miércoles, noviembre 21, 2007

Las nuevas fuerzas

Se avecinan nuevas actividades y nuevos mercados para el mundo comercial, sin que Ecuador sea una excepción.Querámoslo o no, la globalización está en marcha. El mundo comercial es un mundo instantáneo, entrelazado por una tecnología informática que cambia los paradigmas convencionales, y causan disturbios en las grandes decisiones. Los mercados están cambiando, y las batallas de la mercadotecnia no darán el fruto esperado cuando no se comprende las nuevas reglas. El comercio vive una época de invención y de innovación. El efecto de estas políticas para el desarrollo empresarial es que muchas actividades y productos podrían estar condenados al fracaso.Siempre fue axiomático que la voluntad del consumidor es la que fuerza la demanda. Sin compradores todo negocio fracasa, sin distribuidores todo negocio es ignorado porque no llega a los sitios donde se produce el consumo; por tal motivo las empresas de negocio tienen que armar una estrategia capaz de abarcar los mercados en los cuales se desea sobresalir y permanecer. (Omahe –El mundo sin fronteras, 1991–) llamado por el Financial Times “el único gurú de la administración japonesa”, define la estrategia como “la creación de valores sostenibles para el cliente que resulten mejores que los de la competencia. Por lo tanto, antes que nada significa inventar y comercializar lo inventado…”. Pero ¡cuidado! los mercados también se saturan, como la sal en el agua, que llega el momento en que por más sal que se eche, el agua no la disuelve.Un mercado se satura por varios motivos: el producto no impacta, la economía no da más, la competencia más antigua en el mercado llena el vacío al que aún no se ha llegado todavía, y algunas otras razones que se pueden conocer por análisis estadístico que ahora es menos complicado que antes con la ayuda del computador y los medios tecnológicos con que hoy se cuenta.El marketing que involucra todas las acciones que lleva a cabo una empresa desde que termina la producción y se vende el producto, tiene también que tomar el consumo de la demanda; no solo es importante ilusionarse con los más –¿por qué?– sino que se debe analizar los menos –¿por qué?–.La globalización, que es el reconocimiento de mercados mundiales y multilaterales, exige un cambio de visión empresarial, de gran angular, como alguna vez lo expresé. Hay que mirar los mercados con otra perspectiva. Cuando se eliminan las fronteras comerciales aparecen nuevas fuerzas: competencia externa, dumping, subsidios domésticos, tarifas preferenciales, exoneraciones tributarias, etcétera.Las tendencias de los mercados están cambiando rápidamente. Las actividades internacionales aumentan a velocidades increíbles como producto de las tecnologías del transporte y la información; entonces, la mente del empresario tiene que cambiar y buscar adaptarse a las nuevas circunstancias.Arreciará la competencia y la competitividad, local e internacional. ¿Podría esta circunstancia ser negativa para su negocio? Probablemente sí, si la organización no está preparada para afrontarla. Si las empresas no miran el mercado con sentido innovador, y tengan un vigía como Rodrigo de Triana que anuncie la cercanía del competidor. Como dijo Teodoro Levitt en una de sus conferencias: “Un producto que la gente no compra no es un producto. Es un artificio como una pieza de museo”.

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