en fútbol pero se empobrece como país. ¿Y qué alternativas existen para mejorar el desarrollo, para organizar la educación, para aumentar el empleo, incrementar los servicios preventivos de salud, y gastar para formar administradores eficientes? Porque hasta ahora Petroecuador es víctima de la carencia de ellos, cualesquiera que sean las causas; gestionarlas responde más al interés político y crea derivados.Como el petróleo es perecible y tiene un gran valor estratégico para la paz y para la guerra, se presentarán nuevos factores inquietantes en el devenir político ecuatoriano. ¿Tendrá este negocio criterio dominante en el próximo escenario político cuya trama y urdimbre ya aparecen? ¿Cuál será la estrategia de los rentistas del sistema?

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