jueves, junio 01, 2006

Políticas de gestión

La visita del ex presidente de Chile, Ricardo Lagos, puede que haya dejado una buena lección entre los nuevos políticos nuestros, y también entre el empresariado que debe aprender del comportamiento actual del sector privado frente a los gobiernos que emergen.América Latina está comenzando a aprender lo que significa manejarse dentro de un concepto global de administración pública. La tecnología informática –que incluye a más de llegar con la noticia a los más remotos lugares del planeta, la movilización rápida de personas y cosas– ha dejado de ser privilegio para convertirse en el lugar más común. Inclusive se puede no tener dinero, pero se puede tener información.Nos faltan conceptos de gobierno, un movimiento dieciochesco que nos ilustre, nos enseñe el razonamiento político y nos indique el comportamiento político frente a los grandes problemas de Estado.La ignorancia de las mayorías respecto a las políticas y medidas que muchas veces toma el gobierno, llevan a la creencia por parte del ciudadano que cuando arriba lo hacen, debe estar bien. Las fatales consecuencias de los “secretos de Estado” son esas: fatales consecuencias. Mientras la mayoría desconoce lo que se hace en su nombre, una minoría llamada “grupos de poder” es la beneficiaria.Lagos habló del continuismo, pero a diferencia de lo que por ello entendemos, practicamos y repudiamos en el Ecuador. La continuidad en el concepto político de hoy se refiere a aprovechar lo que tenemos, quienquiera que lo haya principiado, siempre que sea útil –en costos económico y social–. Esto es creatividad política, nuevos conceptos de administración pública, y humildad antes que soberbia. ¿No serían estos criterios de eficiencia que sirvan de principios a quienes aspiran a ser nuevos gobernantes? ¿Podrían estos conceptos caber en la “mochila” de los aspirantes?El entorno político participa de la luz de estrellas y estrellados: todos quieren contender. En la campaña saldrán verdades, mentiras, calumnias y trampas porque esa es la historia; y en el caso que vive el Ecuador, la extrapolación indica que las cosas no van a cambiar. Lo que sí resulta de pronóstico es que a más candidatos, más se debilitarán las candidaturas y más habrá que acudir a la alquimia en que haya que fundir buenos con malos metales.Mientras tanto continúa el deterioro del nivel de vida. El error de falta de previsión, ¿ingenuidad?, de quienes firmaron el contrato con Oxy para vender un recurso natural, nos aleja, ojalá sea por un tiempo, de que venga inversión extranjera, facilitando también el regreso del dinero golondrina. Las aves se van cuando hace frío, escribió el poeta…Se necesita para ser productivos –componer el error– una gran perspicacia y el concurso de buenos estrategas, para desarrollar las tácticas que habrán de seguirse. Parece que el Gobierno actual no dispone de los orfebres que el caso requiere. Y sería error dejar la lucha para el próximo gobierno.Un gobierno tiene éxito cuando se percata de que las leyes son fronteras, pero que dentro de ellas hay límites dentro de los cuales se puede mover, que son las políticas de gestión. En ello estriba el arte de gobernar.

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