jueves, agosto 23, 2007

Alianza

Es verdad de a folio la expresión de Mario Vargas Llosa en El regreso del idiota: “…que el verdadero progreso es inseparable de una alianza irrompible de dos libertades, la política y la económica, en otras palabras de democracia y mercado”. La ausencia de estos factores en un gobierno desmoraliza.Por un principio de lógica política, si se eligió un presidente democráticamente se habría de pensar que se quiere un gobierno con un mínimo de interferencia en el mercado y más empeñado en generar riqueza y distribuirla. Desde luego, la filosofía gubernamental se la percibe, por los primeros síntomas, que las cosas no van a ser así.Y es que las acciones del gobierno Correa van en una clara dirección dirigista. S. E. u O.: el pago de la deuda en la que según entendidos, hubo manipulación; el caso de las aletas de tiburón, que sí y que no o que no y que sí, y en que aparecen la pesca por accidente; las construcciones entregadas a las Fuerzas Armadas, con prescindencia del constructor privado; las tasas de interés, que si es verdad necesitaban de una regulación más concreta, no es menos cierto que se trata del mercado del dinero que depende de la seguridad y rentabilidad que se ofrezca al capital; y por último se habla del azúcar, de la sal, y de la harina, negocio del contrincante político del presidente Correa. Los productos regulados o por regularse son de primerísima necesidad.En las leyes de la economía los precios dependen de la abundancia o de la escasez, la oferta y la demanda. Si la producción o la productividad en el país no están reguladas con sabiduría, se crea el caos económico, que genera mercado negro, especulación y corrupción. El socialismo del siglo XXI no logrará cambiar estas leyes.La paradoja es que siendo el país rico en productos naturales, en petróleo, en minería, en recursos hídricos, del mar, de tierras cultivables, etcétera, se carece de sabiduría, en los medios políticos, para afrontar el desarrollo con amplitud de miras hacia el futuro, para la época de globalización y de conocimiento.El país se está atomizando. Bolívar luchó y aunque murió pensando que había arado en el mar, no fue así y estuvo inspirado para su época. La ecología social de hoy es diferente y tiene la influencia vital de la tecnología. Ahora se conoce al segundo quiénes son y quiénes no. La competición es diferente.“Todo ha cambiado y continúa cambiando, la ciencia, la economía, el poder y sus formas; de un mundo dominado por el dinero y la fuerza bruta, entramos en otro en el cual los factores dominantes son la rapidez y el volumen de la información. Esto constituye el mayor desafío para los países subdesarrollados del presente. Los más de ellos siguen actuando como si la condición de la economía mundial no hubiera cambiado, con viejos conceptos no solo inactuales sino contraproducentes…”. Lo expresó Arturo Uslar Pietri en su artículo ‘Los rápidos y los lentos’ (14 de junio de 1996) haciéndose eco de lo escrito por Toffler, el futurólogo, en su libro El cambio del poder (1990 ).

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