miércoles, agosto 15, 2007

Cambios de estructura

¿Hasta dónde la visita relámpago del comandante Chávez afectará al desarrollo económico y social del Ecuador?Por lo pronto, hay factores preocupantes que hacen pensar que con las promesas mesiánicas que deja en pie, y tal vez otras que le haya ofrecido sotto voce al presidente Correa, el país ha quedado comprometido, quién sabe en qué términos con el mandatario venezolano.Si a lo dicho se agregan los malos términos en que andamos con Estados Unidos, se puede percibir que los días venideros no darán espacio para mucho optimismo. El petróleo ecuatoriano no tiene igual poder que el de Venezuela; de otro canto, el Presidente de este vecino país está muy adelantado en sus gestiones políticas con otros presidentes de la región. Si queremos ser realistas, en América Latina existe un fermento contra las políticas norteamericanas, que sirve de caldo de cultivo que lo están aprovechando los gobiernos contrarios.Este clima cambiará la estructura del comercio exterior, principalmente de los países que no miran con simpatía el círculo, lo cual, a su vez, cambiará las variables económicas internas de uno.El panorama aún no es negro, pero es gris considerando que el Gobierno ecuatoriano es afín a este movimiento, que seductoramente es llamado “bolivariano”.Como todo movimiento de izquierda –en nuestro país se lo llama Socialismo Siglo XXI–, los primeros ataques se los dirige al sector privado de la economía (el mercado), camuflando así los graves defectos y obsolescencias del sector público. Sin embargo, todo lo que ocurre en el sector privado goza de la aprobación silenciosa del sector público, mediante leyes o reglamentos, y en ocasiones haciéndose de la vista gorda. (ejemplo: se acaba de conocer que en la licitación para la segunda fase del proyecto Carrizal-Chone, en Manabí, hay un sobreprecio de aproximadamente trece millones de dólares. ¿Quién se equivocó, el Ministerio o la constructora?).El panorama es gris, hay que repetirlo, por lo que el sector privado debe ponerse muy sensible para percibir las disposiciones que afecten sus intereses racionales. (Si la ley financiera de las tasas de interés se la considera no justa en relación al riesgo o al mercado, hay que demostrarle a las autoridades el equívoco).Es tiempo de mirar en su real dimensión cada una de las empresas del sector privado, de conocer su tamaño, y si se está en el camino de poder afrontar futuras acciones del Gobierno; tras la muletilla de “grupos de interés”, por mera presunción se pueden cometer injusticias.De toda forma, hay cambio. Las corrientes del dinero serán otras. El financiamiento político o de la política será otro. Si se acepta el dinero que el presidente Chávez ofrece para la refinería de petróleo, que significará consorcio con el venezolano y hacer frontis ante Estados Unidos, más otras actitudes de significado político a favor de la tesis venezolana, será otro factor más para el cambio regional.Estas y otras circunstancias más que hay que esperar, afectarán la estructura de las empresas de negocios; razón por lo que desde ahora hay que prepararse. ¿Qué pasa si...? Sería la pregunta a buscarle respuesta ante la incertidumbre que permanecerá para rato.

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